Estudios e investigaciones

DOI: 10.11600/rlcsnj.22.3.6311


Influencia del nivel socioeconómico en la percepción familiar de los riesgos en línea*

Influence of socio-economic status on family perceptions of online risks

Influência do estatuto socioeconómico nas percepções da família sobre os riscos em linha


Adela López-Martínez, Ph. D.1 0000-0003-3428-4868

Charo Sádaba, Ph. D.2 0000-0003-2596-2794

Beatriz Feijoo, Ph. D.3 0000-0001-5287-3813

Luisa Zozaya, Ph. D.4 0000-0002-3505-0687

 

1 Universidad Internacional de la Rioja, España. Doctora en Filosofía por la Pontificia Università della Santa Croce. 0000-0003-3428-4868. H5: 2. Correo electrónico: adela.lopez@unir.net    

2 Universidad de Navarra, España. Doctora en Comunicación por la Universidad de Navarra. 0000-0003-2596-2794. H5: 28. Correo electrónico: csadaba@unav.es

3 Universidad Villanueva, España. Doctora en Comunicación por la Universidad de Vigo. 0000-0001-5287-3813. H5: 13. Correo electrónico: beatriz.feijoo@villanueva.edu

4 Universidad Internacional de la Rioja, España. Doctora en Comunicación por la Universidad de Navarra. 0000-0002-3505-0687. H5: 3. Correo electrónico: luisadolores.zozaya@unir.net

 


Recibido: 20.11.2023 Aceptado: 29.05.2024 Publicado: 14.08.2024

 


Resumen (analítico)

El uso de las redes sociales entre los menores ha modificado las necesidades de mediación parental. El carácter personal del móvil requiere de estrategias con mayor protagonismo de la confianza y el acompañamiento, como propone la mediación centrada en el menor. En un contexto en el que las familias están preocupadas por los riesgos que sus hijos afrontan en línea, esta investigación cualitativa reúne 40 entrevistas en díadas de padres/madres-hijos/hijas, residentes en España, a quienes se pregunta por mediación, percepción de riesgos y su capacidad para afrontarlos. Los hallazgos confirman la incidencia del nivel socioeconómico: los padres y madres de nivel socioeconómico alto manifiestan más sintonía en los riesgos posibles que los de nivel socioeconómico bajos. Los menores de familias más acomodadas creen estar en mejores condiciones de lidiar con estos riesgos.

 

Palabras clave: Redes sociales; padres e hijos; adolescencia; educación; riesgo; alfabetización digital.

 


Abstract (analytical)

The use of social networks among children and adolescents has modified the need for parental mediation. The personal nature of these devices requires strategies that place more importance on trust and support, such as child-focused mediation. In the current digital context where families are concerned about the risks faced by their children, this qualitative research brings together 40 interviews of parent-child dyads living in Spain who are asked about mediation, risk perception, and their ability to face these risks. The findings have a direct correlation with socioeconomic status: fathers and mothers with high socioeconomic status are more aware of possible risks than those with low socioeconomic status. Children from wealthier families believe they are better able to manage these risks.

 

Keywords: Social media; parents and child; teenagers; media education; risk; digital literacy.

 


Resumo (analítico)

A utilização das redes sociais entre os menores modificou as necessidades de mediação parental. A natureza pessoal do dispositivo exige estratégias onde a confiança e o apoio tenham maior destaque, como propõe a mediação centrada no menor. Num contexto digital em que as famílias se preocupam com os riscos que os seus filhos enfrentam, esta investigação qualitativa reúne 40 entrevistas a díades pai/mãe-filho/filha residentes na Espanha, que são questionadas sobre a mediação, a perceção dos riscos e a sua capacidade de os enfrentar. Os resultados confirmam a incidência do nível socioeconômico: pais e mães de alto nível socioeconômico mostram mais sintonia com possíveis riscos do que aqueles de baixo nível socioeconômico. As crianças de famílias mais ricas acreditam que são mais capazes de lidar com estes riscos.

 

Palavras-chave: Mídia social; pais e filhos; adolescência; Educação; risco; alfabetização digital.



Introducción


El aumento y la expansión del acceso y uso de internet en el entorno familiar ha ampliado las formas en que las familias interactúan digitalmente, destacando especialmente el papel de los dispositivos móviles, en particular, los teléfonos inteligentes. De acuerdo con los datos más recientes de la Encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación en los hogares (Instituto Nacional de Estadística, 2022), prácticamente todos los hogares en España cuentan con un teléfono móvil y sobre un 70% de los menores de entre 10 y 15 años lo utilizan. El uso de la tecnología aumenta a medida que los menores crecen, especialmente a partir de los 13 años, y alcanza casi un 100% entre los adolescentes de 15 años. En el caso de América Latina, la modalidad de acceso a internet más extendida es teléfono móvil en el hogar, que va asociada a una menor presencia de habilidades digitales y de participación en un ambiente digital (Trucco & Palma, 2020). Esto significa que la inclusión en la sociedad digital es parcial en esta región, porque la movilidad que permite el uso de este dispositivo queda reducida al contexto doméstico (Cabello et al., 2018; Rojas & Poveda, 2018).

 

El uso más intenso, personalizado y temprano de internet en el hogar puede ofrecer ventajas significativas para que los niños aprovechen nuevas oportunidades (Cabello et al., 2018). Sin embargo, al mismo tiempo, plantea un desafío adicional para los padres (Berríos-Valenzuela et al., 2015; Condeza et al., 2019; Geržičáková et al., 2023). A ellos les corresponde desempeñar el papel de mediadores (Livingstone et al., 2017; Rodríguez-de Dios et al., 2018) en las actividades en línea de sus hijos e hijas, con el objetivo de fomentar el desarrollo de sus habilidades digitales (Livingstone et al., 2023; Pérez-García et al., 2024; Smahel et al., 2020) y su competencia digital (Ferrari, 2013; van Deursen et al., 2016).

 

Esta tarea que enfrentan los padres y madres se ha hecho más compleja por la generalización de las redes sociales (Lozano-Blasco et al., 2023; Orben, 2020), el carácter personal de los dispositivos móviles y la menor competencia digital de los padres ante ellos (Daneels & Vanwynsberghe, 2017; Feijoo et al., 2021; López-de-Ayala et al., 2019; Lozano Blasco et al., 2023). En América Latina, los padres identifican a la escuela como la referencia deseable y necesaria para desarrollar programas de alfabetización digital (Trucco & Palma, 2020), lo que impone una nueva obligación a las políticas públicas en materia educativa.

A todo lo anterior se suma el impacto del nivel socioeconómico de los padres en la capacidad de mediar (Ren et al., 2022). Algunas investigaciones ponen de manifiesto una relación positiva entre el nivel socioeconómico (en adelante, NSE) de las familias y las habilidades digitales de los menores, estudiado de forma especial en América Latina (Correa et al., 2020; Dodel & Mesch, 2018; Smahel et al., 2020; van Ingen & Matzat, 2018). El informe de Kids Online realizado en esta región (Trucco & Palma, 2020) muestra que existen brechas socioeconómicas relevantes a la hora de realizar diversas actividades en internet, pues quienes tienen un nivel socioeconómico menor poseen un acceso más limitado en términos de dispositivos y lugares de acceso. Si bien la identificación y la capacidad de enfrentar los riesgos en el entorno digital son solo parte de la mediación y la experiencia digital, es cierto que para los padres constituye un aspecto muy relevante (Martín-Ramallal & Ruiz-Mondaza, 2022); ello apunta a la oportunidad de construir mensajes acerca de la necesaria mediación parental a partir de investigaciones sobre este tema (Cortoni, 2017; Martín & Castiblanco, 2024).

 

De acuerdo con esta idea, el presente artículo se interesa por las prácticas de mediación parental, analizando en qué medida el NSE de los progenitores revela diferencias en la percepción de riesgos por parte de padres e hijos, así como en la confianza de los progenitores en la capacidad de sus hijos para enfrentarlos.

 

La mediación parental es fundamental en la detección y mitigación de los riesgos asociados con el uso de redes sociales por parte de los niños y adolescentes, no solo por el hecho de controlar, monitorear y prevenir riesgos, sino por su papel como referentes y educadores en lo digital; lo anterior es clave para fomentar una relación de confianza que facilite que los menores compartan sus experiencias y preocupaciones en línea. Así mismo, no hay que olvidar que la mediación parental proporciona el apoyo emocional necesario para gestionar estos efectos y fomentar una autoestima saludable.

 

Mediación parental en el entorno digital

 

La mediación digital parental se define como cualquier estrategia que los progenitores pueden emplear para supervisar o controlar el uso que sus hijos hacen de internet (Livingstone & Helsper, 2008). La capacidad de mediar dependerá de la voluntad de los padres, pero también de sus posibilidades de hacerlo, de sus estilos parentales y de su nivel educativo y socioeconómico (Correa et al., 2020; Dodel & Mesch, 2018; van Ingen & Matzat, 2018).

 

Tradicionalmente se han identificado distintos estilos y estrategias en la mediación digital parental, como la mediación habilitante, la restrictiva, la activa o la técnica (Garmendia et al., 2019). No obstante, en los últimos años se han desarrollado estudios que ahondan en la mediación centrada en el menor (child centered), esto es, en la atención a las preocupaciones e intereses del hijo, enfatizando su autonomía, privacidad y derecho a la autoexpresión (Martínez et al., 2020).

 

Esta forma de mediación se fundamenta en los principios de la parentalidad positiva, la cual se basa en la creación de vínculos afectivos cálidos, en la creación de un entorno estructurado, en proporcionar estimulación y apoyo, en el reconocimiento, en la capacitación y en la educación sin el uso de la violencia (Consejo de Europa, 2006). Desde esta parentalidad se plantea la necesidad de desarrollar tres principios transversales: la presencialidad, la progresividad y la permisibilidad, sin olvidar a los verdaderos agentes que utilizan los medios digitales, los hijos e hijas, cuya percepción de esta mediación digital parental es fundamental para entenderla (Vaquero, 2020).

 

Por ello, este estudio se plantea comparar las percepciones de padres e hijos sobre las incertidumbres e inseguridades que se encuentran en internet, más específicamente en las redes sociales; ello puede facilitar el desarrollo de una mediación parental real centrada en el menor. Se propone así la primera pregunta de investigación: ¿cuáles son las diferencias en la percepción de los riesgos en internet entre padres e hijos en función del nivel socioeconómico?

 

En un contexto de redes sociales muy dinámicas, donde nuevas plataformas como TikTok reclaman la atención de los menores (De Leyn et al., 2022; Dias & Duarte, 2022; Wang et al., 2022), es fácil comprender que padres y madres tiendan a concentrarse en los riesgos y posibles daños que produzca su uso (Martín-Ramallal & Ruiz-Mondaza, 2022). No obstante, la forma en que los menores utilizan internet está fuertemente influenciada por el modo como lo hacen las personas de su contexto más inmediato, lo que exige un modelo positivo de conducta (Álvarez-de-Sotomayor & Muñoz, 2021). El refuerzo de vínculos de confianza, la existencia de una buena comunicación y disponer de redes informales en las que poder confiar son factores protectores en la prevención de la adicción a internet y, por tanto, claves también para mitigar los posibles efectos negativos del acceso a recursos digitales (Chang et al., 2019; Rivera et al., 2021).

 

Así mismo, la satisfacción de necesidades psicológicas de los menores es determinante, y cuando no existe calidez en las relaciones parentales y se muestran altos niveles de rechazo hacia el menor, este termina acercándose a internet para encontrar respuesta a sus necesidades emocionales, sentirse comprendido y aceptado por los demás (Lian et al., 2016; Zhang et al., 2019). Por eso se plantea una segunda pregunta de investigación: ¿tiene el nivel socioeconómico de los padres impacto en el tipo de acciones de mediación en el uso que sus hijos hacen de las redes sociales?

 

El reto de los progenitores por encontrar un equilibrio entre las estrategias de mediación que pueden beneficiar más al menor se complejiza si tenemos en cuenta que las estrategias restrictivas que limitan el uso de las actividades de sus hijos están asociadas con menos habilidades digitales y con una reducción del aprovechamiento de las oportunidades por parte de los menores (Livingstone et al., 2017; Rodríguez-de-Dios et al., 2018). En cambio, las estrategias habilitantes, caracterizadas por sus componentes de comunicación y de seguridad, no están relacionadas con reducción de oportunidades (Martínez et al., 2020). Diversos estudios ponen de manifiesto que en la mediación parental digital no solo ha de tenerse en cuenta el papel de la familia, sino que es fundamental considerar a los menores, por lo que el enfoque centrado en el menor parece particularmente relevante.

 

La mediación centrada en el menor se enfoca menos en el uso de los medios y más en el contexto digital que se les proporciona. Por lo tanto, se basa en: a) promover las relaciones interpersonales; b) fomentar la creatividad individual y colectiva; y c) apoyar el desarrollo cognitivo de los hijos e hijas, destacando la importancia de las emociones y el papel de los padres y madres en las negociaciones relacionadas con el uso de internet (Schofield, 2011). En el estudio realizado por Chang et al. (2019) se observó que el vínculo afectivo entre los padres y los hijos actuaba como un factor protector contra la adicción a las redes sociales y los teléfonos inteligentes. Además, mantener una actitud autorreflexiva sobre el uso de internet por parte de los hijos ayuda a reducir los riesgos, ya que estos ven a sus padres como modelos de comportamiento positivos, lo que facilita una mediación activa centrada en sus necesidades.

 

Es interesante analizar nuevas maneras de responder a este reto, dado que las redes sociales alteran el rol de referencia de padres y adultos (Rumayor, 2016). La mediación centrada en el menor implica tener en cuenta la voz de los propios menores en el proceso mediador (Feijoo et al., 2023), además de la perspectiva de los padres y las madres. De ahí la tercera pregunta que busca responder este estudio: ¿supone el nivel socioeconómico diferencias en la capacidad autopercibida de los menores de enfrentar los riesgos en línea?

 

De tal manera, el principal objetivo de esta investigación es comparar y comprender las opiniones de padres e hijos de familias españolas de distintos niveles socioeconómicos sobre los riesgos que enfrentan los menores cuando emplean las redes sociales. Se busca observar si las inquietudes de adultos y menores coinciden o, por el contrario, tienen visiones distintas. Esta información se considera vital en la evaluación y diagnóstico de las mediaciones parentales desarrolladas en el contexto digital.

 


Metodología

 

Este estudio forma parte de un proyecto exploratorio de mayor envergadura que busca analizar el nivel de competencia digital en pensamiento crítico de estos menores, para identificar la procedencia e intencionalidad de los contenidos (informativos, divulgativos y persuasivos) que reciben por sus redes sociales. Todo ello bajo un enfoque cualitativo, recurriendo en una primera fase a grupos de discusión y en una segunda fase a entrevistas en profundidad a usuarios entre 11 y 17 años residentes en España.

 

Se optó por un enfoque cualitativo porque se busca profundizar en el «cómo» se posicionan padres e hijos ante los riesgos en redes sociales (Berger, 1998; Esterberg, 2002). Las estrategias cualitativas son la mejor forma de alcanzar una inmersión en el día a día de los participantes, a fin de lograr una aproximación inclusiva que permita explorar la incidencia de las redes sociales en la vida diaria de adultos y menores (Silverstone, 2005).

 

Esta propuesta se enmarca dentro de la segunda fase del proyecto en la que se desarrollaron cuarenta entrevistas en profundidad, organizadas en veinte pares. Cada uno de estos está formado por un menor y uno de sus progenitores. Las entrevistas tienen la ventaja de que colocan el foco en la experiencia del entrevistado, así como permiten explorar temas prestablecidos; pero también logran descubrir otros no anticipados y entregan más libertad para ganar acceso en temas privados o, en este caso, relacionados al ámbito más íntimo de su hogar; este último un aspecto fundamental al hablar de riesgos y al complementar las declaraciones de los hijos con las de los padres (Rosenblum, 1987).

 

El alumnado que ha participado en esta fase de la investigación había formado parte, en su mayoría, de los grupos de discusión que la preceden. Concretamente, trece de los veinte participantes habían asistido a estos grupos de debate. El resto fue seleccionado con la intención de lograr una distribución lo más heterogénea posible entre la siguiente variable de segmentación principal, el NSE de los hogares de los entrevistados y el curso académico de los participantes.

 

Se establecieron tres tipologías de acuerdo con el NSE: participantes de nivel socioeconómico alto (+30.350 € de ingresos), participantes de nivel socioeconómico medio (11.450 €-30.350 €) y participantes de nivel socioeconómico bajo (-11.450 €), de acuerdo con estadísticas del Instituto Nacional de Estadística de España (Andrino et al., 2021). Para conseguir clasificar a los participantes según su realidad socioeconómica, se ha tomado como referencia clave la tipología de centro al que se adscribía el menor (privado, concertado o público) y situación (renta de la zona) del colegio o instituto al que pertenecen (Andrino et al., 2019).

 

Además de la distinción según NSE, se ha diferenciado entre cuatro grupos de edad: 6º de primaria (hasta 12 años), 1º ciclo de educación secundaria obligatoria (12-14 años), 2º ciclo de educación secundaria obligatoria (14-16 años) y bachiller (16-17 años). El hecho de que parte de estos entrevistados/as hayan formado parte de la metodología de grupos de discusión (para la que ya se había realizado esta categorización según cursos académicos) ha dado lugar a una subrepresentación de alumnado de sexto de primaria y bachiller. En la tabla 1 se detalla el NSE y el curso de cada par de entrevistas.


Tabla 1 Distribución de las entrevistas

 

 

Se trató de que la línea argumental de todas las entrevistas siguiera unas temáticas preestablecidas, con el objetivo de facilitar el ejercicio de comparación entre los contenidos de cada una. En lo que respecta a las entrevistas realizadas a menores, se buscó una aproximación a las redes sociales, su percepción sobre las mismas y los diferentes usos que hacen de ellas: cómo definirían su relación con estas plataformas, categorización de los contenidos que reciben o peligros que identifican derivados de su uso.

 

Las entrevistas a progenitores siguieron un guion similar, pero buscando obtener un contenido espejo. Es decir, la información que se intentó conseguir giró en torno a la influencia que, en su opinión, ejercen las redes sociales en los menores y la capacidad que tienen de mantener una actitud crítica a la hora de enfrentarse a contenidos como estafas, publicidad o noticias falsas en el contexto de estas plataformas.

 

Se plantearon tres categorías de análisis de acuerdo con las preguntas de investigación formuladas y que guiaron la codificación de los resultados. En la tabla 2 se relaciona la pauta de entrevista planteada a los participantes con las categorías de análisis y las preguntas de investigación. Los encuentros, de una duración aproximada de 30 minutos (algo menos con los menores), se mantuvieron de forma virtual a través de la plataforma Teams. Las 40 entrevistas se realizaron durante los meses de septiembre a diciembre de 2022.

 

El estudio se realizó de acuerdo con las directrices de la Declaración de Helsinki. El protocolo de investigación fue aprobado por el Comité de Ética de la Universidad Internacional de La Rioja, España (código PI:002/2021). Se obtuvo un consentimiento informado de todos los tutores legales de los participantes menores de edad antes de su participación en la investigación. Antes de formar parte del proceso de investigación, la empresa de estudios sociales que colaboró en el contacto con los participantes facilitó a los centros educativos un documento de consentimiento. Este documento se entregó a los tutores legales, quienes debían firmarlo y devolverlo a la empresa. En el documento de consentimiento se explicaba la finalidad del proyecto de investigación, las ventajas de participar y los datos sociodemográficos que se solicitarían de los menores. Se recalcaba que la participación era voluntaria y que podían retirarse del estudio en cualquier momento. La información obtenida solo se utilizaría para los fines específicos del proyecto, y los menores tenían derecho a negarse a responder a cualquier pregunta que no desearan contestar.


Tabla 2 Guión de la entrevista y categorías de análisis



Resultados

 

Dado que la distribución más equilibrada se observa en cuanto al NSE, esta será la variable que se tenga en cuenta para estructurar la presentación de los resultados.

 

NSE alto

 

Una de las primeras cuestiones que se aborda en la entrevista es qué redes sociales utilizan tanto los menores como sus progenitores. Como era de esperar, existe una importante brecha generacional en lo que respecta a este punto. Se observa que las redes sociales mencionadas por los menores son más diversas, es decir, están presentes en más plataformas y cuentan con más perfiles, aunque en ambos casos la red más mencionada es Instagram. También destaca una mayor popularidad entre los progenitores de redes sociales como Facebook (prácticamente sin menciones entre los menores) y WhatsApp.

 

Aunque tanto los menores como sus progenitores afirmen, en la mayoría de los casos, que no destinan demasiado tiempo en el hogar a hablar sobre redes sociales, es muy interesante ver cómo los peligros que mencionan los menores son prácticamente un re 'ejo de los que mencionan sus progenitores, tal como recoge la figura 1. Este hecho da cuenta de la gran influencia que tienen los padres y madres a la hora de que sus hijos sean capaces de identificar o no ciertos peligros y, por lo tanto, en el desarrollo de su pensamiento crítico.


 

Figura 1 Declaraciones de participantes de NSE alto

 

Teniendo en cuenta esto, no es de extrañar que los términos que utilicen para referirse a estos peligros sean similares. En ambos casos, «bulo», «peligro», «estafa» o «fake» son los términos más mencionados. Los siguientes términos más mencionados son los que arrojan diferencias. Entre los menores destacan «hackear», «virus», «miedo», «engaño» o «policía», mientras que los padres mencionan «preocupa», «riesgo», «peligroso», «bullying» y «exposición», dejando entrever su preocupación por la seguridad de sus hijos.

 

Sin embargo, no existe concordancia entre las opiniones de padres/madres e hijos/as respecto a la capacidad de los segundos de diferenciar el tipo y la intencionalidad de contenidos que reciben por redes sociales. Mientras que la mayoría de los menores de este grupo socioeconómico opina que serían capaces de categorizar las temáticas de las distintas publicaciones con facilidad, solo uno de los progenitores opina esto de su hijo.

 

NSE medio

 

Al igual que sucedía en el caso de los participantes de NSE alto, la diversidad y el nivel de uso de redes sociales es mucho mayor entre los menores que en los progenitores. Los primeros tienden a tener un mayor número de cuentas y a invertir más tiempo en plataformas digitales. Redes como TikTok y YouTube son muy utilizadas por los más jóvenes y prácticamente no aparecen mencionadas en las entrevistas a los progenitores.

 

Como puede extraerse, tanto de las entrevistas a los hijos/as como de las correspondientes a sus padres/madres, este grupo de menores cuenta con una independencia considerablemente mayor que los de NSE alto en el uso de redes sociales. El monitoreo que realizan sobre sus hijos/as es más bajo y tienden a hablar menos en el hogar sobre peligros comúnmente asociados a internet. Esto se refleja en la figura 2.

 

 

Figura 2 Declaraciones de participantes de NSE medio

 

Si bien en el anterior grupo veíamos cómo los peligros que identificaban los hijos eran un fiel reflejo de los mencionados por sus padres o madres, en este caso observamos que prácticamente en ninguna ocasión siguen la misma línea e, incluso, los peligros que identifican los menores son más variados.

 

Aun así, las diferencias entre los términos que utilizan para hablar de estos peligros siguen la misma línea que en el caso de las entrevistas a participantes de NSE alto. Mientras que los menores hablan sobre engaños, miedo, molestias, etc., los padres y madres utilizan, por encima de todos los demás términos, el de «preocupa». Esto indica que los padres ven estos peligros como una amenaza para sus hijos.

 

Por otro lado, a la hora de valorar si los menores son o no capaces de diferenciar correctamente los contenidos que reciben en sus redes sociales, este grupo de progenitores es más optimista que el de NSE alto. Mientras que en el anterior grupo solo uno de los entrevistados otorgaba esa capacidad a su hija, en este caso son cuatro participantes los que piensan que sus hijos o hijas tienen esa capacidad. Sin embargo, se repite el hecho de que el grupo de menores esté en su mayoría convencido de no tener dificultad para discernir entre diferentes temáticas y objetivos de las publicaciones.

 

NSE bajo

 

Al igual que ocurría en grupos anteriores, la primera diferencia significativa en relación a las respuestas del grupo de progenitores y el de sus hijos se refiere a las redes sociales utilizadas por cada uno. Mientras que los menores se inclinan más por plataformas como YouTube, TikTok o Instagram, los progenitores tienen una mayor presencia en WhatsApp y Facebook, siendo Instagram el punto de unión entre ambos.

 

Las diferencias entre los términos que utilizan los hijos y el grupo de progenitores para referirse a los peligros que asocian en redes sociales mantienen un patrón muy semejante al observado en los grupos de entrevistas anteriores. Después de los términos «bulo» «fake» «estafa» o «peligro», mayoritarios en todos casos, destacan en el grupo de hijos e hijas «miedo» «mentira», «desconocidos» y en el de padres «preocupa», «adicción» o «acoso».

 

Al igual que ocurría con el grupo de NSE medio, y a diferencia del grupo de nivel alto, los peligros que identifican hijos y progenitores de este nivel no siguen la misma línea. En la figura 3 se enfrentan las respuestas ofrecidas por ambos y vemos que los miedos de los padres y madres no se reflejan en los temores de sus hijos/as. De nuevo, esto representa una prueba del alto nivel de independencia de estos menores y su autonomía tanto para identificar peligros como para enfrentarlos.


Figura 3 Declaraciones de participantes de NSE bajo

 

Las opiniones de este grupo de padres son pesimistas respecto a la capacidad de sus hijos/as para identificar correctamente el objetivo del contenido que reciben por redes sociales. En este caso los menores se muestran más críticos con sus capacidades que los otros dos grupos y admiten tener dificultades para diferenciar cierto tipo de contenido.

 


Discusión

 

Los resultados confirman que el NSE del hogar puede tener un impacto en la percepción que padres e hijos tienen sobre los riesgos en línea (pregunta de investigación 1), lo cual se encuentra en la línea de investigaciones similares como las realizadas por Correa et al. (2020), Dodel y Mesch (2018), Ren et al. (2022) y van Ingen y Matzat (2018), en otros contextos geográficos. En concordancia también con estos autores, son los hogares de NSE alto los que arrojan más sintonía entre padres e hijos, mayor capacidad de mediar y mayor autopercepción de control por parte de los menores. Por el contrario, en el caso de las familias de NSE bajo, los resultados muestran que en estos tres aspectos la sintonía y la autopercepción positiva son menores.

 

De manera general, se aprecian diferencias significativas entre las redes sociales que utilizan padres e hijos en los tres niveles socioeconómicos. Aunque coinciden en Instagram, los menores suelen utilizar plataformas enfocadas en contenidos audiovisuales como TikTok, YouTube o Instagram, mientras que los progenitores se decantan principalmente por WhatsApp y Facebook. Las entrevistas sugieren que, debido a la diferencia que caracteriza a las redes sociales, adolescentes y adultos se exponen a experiencias digitales diversas.

 

Este punto es relevante, ya que la mediación child-centered se enmarca en la manera en que se afrontan las negociaciones relacionadas con el uso de internet (Schofield, 2011). Este primer hallazgo pone de manifiesto que las estrategias de mediación empleadas por los padres y madres surgen desde experiencias digitales diferentes (Livingstone & Helsper, 2008). Por ejemplo, los adultos expusieron ciertas estrategias restrictivas buscando procurar la seguridad de los menores: no subir fotografías (NSE alto) y no dar información (NSE medio; Garmendia et al., 2019), entre otras.

 

Por otra parte, los progenitores de los tres grupos señalan de manera reiterada la «preocupación» que les generan los peligros en internet, y mencionan el «acoso» y el «bullying» como las principales amenazas enfrentadas por sus hijos, lo que concuerda con la investigación de Martín-Ramallal y Ruiz-Mondaza (2022). Dichas amenazas figuran en menor medida en el imaginario de los menores, quienes, por el contrario, temen particularmente a engaños y estafas en línea.

 

Fueron percibidos miedos similares únicamente entre progenitores e hijos del NSE alto, en el cual los padres manifestaron las mismas preocupaciones que sus hijas e hijos, característica de la mediación centrada en el menor (Martínez et al., 2020). Por su parte, los hogares de NSE medio y bajo destacan por la autonomía de los menores para navegar en redes, así como por el escaso diálogo, y un monitoreo menor que en los de NSE alto (pregunta de investigación dos). Esta dinámica puede desdibujar el rol de padres y madres como referencia y autoridad en su labor de mediación (Rumayor, 2016).

 

Por su parte, en relación con la tercera pregunta de investigación, los menores de hogares de NSE bajo se percibieron como los más proclives a tener dificultades para diferenciar la intención y el tipo de contenidos en redes, mientras que los de NSE alto y medio mostraron confianza en sí mismos para discernir entre temáticas y objetivos. Estos resultados coinciden con hallazgos que señalan la falta de autocrítica y exceso de confianza que tienen los adolescentes para enfrentarse a bulos o noticias falsas (Zozaya et al., 2023).

 

Por lo anterior, se puede decir que la variedad de peligros identificados y de plataformas utilizadas por cada grupo coincide con la afirmación de otros estudios en el contexto español donde se evidencia la complejidad en el proceso de mediación parental del entorno digital (Martínez et al., 2020).

 

A pesar de los hallazgos encontrados, es importante tener en cuenta las limitaciones que implica la metodología empleada (la participación de una muestra concreta de 40 individuos), ya que se priorizó profundizar en el cómo y no el qué, más característicos de investigaciones de corte cuantitativo. Por ello, no sería prudente generalizar los resultados aquí compartidos y deben interpretarse en su contexto, más aún cuando se ha tomado como referente el nivel socioeconómico, una variable muy dependiente de la realidad de cada zona o región.

 

En conclusión, en el contexto digital los menores son un público particularmente vulnerable ante los riesgos por su falta de capacidad crítica, todavía en desarrollo. Los resultados de este estudio ponen de manifiesto que puede haber una doble vulnerabilidad en el caso de los hijos de hogares de NSE más bajo, en el cual padres y madres manifiestan tener menor conocimiento para mediar en su relación con las redes sociales (Ren et al., 2022). Este punto señala de manera especial la urgencia de implementar acciones y recursos formativos dirigidos particularmente a padres y madres de este segmento de población.

 

Al mismo tiempo, y ante la realidad de que las redes sociales (Lozano-Blasco et al., 2023; Orben, 2020) y el entorno digital en general (Daneels & Vanwynsberghe, 2017; Feijoo et al., 2021; López-de-Ayala et al., 2019; Lozano-Blasco et al., 2023) alteran el rol de referencia de padres y adultos, las estrategias educativas familiares se beneficiarían de incluir elementos como la prudencia, el sentido común y la confianza (Rumayor, 2016). Máxime si se tiene en cuenta el enfoque child-centered que apuesta por el desarrollo de la autonomía de los hijos también en el contexto digital.

 

Los riesgos son parte de la experiencia vital y digital a todas las edades, pero para los padres constituyen una fuente de preocupación de primer orden. No obstante, y considerando las diferencias entre las experiencias digitales de padres e hijos, la percepción de los primeros de los riesgos potenciales a los que se exponen los segundos no siempre se corresponde con la realidad. Por ello, es preciso seguir indagando en investigaciones que pongan de manifiesto esta doble visión y que puedan después ser base para futuras acciones dirigidas a las familias. En concreto, en América Latina los padres demandan de las escuelas y de las políticas públicas una mayor preparación para enfrentar la alfabetización digital de los niños, niñas y adolescentes.

En el caso de los participantes pertenecientes al NSE medio, se identifica una independencia en la navegación de los adolescentes, similar a la de NSE bajo, con la diferencia que padres y madres son más optimistas respecto a la capacidad de sus hijos/as. Esto llama especialmente la atención porque podría suponer una supervisión más relajada a una audiencia que requiere un acompañamiento significativo por parte de adultos. Además, y de forma general, la falta de comunicación entre grupos de mayores y menores podría favorecer una disonancia entre la percepción de peligros y ventajas en línea.

 

En el diseño de estas acciones, la consideración del NSE debería ser tenido en cuenta para evitar una doble vulnerabilización debida a este factor. Esto es particularmente relevante cuando el acceso a la tecnología no está limitado por el NSE de la misma manera que la capacidad de mediar. Otra cuestión que valorar es la influencia de madres y padres a los hijos/as y cómo las preocupaciones de los primeros se ven reflejadas en los términos empleados por los adolescentes para describir los riesgos en línea; lo anterior se refleja en las respuestas de los participantes del NSE alto, y sería interesante que futuras investigaciones profundizaran en ello a través de métodos cualitativos y cuantitativos.

 


Referencias

 

Álvarez-de-Sotomayor, I. D., & Muñoz, P. C. (2021). Internet y redes sociales: un desafío a la convivencia familiar. Educatio Siglo XXI, 39(2), 123-142. https://doi.org/nckt

Andrino, B., Grasso D., & Llaneras K. (2019, 3 de octubre). ¿Escuela de ricos, escuela de pobres?: cómo la concertada y la pública segregan por clase social. El País. https://elpais.com/sociedad/2019/09/30/actualidad/1569832939_154094.html

Andrino, B., Grasso D., Llaneras K., & Sánchez, Á. (2021, 28 de abril). El mapa de la renta de los españoles, calle a calle. El País. https://n9.cl/xsv0g

Berger, A. (1998). Media research techniques. Sage. https://doi.org/10.4135/9781452243160

Berríos-Valenzuela, L., Buxarrais-Estrada, M., & Garcés, M. (2015). Uso de las TIC y mediación parental percibida por niños de Chile. Comunicar, 23(45), 161-168. https://doi.org/10.3916/C45-2015-17  

Cabello, P., Claro, M., Lazcano-Peña, D., & Antezana, L. (2018). La inclusión digital de niños y adolescentes chilenos desde la perspectiva de usos y habilidades. En E. Jiménez, M. Garmendia, & M. Á. Casado (Coords.), Entre selfies y whatsapps: oportunidades y riesgos para la infancia y la adolescencia conectada (pp. 259-278). Gedisa.

Chang, F.-C., Chiu, C.-H., Chen, P.-H., Chiang, J.-T., Miao, N.-F., Chuang, H.-Y., & Liu, S. (2019). Children’s use of mobile devices, smartphone addiction and parental media-tion in Taiwan. Computers in Human Behavior, 93, 25-32. https://doi.org/ggcnvq

Condeza, R., Herrada-Hidalgo, N., & Barros-Friz, C. (2019). Nuevos roles parentales de mediación: percepciones de los padres sobre la relación de sus hijos con múltiples pantallas. Profesional de la Información, 28(4), e280402. https://doi.org/gj8c5q

Consejo de Europa. (2006). Recommendation of the Committee of Ministers to Member States on policy to support positive parenting. https://acortar.link/4CQnip

Cortoni, I. (2017). Digital competence and family mediation in the perception of online risk to adolescents: Analysis of the Montenegro case study. International Journal of Media and Information Literacy, 2(2), 68-78. https://doi.org/10.13187/ijmil.2017.2.68

Correa, T., Pavez, I., & Contreras, J. (2020). Digital inclusion through mobile phones?: A comparison between mobile-only and computer users in internet access, skills and use. Information, Communication & Society, 23(7), 1074-1091. https://doi.org/gfrkch

Daneels, R., & Vanwynsberghe, H. (2017). Mediating social media use: Connecting parentsmediation strategies and social media literacy. Cyberpsychology. Journal of Psychosocial Research on Cyberspace, 11(3). https://doi.org/10.5817/CP2017-3-5

De Leyn, T., De Wolf, R., Vanden Abeele, M., & De Marez, L. (2022). In-between child’s play and teenage pop culture: Tweens, TikTok & privacy. Journal of Youth Studies, 25(8), 1108-1125. https://doi.org/10.1080/13676261.2021.1939286

Dias, P., & Duarte, A. (2022). TikTok practices among teenagers in Portugal: A uses & gratifications approach. Journalism and Media, 3(4), 615-632. https://doi.org/nckw

Dodel, M., & Mesch, G. (2018). Inequality in digital skills and the adoption of online safety behaviors. Information, Communication & Society, 21(5), 712-728. https://doi.org/10.1080/1369118X.2018.1428652

Esterberg, K. (2002). Qualitative methods in social research. McGraw-Hill.

Feijoo, B., Sádaba, C., & López-Martínez, A. (2023). Spanish minorsperception of their parents’ role in their use of social media networks. International and Multidisciplinary Journal of Social Sciences, 12(2), 157-182. https://doi.org/10.17583/rimcis.11017

Feijoo, B., Sádaba, C., & Martínez, G. (2021). On my own: Acquiring technical digital skills for mobile phone use in Chile: Parents-children perceptions. International Journal of Media and Information Literacy, 6(2), 289-298. https://doi.org/nckx

Ferrari, A. (2013). Digcomp: A framework for developing and understanding digital competence in Europe (Report EUR26035). Joint Research Centre of the European Commission. https://doi.org/10.2788/52966

Garmendia, M., Jiménez, E., Karrera, I., Larrañaga, N., Casado, M. A, Martínez, G., & Garitaonandia, C. (2019). Actividades, mediación, oportunidades y riesgos online de los menores en la era de la convergencia mediática. EU Kids Online; Instituto Nacional de Ciberseguridad. http://hdl.handle.net/10810/49632

Geržičáková, M., Dedkova, L., & Mýlek, V. (2023). What do parents know about children’s risky online experiences? The role of parental mediation strategies. Computers in Human Behavior, 141, 107626. https://doi.org/10.1016/j.chb.2022.107626

Instituto Nacional de Estadística [España]. (2022). Encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación (TIC) en los hogares. https://n9.cl/ineusotecnologia

Lian, L., You, X., Huang, J., & Yang, R. (2016). Who overuses smartphones?: Roles of virtues and parenting style in smartphone addiction among Chinese college students. Computers in Human Behavior, 65, 92-99. https://doi.org/10.1016/j.chb.2016.08.027

Livingstone, S., & Helsper, E. J. (2008). Parental mediation of children’s internet use. Journal of Broadcasting y Electronic Media, 52(4), 581-599. https://doi.org/c2jxmk

Livingstone, S., Mascheroni, G., & Stoilova, M. (2023). The outcomes of gaining digital skills for young people’s lives and wellbeing: A systematic evidence review. New Media & Society, 25(5), 1176-1202. https://doi.org/10.1177/14614448211043189

Livingstone, S., Ólafsson, K., Helsper, E. J., Lupiáñez-Villanueva, F., Veltri, G. A., & Folkvord, F. (2017). Maximizing opportunities and minimizing risks for children online: The role of digital skills in emerging strategies of parental mediation. Journal of Communication, 67(1), 82-105. https://doi.org/10.1111/jcom.12277

López-de-Ayala, M.-C., Martínez-Pastor, E., & Catalina-García, B. (2019). Nuevas estrategias de mediación parental en el uso de las redes sociales por adolescentes. Profesional de la Información, 28(5), e280523. https://doi.org/10.3145/epi.2019.sep.23

Lozano-Blasco, R., Mira-Aladrén, M., & Gil-Lamata, M. (2023). Redes sociales y su influencia en los jóvenes y niños: análisis en Instagram, Twitter y YouTube. Comunicar, 31(74), 125-137. https://doi.org/10.3916/C74-2023-10

Martín, S., & Castiblanco, R. (2024). Interacciones en las redes sociales virtuales: una revisión sistemática de la literatura. Revista Fuentes, 26(1), 1-12. https://doi.org/10.12795/revistafuentes.2024.22046  

Martín-Ramallal, P., & Ruiz-Mondaza, M. (2022). Agentes protectores del menor y redes sociales: el dilema de TikTok. Revista Mediterránea de Comunicación, 13(1), 31-49. https://doi.org/10.14198/MEDCOM.20776

Martínez, G., Casado, M.-A., & Garitaonandia, C. (2020). Estrategias online de mediación parental en contextos familiares de España. Comunicar, 28(65), 67-76. https://doi.org/10.3916/C65-2020-06

Orben, A. (2020). Teenagers, screens and social media: A narrative review of reviews and key studies. Social Psychiatry and Psychiatric Epidemiology, 55(4), 407-414. https://doi.org/10.1007/s00127-019-01825-4

Pérez-García, A., Suárez-Perdomo, A., López-Martínez, A., & Martínez, G. (2024). Los adolescentes y la construcción del pensamiento crítico para la gestión de los retos y las noticias falsas en las redes sociales. Aloma, 42(1), 59-67. https://doi.org/10.51698/aloma.2024.42.1.59-67

Ren, W., Zhu, X., & Yang, J (2022). The SES-based difference of adolescents’ digital skills and usages: An explanation from family cultural capital. Computers & Education, 177, 104382. https://doi.org/10.1016/j.compedu.2021.104382

Rivera, J., Gordo, Á. J., García-Arnau, A., & Díaz-Catalán, C. (2021). Los factores estructurales e intervinientes de la socialización digital juvenil: una aproximación mediante el método Delphi. Revista Complutense de Educación, 32(3), 415-426. https://doi.org/10.5209/rced.70389  

Rodríguez-de-Dios, I., van Oosten, J., & Igartua, J.-J. (2018). A study of the relationship between parental mediation and adolescents’ digital skills, online risks and online opportunities. Computers in Human Behavior, 82, 186-198. https://doi.org/gp6mz4

Rojas, E., & Poveda, L. (2018). Estado de la banda ancha en América Latina y el Caribe. Comi-sión Económica para América Latina y el Caribe.

Rosenblum, K. (1987). The indepth interview: Between science and sociability. Sociological Forum, 2(2), 388-400. https://doi.org/10.1007/BF01124171

Rumayor, M. (2016). El problema de la autoridad en la familia frente al reto de las redes sociales. Teoría De La Educación. Revista Interuniversitaria, 28(2), 75-92. https://doi.org/10.14201/teoredu2827592

Schofield, L. (2011). Parental mediation theory for the digital age. Communication Theory, 21(4), 323-343. https://doi.org/10.1111/j.1468-2885.2011.01391.x

Silverstone, R. (Ed.) (2005). Media, technology and everyday life in Europe: From information to communication. Ashgate.

Smahel, D., Machackova, H., Mascheroni, G., Dedkova, L., Staksrud, E., Ólafsson, K., Livingstone, S., & Hasebrink, U. (2020). EU Kids Online 2020: Survey results from 19 countries. EU Kids Online. https://doi.org/10.21953/lse.47fdeqj01ofo

Trucco, D., & Palma, A. (2020). Infancia y adolescencia en la era digital: un informe comparativo de los estudios de Kids Online del Brasil, Chile, Costa Rica y el Uruguay. Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

van Deursen, J. A., Helsper, E. J., & Eynon, R. (2016). Development and validation of the Internet Skills Scale (ISS). Information, Communication & Society, 19(6), 804-823. https://doi.org/10.1080/1369118X.2015.1078834

van Ingen, E., & Matzat, U. (2018). Inequality in mobilizing online help after a negative life event: The role of education, digital skills, and capital-enhancing Internet use. Information, Communication & Society, 21(4), 481-498. https://doi.org/ggp7zn

Vaquero, E.(2020). Parentalidad digital. Studium Educationis. Rivista Semestrale per le Professioni Educative, (3), 203-214. https://doi.org/10.7346/SE-032020-14

Wang, C.-H., Sher, S., Salman, I., Janek, K., & Chung, C.-F. (2022). «TikTok made me do it»: Teenagersperception and use of food content on TikTok. IDC '22: Proceedings of the 21st Annual ACM Interaction Design and Children Conference (pp. 458-463). https://doi.org/10.1145/3501712.3535290

Zhang, R.-P., Bai, B.-Y., Jiang, S., Yang, S., & Zhou, Q. (2019). Parenting styles and internet addiction in Chinese adolescents: Conscientiousness as a mediator and teacher support as a moderator. Computers in Human Behavior, 101, 144-150. https://doi.org/10.1016/j.chb.2019.07.019

Zozaya, L., Sádaba, C., & Feijoo, B. (2023). «Fake or not, I’m sharing it»: Teen perception about disinformation in social networks. Young Consumers, 25(4), 425-438. https://doi.org/10.1108/YC-06-2022-1552

 

 


Notas

* La investigación se realizó de primero de septiembre de 2020 a 31de agosto de 2022. Fue financiada por la Universidad Internacional de la Rioja (Unir), Biennium 2020-2022. Área: ciencias sociales y humanas. Subárea: comunicación.