Segunda sección: estudios e investigaciones
DOI: 10.11600/rlcsnj.22.2.6249
Jóvenes de película:
genealogía y cine juvenil en Chile del siglo XX *
Young film stars: Genealogy and youth cinema in Chile
in the 20th century
Jovens
no filme: Genealogia e cinema juvenil no Chile no século XX
Óscar Aguilera-Ruiz, Ph. D.1
1 Departamento de Estudios Pedagógicos,
Universidad de Chile. Doctor en Antropología, Universitat Autónoma
de Barcelona. Posdoctor en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, Universidad de
Manizales-Cinde, PUC-SP, Clacso. Profesor Asociado, Universidad de Chile.
0000-0001-9990-666X. H5: 10. Correo electrónico: oaguilera@u.uchile.cl
Recibido: 25.10.2023 Aceptado:
26.02.2024 Publicado: 19.04.2024
Resumen (analítico)
Exponemos resultados de una investigación
cuyo propósito es analizar genealógicamente la representación juvenil a partir
de las películas de ficción chilenas producidas entre 1939-1999. El trabajo
investigativo implicó analizar 43 largometrajes de ficción sonoro, construir
archivos de documentos y productos culturales vinculados con cada época, así
como documentar directores y las propias películas. Los principales hallazgos
se organizan alrededor de la noción de archivos de cine juvenil, que ofrece una
metodología para trabajar en análisis cinematográfico, así como el
reconocimiento de tres fórmulas de representación de lo juvenil en estas
películas: clase, amor y sexualidad, trayectorias esperadas. Esto permite
asentar la importancia de observar históricamente la producción de la categoría
juventud y atender al papel que las producciones culturales como el cine tienen
en la elaboración de ideas de juventud.
Palabras clave: Juventud;
cine; método histórico; Chile. Tesauro de Ciencias Sociales de la Unesco.
Abstract (analytical)
This article presents the results of a genealogical
analysis of the representation of young people in Chilean fiction films
released between 1939-1999. The study involved analyzing 43 feature films, as
well as examining archives with documents and cultural products from each era
and documenting the lives of the directors and the reception of the films when
they were released. The author developed a methodology titled Youth Film
Archives that involves cinematographic analysis and identifying the presence of
the three plot structures used to represent young people in these films: class,
love/sexuality and expected trajectories. The study evidences the importance of
the historical analysis of youth film production, given the role that cultural
productions like cinema have in constructing our ideas about young people.
Keywords Youth; cinema; historical method; Chile.
Resumo (analítico)
Apresentamos resultados de investigação que
visa analisar genealogicamente a representação juvenil a partir da filmes de
ficção chilena realizada entre 1939-1999. O trabalho documental e visual envolveu
a análise de 43 longasmetragens de ficção sonora, a construção de arquivos de
documentos e produtos culturais vinculados a cada época, bem como a
documentação dos diretores e dos próprios filmes. As principais conclusões
organizam-se em torno da noção de arquivo de filmes juvenis, que oferece uma
metodologia de trabalho na análise cinematográfica, bem como o reconhecimento
de três fórmulas de representação da juventude nestes filmes: classe, amor e
sexualidade, trajetórias esperadas. Isto permite-nos estabelecer a importância
de observar historicamente a produção da categoria juvenil e atentar para o
papel que as produções culturais, neste caso o cinema, têm na elaboração das
ideias de juventude.
Palavras-chave Juventude; cinema; método histórico; Chile.
Introducción
Este artículo interroga la conformación y
representación de juventud en el siglo XX en los soportes audiovisuales y
particularmente el cine. Una revisión en el campo permite observar un interés
emergente (Babino, 2015; Braghetto et al., 2024; Feixa y Nofre, 2013; Podalsky, 2022;
Ventura, 2019), aunque la perspectiva histórica para entender la
juventud ha privilegiado escenarios como la escuela, la política y los medios
de comunicación (Salazar & Pinto 2002; Toro, 2014), así como específicas
fuentes de investigación en las que se encuentran testimonios, entrevistas y
discursos textuales como documentos, prensa y libros escolares (Aguilera, 2014;
González, 2004, 2011; Muñoz-Tamayo, 2011; Toro, 2012). El estudio de la cultura
visual y el cine, como lugares de interrogación sobre el sujeto joven, sigue
siendo minoritario en los estudios de juventud. (Benedicto et
al.,
2022). En cambio, reconocemos un desarrollo en el campo de los estudios de cine
(film
studies), donde ubicamos el trabajo de Podalsky sobre los
procesos socioculturales vinculados a los pánicos morales sobre la juventud
(2022) o las indagaciones de Carolina Rocha (2018) sobre las disputas en las
representaciones de género en el cine contemporáneo argentino. En esa misma
línea se ubica el aporte de Deborah Martin (2012), con foco en Colombia,
respecto a las culturas femeninas del cine en su vínculo con la pintura y la
literatura, así como al cine de la realizadora argentina Lucrecia Martel
(Martin, 2019). También reconocemos el aporte de Barraza (2018) sobre la construcción
de subjetividades de género en el novísimo cine chileno. Así mismo, destacamos
el trabajo desde el campo educativo sobre el vínculo entre cine y juventud
(Pereira & Urpí, 2005).
Esta preocupación se ubica en el marco de un
programa investigativo que denominamos «genealogía de lo juvenil»
(Aguilera, 2014). Se trata de una perspectiva que
tributa a la discusión sobre la conformación de ideas de juventud en Chile y el
papel que
tuvo la industria cultural en ese proceso (Aguilera & Saa, 2022; Braghetto et
al.,
2024; Saa, 2018, 2021). Está fundamentada en la perspectiva de Foucault, quien
sostiene que toda genealogía «se opone al origen» en
tanto no comparte las significaciones metahistóricas o teleológicas que
no son sino modalidades ideales de historia que fundan una verdad, una «especie de error que
tiene para sí el no poder ser refutada, sin duda porque
la larga cocción de la historia la
ha vuelto inalterable» (Foucault, 2008, p. 22). Con ello, la pregunta no será
tanto por el nacimiento de la juventud (cuándo se originó), sino por el
despliegue histórico (cómo fue posible la juventud). Esto implica desplazar el
foco de análisis del origen a la procedencia y de la representación al dispositivo,
lo que permite superar el entrampamiento
representacional mimético y avanzar hacia los procesos involucrados en la
construcción de la idea de juventud. Como perspectiva, discute la idea de
historia como una secuencia articulada y coherente de sujetos, así como la
naturalidad de los atributos y características asociados a los sujetos y los
hechos indagados.
La genealogía, como análisis de la procedencia, focaliza su interés en
«visibilizar los mecanismos de producción de verdad que permitieron la construcción de una idea de
juventud y específicamente relevar aquellos discursos y estrategias materiales que acompañaron la construcción de dicha idea
y otras edades» (Saa, 2016, p. 133). Este tipo de análisis implica, a su vez,
reubicar el concepto de representación y pensarlo como un proceso donde la
«propia representación es un actor más» (Mitchell, 2009, p. 362). Esto implica
comprender la coherencia de las imágenes con su época: tecnologías,
experiencias de observación e instituciones epocales, convenciones
representacionales y efectos en la sociedad (Tagg, 2005).
De esta manera, la pregunta que organizó el proceso investigativo sobre cine y juventud fue: ¿cuál es
el papel que cumplió
la industria cinematográfica nacional, sus productos asociados (cine, revistas,
póster, etc.) en la conformación de una idea de juventud en la sociedad
chilena? A su vez, el objetivo general fue analizar genealógicamente la representación
juvenil en Chile, a partir de la producción cinematográfica chilena de ficción
y los dispositivos comunicacionales, legislativos y visuales que acompañaron/posibilitaron dichas
representaciones entre 1939 y 1999. Por cierto, tanto la pregunta como el
objetivo remiten al proceso investigativo en su totalidad, por ello enfatizamos
que en este este artículo se presentarán dos
avances de resultados de esta investigación aún en curso: la construcción de un
archivo de cine juvenil en Chile y la identificación de fórmulas representacionales de lo juvenil en los filmes
analizados. Archivo y fórmula representacional constituyen lo que entendemos como conjunto crítico
(Foucault, 1992), es decir, la arquitectura general que sostiene y fundamenta la idea de juventud e identifica quienes serían los jóvenes, tanto porque son nombrados desde lo adulto o por ellos mismos. Desde estos
resultados iniciales avanzaremos, en otro texto, en la comprensión genealógica
de la juventud desde la cinematografía y la cultura visual.
Método
Entendemos las películas como documentos
culturales que necesariamente deben ser estudiados en
todas sus dimensiones, siguiendo la propuesta interpretativa de la cultura y la
descripción densa como estrategia analítica (Geertz, 1987; Marcus & Fisher,
2000). Así, cada film-documento señala el punto de partida en
dirección a otras capas que se conforman como dispositivos
político-culturales que posibilitan representaciones sobre lo
juvenil.
Este método documental nos permitió trabajar
con fuentes diversas para documentar cada pieza, década o representación
juvenil: a) aquellas ligadas a las legislaciones; b) otras
ligadas a la industria mediática; c) finalmente, aquellas
ligadas a la cultura visual. Estas fuentes son de naturaleza distinta
(textuales y visuales) y van desde decretos gubernamentales, legislaciones y
apoyos económicos, revistas de cine, crónicas especializadas, hasta imágenes
visuales, publicidades, carteles e historia cultural de los procesos chilenos y
extranjeros en relación al cine y la cultura de masas (figura 1).
Figura 1 Análisis películas como acontecimientos
Así, desplegamos tres procedimientos metodológicos articulados: 1) la definición
y delimitación de acontecimientos cinematográficos para la organización de la
muestra; 2) la identificación de narrativas audiovisuales y representaciones
juveniles para el análisis de las películas seleccionadas; 3) una estrategia
documental —textual y visual— para el análisis de los múltiples dispositivos que permitieron el proceso de representación
de lo juvenil en el cine.
Las películas se encuentran disponibles en el archivo de la Cineteca
Nacional, organismo público que tiene como propósito la preservación del patrimonio fílmico chileno. Aquí se ubica un acervo importante, pues al
proceso de recuperación de filmes mediante digitalización de obras, adquisición de copias y derechos de
reproducción, suma la construcción de un archivo documental que incorpora bibliografía, material de directores/as cinematográficos
y productos asociados como afiches, películas y revistas especializadas.
El trabajo con películas ha estado sujeto a una actualización permanente
del universo de films, pues cada año se suman nuevas películas que han sido recuperadas y puestas a
disposición de la sociedad. No obstante aquello, no vemos afectada la significatividad ni relevancia de nuestra
muestra pues en esta investigación se analizó un número muy alto de películas
en relación al foco de interés: aquellos filmes que efectivamente incorporan lo juvenil como un tema significativo.
El acceso a estas películas se realizó observando la totalidad del
catálogo. Al acceder y analizar este material, reconocimos todas aquellas en que se encuentran presentes narrativas que refieren a lo juvenil. Así determinamos un total de 49 piezas audiovisuales
pertinentes para nuestra investigación que cumplían con las características fílmicas presupuestadas en el proyecto: largometrajes de ficción,
nacionales y con sonido.
Cada largometraje fue analizado en su especificidad como lenguaje (Pulecio, 2008). Este
procedimiento metodológico se divide en dos estrategias y herramientas:
análisis audiovisual (narrativo y autoral) y el análisis de lo juvenil. Frente
a la primera estrategia, cada pieza audiovisual fue analizada de manera
autónoma, identificando sus narrativas y materialidades: género, guion, planos,
elipsis, imagen, sonorización, formas expresivas, las ideologías de su montaje
y las temáticas desplegadas. Todo ello constituye el análisis narrativo. En
segundo lugar, analizamos a su creador/director, su producción artística, financiamiento,
y el lugar que ocupa en
la historia de la cinematografía nacional. Este fue el núcleo del análisis autoral.
Mientras que, en relación a la segunda, el análisis de lo juvenil, cada película
fue analizada a partir de las dimensiones cuerpo, sentimientos, sociabilidad,
socialización y consumo del sujeto juvenil representado. Identificamos cómo se presentan dichas categorías
para representar a lo joven en el cine de ficción chileno y, posteriormente, realizamos un análisis agregado.
Por
tratarse de investigación financiada con recursos públicos, los materiales de nuestra investigación
quedan disponibles y con acceso libre a la
comunidad científica y público en general. Esto contribuye a la integridad y
auditabilidad de nuestros procesos investigativos. Entre los materiales,
disponemos de grabaciones de las sesiones de análisis de cada película y en la que participa todo el equipo de investigación, catastro de películas
debidamente reseñadas e identificadas en su pertinencia para el análisis de lo
juvenil, así como las debidas autorizaciones de uso de imágenes o reproducción
de películas según sea el caso.
Resultados
Un archivo de cine juvenil en Chile
La afirmación de la existencia temprana de un
cine juvenil durante el siglo XX en Chile y la posibilidad de construcción de
un archivo de películas juveniles constituyen resultados significativos de este
proyecto. Es importante señalar esto, por cuanto en la historia social y
cultural chilena la pregunta por la juventud en el cine no ha sido abordada
sistemáticamente, en parte por partir por una definición cerrada de cine juvenil y un corpus
muy limitado de filmes que ingresan en esa categorización. A su vez, no se establecen diálogos
con la cultura visual de cada época, las legislaciones y políticas existentes,
así como los propios procesos socioculturales que involucran a las y los jóvenes (Braghetto et
al., 2024).
Por ello, como primer resultado tenemos la confección de un catastro de
las películas chilenas, identificando largometrajes de ficción y sonoros
recuperados.[1] Contamos un total de 138
películas producidas en Chile, de las cuales un 40% (55 películas) contienen la
figura del joven en un lugar de importancia dentro del relato cinematográfico.
Del total, se encontraron disponibles y analizables 43 filmes. Con ello,
podemos apreciar en su justa dimensión la importancia que tuvieron las experiencias y temáticas
juveniles en la cinematografía nacional.
Las 43 películas visionadas, documentadas y sistematizadas pueden ser
nombradas como «películas juveniles» en tanto las temáticas, representaciones y
formas expresivas a través del lenguaje audiovisual se inscriben en lo que entendemos por sociabilidad y cultura
juvenil[2]. En
otras palabras, es la presentación de actuaciones sobre lo joven y sus
atributos asociados que, en vínculo con diversas dimensiones e interacciones de la vida en
sociedad, se desarrollan y representan en los largometrajes de ficción chilenos
del siglo XX. Este cine juvenil contempla narrativas y representaciones que se pueden dividir en:
1. Filmes cuyo relato principal se sostiene
en la figura de un/una joven quien, a partir de la narrativa, exhibe
conductas, atributos asignados y sociabilidades del mundo joven. Es lo que también podríamos denominar «películas
identitarias» que vinculan
el imaginario e identidad juvenil de cada época histórica.
2. Filmes cuyo relato principal es de
características edificantes, donde la narrativa se centra en la eficacia de escenarios
institucionalizados como la escuela, la familia, el trabajo y lo militar (caso
varonil) y sus respectivos ritos de paso.
3. Películas de interés y consumo juvenil.
Esta clasificación, propia del campo de estudios de audiencias, refiere a
películas que fueron
hechas sobre y para los jóvenes como público específico y se despliega en
diálogo con distintos productos y procesos organizados en una lógica de
industria del entretenimiento.
4. Películas como documentos socioculturales.
Aunque el foco está puesto en otros temas (acción
histórica, consumos de alcohol y drogas, migración campo-ciudad, etc.), son filmes
que, a partir de escenas, marcas o
estereotipos, ubican ideas sobre juventud y son exhibidos de forma naturalizada
«atributos propiamente juveniles » de cada época.
Las siete décadas estudiadas permitieron construir una panorámica y
prestar especial atención a ciertos períodos que se presentaban como de mayor relevancia.
Esta radiografía a la
producción cinematográfica juvenil permitió visibilizar los vínculos entre la
industria cinematográfica y el relato estatal y de políticas públicas sobre la
materia figura 2). Así, no es de extrañar que sean los cuarenta y los noventa momentos de gran producción fílmica; primero por la existencia del fondo
al fomento del cine y la creación de la empresa estatal (Chilefilms en 1942) y,
posteriormente, en los noventa con la apertura democrática, los incentivos al
cine chileno y la digitalización de los procesos cinematográficos. Mención
especial a la década del sesenta, hito global en América Latina y el Caribe de
una altísima productividad cinematográfica al alero del nuevo cine
latinoamericano.
Figura 2 Producción. Películas chilenas sonoras de ficción en el siglo XX
Por otra parte, documentamos trayectorias e influencias de cineastas que produjeron más de una película juvenil en
el periodo: Cristian Sánchez (4 películas), Gonzalo Justiniano (2 películas),
Raúl Ruiz (2 películas), José Bohr (3 películas) y Miguel Frank (2 películas).
Incorporamos a otros autores de renombre como Silvio Caiozzi quien, por la importancia de sus filmes en la memoria chilena, no puede ser obviado
(Julio
comienza en Julio, 1979).
Cabe señalar que en la
muestra analizada entre 1939 y 1999 solo contamos dos mujeres directoras:
Tatiana Gaviola (Ángeles, 1988) y Antonia Olivares (Historias
de Sexo, 1999). Se constituye
así un universo autoral que centró sus preocupaciones en el mundo joven y sobre el cual no
existen investigaciones que analicen en detalle esta construcción de lo juvenil en sus obras.
El archivo de películas juveniles no solo reconoce la existencia de filmes,
sino también de un ecosistema cultural en donde cada película se vincula con la
sociedad y otros productos culturales de época. En ese aspecto, las revistas de
cine se ubican en una posición estratégica para reconstruir el sentido
histórico de cada pieza y constituyen bisagra para comprender los propósitos de
industria, intencionalidad de sus creadores y la recepción del público.
Sistematizamos un total de 32 revistas de cine producidas en Chile (1939 y
1999), y reconocemos su aporte a las prácticas de representación que no solo se producen «en pantalla», sino que son resultado de la conexión con estos
otros productos culturales.
La revista Ecrán es emblemática por su periodicidad e impacto (1930-1969). Acompañó buena
parte de los filmes
juveniles del siglo XX y permitió incorporar 212 documentos (entre reportajes,
entrevistas y reseñas) en relación con 19 películas de la muestra. Pudimos
conocer el contexto local de cada película, la opinión especializada que fue configurando un oficio (crítico de
cine), los debates y comparaciones con el cine extranjero, entrevistas a
directores y actores, etc. Todo esto ayudó a reconstruir el entramado del
estrellato criollo y el universo simbólico y visual en que se inscribe cada película. De allí que pudimos observar citas visuales,
referencias estilísticas, ideológicas y de época. Un ejemplo de esto es el
vínculo entre la película el Rey del Barrio (Martínez, 1950, México) y Río
abajo (Frank, 1950, Chile) a
partir de ambas protagonistas juveniles que sueñan su debut en sociedad en alusión al estilo moderno norteamericano. Al
mismo tiempo, notamos el despliegue en torno a la figura de la actriz Alma Montiel, protagonista
de Rio
Abajo, como expresión de un star
system criollo.
Sobre representaciones juveniles en el cine
de ficción
En el cine analizado reconocemos tres fórmulas de representación
que organizan lo que se dice/muestra/actúa como juventud. El
primero de ellos es la clase, que encuentra
en el cine un medio donde reproducir simbólicamente su estructura, devenir guía
pedagógica para las audiencias juveniles, así como espacio de visibilización de
jóvenes no hegemónicos. La fórmula referida a «diferencias de clase entre
jóvenes» surge como uno de los principales tópicos representados y constituye
el nudo problemático desde el cual se desarrollan películas como El
hechizo del Trigal (Liguoro,
1939), Romance de medio siglo (Moglia, 1944), La casa en que vivimos (Kaulen, 1970), Natalia
(Irarrázabal, 1971), Palomita
Blanca (Ruiz, 1973), Cautiverio
feliz (Sánchez, 1998).
Es Palomita Blanca, tal vez, la que mayor impacto y memoria construyó sobre la juventud chilena. Basada
en la obra homónima del escritor Enrique Lafourcade, relata el encuentro y enamoramiento entre María, una
muchacha estudiante de secundaria de condición socioeconómica muy baja, y Juan
Carlos, un joven de clase alta y con acceso a dinero, automóvil propio y
productos de consumo juvenil como ropa, discos, entre otros.
La película está ambientada en doble telón de fondo: por una parte, el
proceso político de la Unidad Popular en Chile, con una fuerte politización
social y, por otra, el Festival de Piedra Roja que simboliza la emergencia de una
contracultura hippie que intentará superar las polarización y
enfrentamientos de clase. Esta película se estrenó en septiembre de 1973, sin
embargo, el golpe militar y la posterior dictadura la mantuvieron sin exhibir
hasta 1992.
En segundo lugar, la fórmula del amor romántica y la sexualidad será una
característica de los filmes juveniles y estará presente desde las primeras
películas analizadas. El romance no es solo telón de fondo donde se desarrollan
las distintas experiencias juveniles, sino que es un texto/marcador estable para la juventud representada. En tanto,
es posible observar tempranamente varias escenas/películas que incorporan la sexualidad como un elemento
de tensión para protagonistas y el relato, constituyendo así puntos de fuga al
contexto de época y la eventual censura. Casos ejemplares constituyen películas
como El
padre pitillo (De Ribón,
1946), Si mis campos hablaran (Bohr, 1950), New Love (Covacevich, 1968), El cumplimiento del
deseo (Sánchez, 1994) o Historias
de sexo (Cruz et
al., 1999).
Observadas desde el presente, algunas de estas películas expresan
valoraciones culturales distintas respecto al propio estatuto de la/el sujeto
joven en su vinculación sexual con adultos. En esta línea reconocemos películas
como La
Hechizada (Álvarez, 1950), Río
abajo (Frank, 1950), Natalia
(Irarrázabal, 1971), Nadie
dijo nada (Ruiz, 1971), Julio
comienza en julio (Caiozzi,
1979), El zapato chino (Sánchez, 1979), Sussi (Justiniano, 1988), Jhonny cien pesos (Graef, 1993). La sexualidad entre jóvenes y
adultos emerge de manera dual como estrategia de agencia desde lo juvenil para
obtener reconocimiento, al tiempo que una relación de dominio por parte del mundo masculino y adulto. En
ambos casos, el cine produce narrativas a partir de las cuales se ponen en
circulación imágenes naturalizadas del género, el cuerpo, el amor y la
sexualidad.
Es ejemplificadora de esta representación la película Natalia, donde su director Juan Irarrázabal narra la
historia de un ejecutivo de empresa, mayor, quien agotado con su rutina laboral y familiar de hombre de familia
decide huir sin rumbo fijo durante un fin de semana. En su camino, se encuentra con la muy joven Natalia, quien abandonó su hogar cansada y aburrida de
su existencia y de la relación con su padre. Entre el maduro ejecutivo y la
joven mujer se produce un romance, escenificado en solitarias playas de la
costa central de Chile y con muchas imágenes oníricas que expresarán el subconsciente de ambos
protagonistas. La película pone en escena una relación y sexualidad que, a ojos de hoy, nos conflictúa por la
asimetría etaria entre ambos, aunque muy cuidadosa de no mostrar explícitamente los cuerpos ni situaciones
dramáticas de la narración como lo es un suicidio.
Una última fórmula presente en las películas refiere a las trayectorias que el mundo adulto construye y desea respecto
a la juventud: vinculadas al mundo del trabajo en las primeras décadas, y a los
estudios después, constituyen narrativas edificantes que el cine producirá sobre las y los jóvenes.
Un ejemplo lo constituyen las películas de desilusión o hijos descarriados, en que la renuncia a cumplir con el mandato paterno y las expectativas
sociales construidas respecto a las trayectorias de esos hijos se movilizan en
género melodrama: Árbol viejo (Navarro, 1943),
Si mis campos hablaran (Bohr, 1947), El
gran circo chamorro (Bohr,
1955), Caluga o menta (Justiniano, 1990) son ejemplo de este cine edificante. Si
mis campos hablaran, película
de José Bohr, retrata el proceso de colonización alemana en el sur de Chile en
el periodo de 1850-1859. Su guion está basado en el libro de memorias Recuerdos
del pasado de Vicente
Pérez Rosales (1882), quien se desempeñó como agente de colonización del Gobierno de Chile y en
tal desempeño se vinculó con colonos alemanes que llegaron a residir y fundar nuevos
asentamientos urbanos en los inexplorados bosques del sur del país. La película cuenta la
historia de un padre que enviuda con el nacimiento de su segundo hijo y debe hacerse cargo no
solo de la subsistencia familiar, sino también de la enseñanza de ambos hijos
varones. Uno de ellos, juerguista, mujeriego y despreciando el país y el
trabajo realizado por su padre, seduce y embaraza a una joven hija de
inmigrantes, para después abandonarla. Su lugar es ocupado por su hermano
menor, un esforzado muchacho y con una férrea ética del trabajo y la familia, y
quien se hace cargo de la joven embarazada y
su hijo a quien cría
como si fuese suyo. En esta película se articulan la cuestión de la identidad
nacional, la modernización y creación de ciudades y riqueza, pero todo vehiculizado por el amor
(romántico), una escena de desnudo, a la distancia, y continuas referencias a
la figura del hijo descarriado.
Discusión
Argumentamos que, desde muy temprano en su desarrollo, el cine nacional chileno prestó
atención a la figura de la juventud y con ello promovió ideas e imágenes de lo
juvenil. Este cine se vinculó con distintas materialidades, productos
culturales y dispositivos institucionales que, funcionando en red, vincularon, potenciaron y reafirmaron ideas de
juventud. Todo aquello lo nombramos «cultura visual», y constituye el ecosistema en el
cual cada película debe ser comprendida y analizada. El papel que el cine tuvo en la generación de esas
condiciones de posibilidad de lo juvenil nos permite reconocer diferentes
momentos históricos y contextos nacionales para producir, circular y apropiar
ideas sobre esta categoría de edad. De esta forma, la cuestión juvenil se
expresará de modos diferenciados según los tópicos de época pongan énfasis en
la cuestión de la identidad nacional o en el proceso sociopolítico que se está experimentado. Así, en Si
mis campos hablaran la ética del
trabajo y el amor a la familia (amor romántico) serán centrales en la narrativa
de construcción de la cuestión nacional. Por su parte, en Palomita
Blanca las diferencias y
contradicciones de clase tensionarán ese amor romántico que intentan construir María y Juan Carlos. En
ambos casos, se trata del amor juvenil, pero articulado a otros procesos
histórico-culturales. Esto será clave para elaborar una comprensión genealógica
de la visualidad juvenil y la yuxtaposición de procesos, saberes y emociones que configuran, de modo situado, ideas sobre
los sujetos pero también sobre los propios valores de época.
Los vínculos con producciones extranjeras, tanto de Hollywood como de
Europa y América Latina, hacen visible una ruta de exploración transnacional de
producción de ideas de juventud a la vez que permite mejores comprensiones de los procesos específicos en cada
momento y contexto país. Otra vez, Palomita
Blanca no puede ser comprendida
por fuera del desarrollo del hipismo como movimiento contracultural global pero
la tensión clasista que introduce la experiencia chilena de ese momento convierte a la
película en algo distinto a una reproducción acrítica del festival de
Woodstock.
Así, constatamos que la preocupación por la juventud no se responde solamente por la
construcción de target o audiencia que consume productos dirigidos a ella tal como enfatizan investigadores
de los youth film studies (Shary, 2002), sino que es resultado de una política cultural que pone al sujeto joven como protagonista y
genera relatos edificantes para la juventud, movilizando para ello productos de
consumo, legislaciones específicas como las de calificación cinematográfica, y
en articulación con procesos globales característicos de la modernización
occidental (urbanización, migración, conflictos sociales, etc.).
La visibilización y legitimidad de un cine juvenil, denominación resultante del propio análisis
desplegado y no como construcción previa desde la cual se accede a una
descripción de su variabilidad (tipos de jóvenes), nos ofrece la posibilidad de
avanzar desde los filmes al universo sociocultural en su conjunto. Los diversos tópicos
sociales expresados son condensados metafóricamente en la figura de la juventud y evidencian tanto una
posición en la estructura social en proceso de cambio cultural como una disposición
institucional que acompañó
y elaboró una narrativa del lugar que cumplen en estos procesos de cambio. Así la juventud, su producción
como categoría y su disposición corporal y actancial está imbricada con la
modernización capitalista, los procesos de urbanización, la construcción de
unas identidades nacionales, los cambios socioculturales, entre otros temas
estructurales y estructurantes de nuestras sociedades. El cine juvenil chileno
nos permite aproximarnos relacionalmente a la construcción social y cultural
del ser joven que produce
cultura y sociedad, como a la sociedad y cultura que producen juventud.
Las tres fórmulas representacionales presentadas (clase, amor y
sexualidad, trayectorias), actúan como un telón de fondo para la visibilización
de una variedad de temas de interés juvenil, así como devienen marcos
narrativos de presentación de arquetipos visuales y culturales sobre la juventud. Se expresan mediante
diversos géneros cinematográficos, y son muy estables durante el siglo XX
naturalizando, por repetición e incorporación, ideas canónicas sobre juventud.
Estos hallazgos son los que nos permitirán avanzar hacia un análisis genealógico en el que, una vez establecidos los sistemas
formales de delimitación y exclusión de lo juvenil o conjunto crítico como lo
hemos referido, profundizaremos en los modos de producir ese amor romántico;
también en la forma en que los sujetos hombres y mujeres incorporaron aquello en su propia conformación de sí mismos,
en los gestos y emociones, a veces despreciadas por ser menores, pero que cumplen específicas funciones en el universo
sociocultural juvenil.
Agradecimientos
El proyecto Fondecyt n.º 1201141 no habría sido posible sin el trabajo
del equipo de investigación compuesto por Marcela
Saa, Marco Braghetto y Leslie Cordonnier, David Bulnes, René Varas y Víctor
Villegas. A los revisores de este artículo, cuyos comentarios nos permitieron
fortalecer el texto y dialogar imaginariamente con ellos.
Notas
* Se presentan resultados del estudio «Jóvenes de película: genealogía de
la juventud a partir de la producción cinematográfica en Chile del siglo XX».
Fecha de inicio: 1 de abril de 2020, actualmente en curso. Fondo de desarrollo
Científico y Tecnológico Nº 1201141 (Fondecyt). Área: sociología. Subárea: ciencias de la información.
[1] Los procesos de
recuperación de archivos fílmicos son largos; por lo mismo, no
todas las películas pesquisadas están disponibles actualmente.
En nuestro caso se habían seleccionado 55 películas con temáticas juveniles,
pero 12 tuvieron que salir porque no estaban disponibles en la Cineteca Nacional de
Chile.
[2] El catálogo de
películas juveniles chilenas 1939-1999 se encuentra disponible en la página www.juventudes.cl
Referencias
Aguilera, O. (2014). La idea de juventud en
Chile: aproximación genealógica al discurso de las revistas de juventud.
Anagramas. Rumbos y Sentidos de la Comunicación, 12(24), 141-159. https://doi.org/10.22395/angr.v12n24a7
Aguilera,
O, & Saa, M. (2022). Youth images: Visual images, representations and
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Para
citar este artículo: Aguilera-Ruiz,
Ó. (2024). Jóvenes de película: genealogía y cine juvenil en Chile del siglo
XX. Revista
Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 22(2), 1-16. https://doi.org/10.11600/rlcsnj.22.2.6249