Segunda sección: estudios e investigaciones
DOI: 10.11600/rlcsnj.22.2.6188
Nidos
lingüísticos: nichos educativos infantiles para el cultivo de la lengua nasa de
Corinto*
Linguistic nests: children's educational niches for
the cultivation of the Nasa-Corinto language
Ninhos
linguísticos: nichos educativos infantis para o cultivo da língua Nasa-Corinto
Vladimir Cocha, Mg.1
Ana Lucía Rosero-Prado,
1 Institución Educativa Agropecuaria
Carrizales, Resguardo Indígena de Corinto, Colombia. Magíster en Educación para la primera infancia.
Administrador de Empresas. Rector de la Institución Educativa Agropecuaria
Carrizales Resguardo Indígena de Corinto, Autoridad Ancestral indígena Sa’t
Wesx del Resguardo Indígena de Corinto periodo 2022 a 2026. H5: 0. Correo
electrónico: vaducho@live.com
2 Universidad de San Buenaventura de Cali,
Colombia. Doctora en Ciencias Sociales, Niñez y
Juventud, Universidad de Manizales y el Cinde. Magíster en Educación Especial
con Énfasis en Dificultades en el Aprendizaje. Especialista en Docencia
Universitaria. Licenciada en Filosofía y letras. Licenciada en Educación
Preescolar. Profesora Universidad de San Buenaventura, Cali.
0000-0002-9364-925X. H5: 7. Correo electrónico: alrosero@usbcali.edu.co
Recibido: 18.09.2023 Aceptado: 22.12.2023 Publicado: 29.04.2024
Resumen
(analítico)
Nuestro
objetivo es revelar las prácticas educativas de revitalización del idioma
materno nasa yuwe. Planteamos cómo el debilitamiento de la educación propia
afecta la armonía entre la naturaleza, los Ne’j
(seres espirituales), la lengua y la
identidad nasa. Proponemos una metodología cualitativa, partiendo de un
paradigma sociocrítico y la sistematización de experiencias por medio de
narrativas de grupos y actores del territorio. Destacamos cómo la revitalización
de la lengua materna nasa yuwe salvaguarda la cultura nasa mediante procesos
del sistema educativo indígena propio, que utilizan estrategias implementadas
fuera del contexto escolar. Concluimos que los nidos lingüísticos son espacios
integrales de formación para las niñas y niños nasa, emanados desde las tulpas
de pensamiento por los Nej’Wesx a los sabedores ancestrales, garantizando la pervivencia
de los pueblos indígenas originarios.
Palabras clave Identidad nasa; educación propia;
práctica educativa; nidos lingüísticos
Abstract (analytical)
Our objective is to reveal the
educational practices of revitalization of the Nasa Yuwe mother tongue. We
propose how the weakening of their own education affects the harmony between
nature, the Ne'j —spiritual beings—, the language and the Nasa identity. We
propose a qualitative methodology, based on a socio-critical paradigm and the
systematization of experiences through narratives of groups and actors of the
territory. We highlight how the revitalization of the Nasa Yuwe mother tongue
safeguards the Nasa culture through processes of the Indigenous Education
System, which use strategies implemented outside the school context. We
conclude that the linguistic nests are integral spaces of formation for Nasa
boys and girls, emanated from the tulpas of thought by the Nej'Wesx to the
ancestral knowers, guaranteeing the survival of the original indigenous
peoples.
Keywords Nasa identity; self-education; educational practice; linguistic nests.
Resumo
(analítico)
O nosso objetivo é revelar as práticas educativas de
revitalização da língua materna Nasa Yuwe. Propomos como o enfraquecimento da
sua própria educação afeta a harmonia entre a natureza, os Ne'j seres
espirituais, a língua e a identidade Nasa. Propomos uma metodologia
qualitativa, baseada num paradigma sóciocrítico e na sistematização de
experiências através das narrativas de grupos e actores do território.
Destacamos como a revitalização da língua materna Nasa Yuwe salvaguarda a
cultura Nasa através dos processos do Sistema de Educação Indígena, que utiliza
estratégias implementadas fora do contexto escolar. Concluímos que os ninhos
linguísticos são espaços integrais de formação das crianças Nasa, emanando das
tulpas de pensamento dos Nej'Wesx para os saberes ancestrais, garantindo a
sobrevivência dos povos indígenas originários.
Palavras-chave Identidade Nasa; autoeducação; prática
educativa; ninhos linguísticos.
Introducción
La
pérdida de las lenguas indígenas en Colombia afecta de forma inconmensurable al
patrimonio cultural. Dentro de esta tendencia, se encuentra la desaparición de
la lengua nasa a causa de factores exógenos, socioculturales y políticos, tales
como el desplazamiento forzado, la educación sin enfoque territorial,
la falta de recursos económicos, la llegada de la tecnología sin una ética de
la comunicación, entre otros. Es preciso anotar que la lengua materna nasa es el eje vital
y el único medio portador de la riqueza cultural ancestral. Por esta razón,
dicha pérdida representaría el silencio de saberes que defienden la
humanidad, la diversidad cultural, la cohesión social y la preservación de las
cosmovisiones y modos de vida propios.
Desde
este lugar, vale la pena resaltar cómo la comunidad nasa denuncia y trabaja con
fuerza el proceso de recolonización de sus territorios y de su pensamiento
(Mejía, 2013). Este se centra en el desarrollismo material, en el enquistamiento de
categorías de pensamiento blanqueadas, en el extractivismo y en la devastación de lo
humano y de lo natural; acciones que originan rupturas y grietas en el
tejido humano y social de los nasa.
Estas
rupturas, a su vez, han ocasionado la pérdida de identidad y la aculturización,
como resultado de las invasiones culturales occidentales. Han desencadenado una
lucha constante por la supervivencia física y cultural, surgida de la necesidad
por defender los valores ancestrales y preservar la lengua materna. En el caso
específico de la lengua nasa, este valor cultural ha representado y sigue
representando el único medio para la pervivencia ancestral. Sin embargo, con la
llegada de las escuelas occidentales desde la década de 1940, su uso fue
socialmente penalizado y su enseñanza castigada; incluso negada por sacerdotes,
monjas y docentes, quienes la
consideraban una práctica maligna.
Las
personas adultas fueron víctimas de abusos físicos y psicológicos; muchas abandonaron
las escuelas y optaron por no enseñar su idioma a sus hijos e hijas para evitar
humillaciones y exclusiones. Esta situación generó la pérdida de la identidad
cultural y la interrupción en la transmisión de la nasa yuwe, aspecto crucial
para la comunidad indígena en el territorio, lo que continúa siendo relevante hasta el día
de hoy.
Ante ello, se han construido espacios de
transformación por el tejido humano, social y cultural de la comunidad nasa.
Uno de estos es la educación propia, considerada el eje fundante para la
reconstrucción de actos de humanidad. Para tal efecto, se ha luchado por
disposiciones ministeriales y políticas públicas educativas. Así mismo, se han
producido investigaciones, planes, proyectos, narrativas, prácticas
diferenciales y programas de formación docente, que en
los últimos 30 años han aumentado significativamente
sus índices y que buscan visibilizar cambios sustanciales y puentes
vinculantes para reconocerse
y colocarse en el lugar del otro; esto, en clave de derrotar la
negación de sí, del otro y de lo otro, reflejada a pasos agigantados en la inequidad y en la injusticia social (Laval & Dardot,
2020).
Sin embargo, y pese a estas conquistas, la educación propia aún no logra innovaciones
sustanciales en las prácticas y discursos, dado que
constantemente se ve expuesta a racionalidades, absolutismos y verdades
radicales, resultantes de marcos universales. Lógicas que fomentan la aniquilación
de la naturaleza física y humana, naturalizan la pobreza, la
homogenización y el borramiento de la diversidad biocultural y epistémica
(Santos, 2009a).
Para contrarrestar el borramiento
epistémico y la negación cultural, y para darle sentido a la construcción de
sus políticas y planes de vida, la comunidad indígena nasa, de Corinto
(departamento del Cauca), viene realizando movimientos esenciales desde lo
pedagógico hacia la alteridad, el cuidado de sí, del otro, la espiritualidad y
la naturaleza. Cambios alternativos que, a
partir de lo micro y lo macropolítico, así como de diversas dialécticas
(Santos, 2003), le apuestan al reconocimiento de los saberes en territorio y a
la priorización de la conservación de la cultura y del medio ambiente. Lo
anterior, desde focos trascendentales como la valoración de la comunidad, sus
saberes, su oralidad, el fomento del trabajo cooperativo y la organización de
movimientos alternativos para la fundación de movilizaciones conceptuales,
actitudinales e imaginarios en y para la armonización entre humanidad,
naturaleza y cultura.
En este contexto, se han realizado
investigaciones para la conservación cultural desde la revitalización y
protección de la lengua indígena nasa, considerada como el vínculo de
comunicación y acción para la continuidad de su identidad y de su patrimonio.
Este estudio lo realizamos con el
objetivo de visibilizar la práctica educativa de los nidos
lingüísticos como el espacio de formación del
territorio originado al alrededor de la tulpa, lugar donde se orienta la vida
familiar, se transmite la tradición oral, se aprende el idioma propio y el
sentir como ser nasa. Es una investigación de tipo cualitativo, inspirada en el
paradigma sociocrítico desde el enfoque de
sistematización de experiencias.
Consecuentes con este propósito,
presentamos en lo que sigue una revisión de la literatura que examina la trascendencia de la cosmovisión
indígena nasa, la educación propia y la lengua materna, y la afectación en la
pérdida de la cultura y de la identidad.
Aunque en
Colombia los estudios sobre las comunidades indígenas eran poco comunes, en los
últimos 20 años observamos cómo la recuperación de la memoria y la per-vivencia
cultural han aumentado su relevancia. Levalle y Lenin (2011) revelan cómo la
cosmogonía nasa posee tres esferas espirituales fundamentales implicadas por la
comunicación con entidades primordiales: el «mundo de arriba», habitado por la
luna, el sol, el cielo azul, los espíritus mayores, el trueno y las estrellas;
el «mundo de acá», donde residen los nasa y todos los seres que comparten la superficie terrestre; y el «mundo de
abajo», hogar de los minerales y de los seres que los
protegen, los tapanos; adicionalmente, consideran que toda entidad posee vida, y ellos, como hijos de Kiwe (la tierra), integran este universo viviente. Su
concepción no separa lo físico de lo mental, ni lo natural de lo sobrenatural,
ya que todo forma parte de un todo natural e
interconectado. El mundo de arriba no es solo el espacio de los espíritus, sino
una extensión natural de esta visión holística donde la vida se manifiesta en
todas sus formas y dimensiones.
En ese orden de ideas, la comunicación
entre los tres mundos, según su cosmovisión, es de trascendental importancia.
La ley de origen y el mandato espiritual se mantienen en equilibrio cuando se comunica la orientación de los Nej Wesx a través de los Kiwe The hacia las autoridades Sat Wesx. Esta transmisión se realiza mediante señas, sueños,
interpretación de la naturaleza y conexión espiritual directa. Por esta
conexión comunicativa, la preservación de la lengua materna nasa yuwe es
fundamental, ya que su pérdida amenaza con un exterminio cultural y
espiritual que generaría una desconexión con los Ne`j Wesx y colocaría en riesgo la identidad ancestral del
pueblo nasa.
En relación a la esencialidad de la
lengua nasa (González, 2018), se plantea que la
preservación lingüística depende de la valoración y revitalización de la
lengua, ya que esta representa el único medio de comunicación y
sustento vital que fundamenta la visión cultural y la ecología
lingüística. Según las epistemes nativas, las lenguas representan la esencia
misma y son inseparables del ser humano y su conexión con la naturaleza.
Así mismo, con respecto a la
revitalización de la lengua, Pardo (2021) en su investigación devela que la nasa yuwe, lengua materna del pueblo nasa en
Colombia, es el segundo idioma más hablado en el país. Plantea que aunque el 60%
de la población aún lo utiliza, su uso se viene debilitando rápidamente, y
expone cómo las comunidades implementan programas educativos para revitalizarlo
por considerarlo su vínculo con el territorio, la cultura y la organización
comunitaria.
Por su parte Montaño (2015), desde la
perspectiva del cuidado patrimonial, se refiere a que la educación, para los pueblos indígenas, se
convirtió en una herramienta crucial para preservar su cultura. Manifiesta que, ante una educación que no
considera sus singularidades, una nueva estrategia educativa puede promover los
principios de las organizaciones indígenas; así, transmitiendo valores como la
unidad, el arraigo a la tierra, la preservación cultural, la autonomía, la
dignidad indígena, el idioma nativo, la legislación, la cosmovisión, la filosofía propia, las leyes tradicionales y la medicina
ancestral.
Taborda (2020) deja ver cómo la educación
propia está arraigada en la tradición ancestral, representada por la ley de origen, el derecho mayor y el derecho propio que han logrado preservar colectivamente la
espiritualidad, los lenguajes, el arte, la sabiduría y las costumbres a lo
largo del tiempo. De tal forma, fomentando una convivencia armoniosa con otras
culturas y reconociendo que la educación propia no implica únicamente lo
local, ni mantener cerrado el diálogo cultural, sino promover un intercambio
enriquecedor entre diferentes culturas.
Vale la pena resaltar la experiencia
educativa del corregimiento de Los Andes, municipio de Corinto (compuesto por
16 veredas sobre las que tiene cobertura la Institución Educativa
Agropecuaria Carrizales, en 14 sedes satélites). A partir de esta se vienen
sembrando cambios relevantes por la identidad cultural, por la espiritualidad
(Gonzales, 2012) y por la nasa yuwe en la familia, la escuela y la comunidad;
esto, desde las voces del territorio: voces de los sabedores ancestrales,
autoridades y miembros del resguardo, así como de sus manifiestos.
Es importante anotar que este imaginario y su propuesta pedagógica ocurre
en un contexto no solo de violencias por el control político, sino también de
proliferación de cultivos ilícitos, actividad que toma
fuerza dada la bonanza económica. Esta, a su vez, genera el desplazamiento de
productos propios, la restricción en la conservación de las semillas nativas,
la pérdida de respeto por la madre tierra y la disminución de la siembra del tull (huerta indígena). Siembras y actividades que garantizan la alimentación nativa y la
interrelación familiar, y que vivifican el
diálogo de saberes hacia el buen vivir (Larrea, 2010).
Esta investigación responde a la
pregunta: ¿cómo los nidos lingüísticos conformados con familias priorizadas en
el territorio ancestral nasa de Corinto, Cauca, se convierten en una práctica
educativa para la revitalización del idioma materno nasa yuwe?
Para la visibilización de esta propuesta
pedagógica, se lidera en la Institución Educativa Agropecuaria Carrizales un
proceso de redimensión de la enseñanza de la nasa yuwe a partir de la
implementación de los nidos
lingüísticos en el diario vivir de las familias. Lo
anterior bajo el acompañamiento de maestros y maestras comunitarias bilingües
en nasa yuwe, proceso en el que se propician
espacios de concientización y prácticas para la apropiación del idioma propio.
Dicho horizonte de sentido educativo se
propone con distancia de la educación y de la escuela occidentalizada, dado que el lugar ancestral otorga a la comunidad indígena
rasgos diferenciales bioculturales que
demandan la construcción de un trayecto educativo desde otros paradigmas
(Mignolo, 2007); de un pensamiento de frontera que afirma
el espacio donde el pensamiento propio fue negado por el pensamiento de la
modernidad (Mignolo, 2009).
El saber producido por los pueblos
originarios les posibilita desarrollar capacidades para vivir en armonía,
acorde con sus formas y significados de habitar la tierra. De ahí que los agentes dinamizadores (maestras y maestros
comunitarios nasa yuwehablantes) planteen en los nidos lingüísticos prácticas
totalmente descentralizadas, en espacios naturales y culturales, que van desde actividades cotidianas en familia; esto
es, construyen un espacio de cara a la conservación de la nasa yuwe, la siembra
de vivencias, los sentires y la esencia del ser nasa (Gonzales, 2012).
Metodología
Este estudio deviene del proyecto de
investigación Revitalización de la
lengua materna nasa yuwe: para salvaguardar la cultura del pueblo nasa en
Corinto, Cauca. A partir de la naturaleza y el
propósito de develar viajes y rutas significativas de un grupo humano, su
pervivencia cultural y la resignificación de sentidos y significados,
planteamos una investigación de tipo cualitativo. Esta se enmarca en el
paradigma epistémico y metodológico sociocrítico, con lo que buscamos comprender, analizar y explicar los
fenómenos sociales, en especial en aquellas
realidades íntimamente relacionadas con las inequidades
y la exclusión, como el caso de la comunidad nasa, desde una postura crítica de
las estructuras que sujetan esta comunidad. Además de comprender,
analizar, describir y explicar los acontecimientos sociales de inequidad y de cuestionar las relaciones que sujetan la comunidad, proponemos prácticas
comunicatorias de transformación desde la reflexión/ acción y voces de los
territorios.
Desde el enfoque de sistematización de experiencias (Jara, 2018), y
con el propósito de contribuir a la transformación de la comunidad desde la
recuperación de memorias, saberes y sentires (Rosero-Prado & Lasso-Toro,
2018), logramos configurar un eje para la reconstrucción de las narrativas,
tensiones, reflexiones y hallazgos en clave de la recuperación de la lengua
nasa.
A partir de un proceso de documentación,
recuperación oral, reflexión sobre las experiencias, sus métodos y propósitos y
la comprensión de lo vivido, trabajamos sobre la configuración de la
experiencia. Igualmente, identificamos las lecciones aprendidas y organizamos
la experiencia educativa de la comunidad para la generación de conocimiento y
la implementación de la experiencia con su contextualización pertinente en
otros territorios indígenas nasa.
Recolectamos la información a través de
las narrativas, círculos de la palabra, entrevistas, observación y análisis
documental, para luego transcribirla. Seguidamente construimos los focos o
nodos desde las coincidencias de las fuentes de recolección. A continuación,
elaboramos matrices de vaciamiento desde los ejes de la sistematización, al
igual que agrupamos y nominamos según las asonancias
encontradas entre los instrumentos.
La información la obtuvimos también a
partir de la toma de datos suministrados en las entrevistas, conversaciones,
círculos de la palabra grupos focales, observación directa y análisis
documental sobre las experiencias y vivencias. A partir de ello, logramos
identificar, analizar y comprender cómo nacen los nichos lingüísticos y cómo
desde estos espacios educativos se gestan prácticas educativas de cara a la
participación, la integración y la construcción colectiva para la
revitalización de la lengua nativa y, por ende, de la cultura. Esta indagación
la realizamos a partir de un análisis de la problemática, los propósitos, la
fundamentación y la metodología investigativa.
Participantes
Los individuos participantes convocados
fueron aproximadamente 40 protagonistas de sus procesos de reflexión/acción y transformación; habitantes y
pertenecientes al territorio de la comunidad nasa. Todos y todas,
necesariamente, son miembros del resguardo que
agencian desde sus saberes, sentires, actividades y compromisos con la
comunidad respecto a la restauración de sus derechos y a la pervivencia cultural.
Este trabajo de sistematización lo llevamos a cabo en un periodo de dos años,
con la participación del ex-rector Vladimir Concha de la institución Educativa
Agropecuaria Carrizales, los sabedores del Resguardo Indígena de Corinto, las
autoridades indígenas Sa’t
Wesx (como autoridades educativas del
territorio de Corinto), maestros y maestras, autoridades espirituales y
tradicionales indígenas y miembros del resguardo en general.
Proceso de
recolección de datos
La recolección de la información la
llevamos a cabo a partir de los puntos que
conlleva la sistematización de experiencias. Atendiendo a que cada sistematización es única en sí misma y en su
ruta, igual que en las epistemes encontradas, la aproximación a
las fuentes la hicimos no de manera lineal, sino en espiral, a partir de las
siguientes rutas: selección de la experiencia; criterios de selección y
pertinencia; trayectoria/memoria de la propuesta; camino metodológico de cada
experiencia: ¿a quién, para quiénes?,
¿de qué manera la llevan a cabo?; análisis de la
experiencia; contextos de implementación. Cada guía tiene un trayecto configurado
por preguntas.
Lo anterior, a partir de entrevistas no
estructuradas, del diálogo desde círculos de la palabra y de la recuperación de
las memorias, con actores y actoras que configuran
la ruta y apuesta ético-política y educativa de los nidos lingüísticos. Con
estos realizamos ocho grupos focales o círculos de la palabra, 20 entrevistas y
12 visitas domiciliarias, para la recolección de la experiencia participativa y
como escenarios posibles para la visibilización del saber, del ser y del sentir
(Cogollo, 2016).
Así mismo, revisamos y seleccionamos
documentos referidos a la divulgación y apuestas educativas desde el idioma
materno nasa yuwe, tales como tesis de pregrado de profesionales del pueblo
indígena y de universidades con un radio de intervención en el suroccidente
colombiano, en donde se encuentran asentados los territorios del pueblo nasa.
Consultamos igualmente en los centros de documentación del Consejo Regional
Indígena del Cauca (2020).
Consideraciones
éticas
Esta
investigación protege a los individuos participantes, de acuerdo con la clasificación
del Ministerio de Salud (resolución 8430 de 1993, artículo 11). No existió
intervención o modificación intencionada de los factores biológicos, fisiológicos,
psicológicos o sociales de las personas que
intervinieron. Los sujetos participaron en la investigación a través de la
autorización del Cabildo, y fue respetada su identidad cultural.
Resultados
Explicitamos los resultados en
concordancia con los nodos encontrados al interior de los nidos lingüísticos,
con los propósitos, la contrastación y la complementación realizada entre las
voces de los individuos participantes y la documentación. Esto en clave de
colocar en la superficie, justamente, las voces y los saberes del territorio;
voces que develan formas de organización y saberes otros
silenciados por las voces hegemónicas.
Los
territorios indígenas: territorios vitales, con educación propia para el
cultivo de la humanidad, la espiritualidad y la naturaleza
La educación en el territorio indígena
nasa de Corinto presenta singularidades que
apuntan a la armonización de las tríadas: ser humano, cultura y naturaleza, y
familia, comunidad y escuela. En estas intersecciones se potencia la vida
natural y cultural. También se gestan y acunan lenguajes y formas de ver el
mundo; esto, como política indígena y política educativa contra la
naturalización, la discriminación, la indiferencia, el silenciamiento de sus
voces, la pérdida de identidad y el deterioro ambiental. En dichos espacios, y
desde sus sentidos, significados y rutas, se validan las experiencias, saberes
y sentires para la co-creación de trayectos de relacionamiento comunitario y la
pervivencia de su cosmogonía.
Este andamiaje (Bruner, 1998), instalado
para la transmisión cultural y la educación, fue construido por los miembros y
autoridades del cabildo de manera holística. Deviene del significado y del lugar que le
otorgan en la comunidad a los niños y niñas: semillas de vida. Desde su
cosmogonía, expresada a partir de códigos, signos y símbolos, se reconoce la
trascendencia de las semillas de vida en la continuidad de su etnia, su lengua
y su espiritualidad. Nacimiento de prácticas educativas propias a partir del
mandato del plan de vida Cxha Cxha Wala en
la Institución Educativa Agropecuaria Carrizales de Corinto. La enseñanza de la
nasa yuwe en principio se realizaba en tiempos y espacios determinados e
instituidos, a modo de asignatura y en aproximadamente una o dos horas a la
semana. Sin embargo, rápidamente los miembros del cabildo identificaron que esta práctica no era suficiente para la imperiosa
necesidad de rehabilitar el idioma propio.
En línea de tiempo, y desde el 2010, se
establecen hallazgos importantes y necesarios para la cocreación de una
propuesta pedagógica hacia la revitalización de la nasa yuwe. Como hito
inicial, en el nacimiento de este macroproyecto se encuentra la expedición del
decreto 2500 (Ministerio de Educación Nacional de Colombia, 2010) donde se autoriza
a las autoridades tradicionales a contratar a maestros y maestras bilingües
para la dinamización de la lengua propia.
Cabe anotar que este hecho, de total favorabilidad para la
comunidad (dado que coloca la enseñanza de nasa yuwe en las manos de
docentes bilingües), genera tensiones: por un lado, entre quienes se oponen a que las
autoridades tradicionales se conviertan en autoridades educativas, bajo la
argumentación de que podrían prevalecer contrataciones con intereses
políticos de los partidos tradicionales y generar nombramientos de docentes
provenientes de lugares distintos al territorio, con poco sentido de
pertenencia; y, de otra parte, entre quienes
plantean que las autoridades del territorio pueden escoger el
profesorado comunitario.
Hacia 2011, el Consejo Educativo
Territorial, precedido por los sabedores ancestrales y autoridades
tradicionales, construyó y promulgó una política de índole administrativa y
pedagógica que gira en torno a que las
maestras y los maestros comunitarios seleccionados por las autoridades
tradicionales deben aprender y apropiarse ampliamente de la nasa yuwe. Así
mismo, deben trazar las orientaciones para que, al
interior de los planes de estudio, la lengua propia sea un eje trasversal e
hilo conductor de cada núcleo problematizador (Pardo, 2021).
Ahora bien, como complemento a la
política educativa indígena, la ya’ja (secretaria)
de Educación del Cabildo propuso procesos de formación docente para el
fortalecimiento del idioma propio. Uno de los primeros espacios fue el
diplomado de nasa yuwe y, posteriormente, la apertura de la escuela de nasa
yuwe para dinamizadores y dinamizadoras comunitarias.
Otro hecho de gran resonancia fue el
celebrado en la asamblea n.º 10 del plan de vida Cxha Cxha Wala del territorio ancestral, en la que se estableció la educación como eje fundante para
el plan de vida indígena, la recuperación de la lengua nasa yuwe (del Valle,
2020), los valores culturales y el sentir desde el corazón nasa.
En concordancia con la política indígena
para la educación, con los procesos de formación y con la primacía de la
educación en el plan de vida indígena, se colocó en relieve la necesidad de
cuidar las semillas de vida los niños y niñas, especialmente desde el seno de
la familia en tanto se considera que en este
grupo se vivencian cotidianamente prácticas tradicionales y espirituales, así
como se delinean los caminos orientadores para la vida y el sentir nasa.
Redimensionando el sueño de la comunidad: un camino hacia la
construcción de los nidos lingüísticos
Desde 2011, en la planeación
institucional y en los procesos de formación comunitaria, las autoridades
indígenas Sa’t
Wesx emiten anualmente las rutas y los
lineamientos pedagógicos para la educación en el territorio, a partir de tres
componentes del Sistema Educativo Indígena Propio: el componente político, que recoge todas las orientaciones de contexto
territorial y social; el pedagógico, que traza
las orientaciones sobre la pedagogía del sentir; y el administrativo, que determina los recursos económicos designados para
apoyar estos procesos. Lo anterior, en el marco del calendario propio, de las
épocas de trabajo y del andar del tiempo del sol y de la luna.
En 2018, en continuidad con la
construcción de la ruta pedagógica, el Consejo Educativo Territorial,
conjuntamente con las autoridades espirituales, las autoridades Sa’t Wesx y los representantes de los procesos educativos, a
través de una valoración sobre el proceso de enseñanza de la nasa yuwe en las
instituciones educativas, después de debates y atendiendo las señas de los
sabedores ancestrales en conexión con la tulpa y los espíritus mayores que guían, se plantearon orientaciones trascendentales
para que la enseñanza de la nasa yuwe: esta no se
trabajaría como una asignatura más dentro de la institución educativa, sino que serían los maestros y maestras bilingües, junto
con las maestras y maestros comunitarios, quienes
enseñarían en lengua materna en los campos de conocimiento.
Los sabedores ancestrales y las
autoridades tradicionales plantearon al Consejo Educativo que fuesen los maestros y maestras bilingües desde
prácticas educativas quienes enseñaran y pervivieran la nasa yuwe desde la
pedagogía del sentir y desde las prácticas familiares alrededor de la cultura,
las tradiciones y la espiritualidad nasa.
Es así como en los denominados tiempos de
la primera época del sol niño con viento suave —del 21 de diciembre al 21 de
marzo— del 2019, el Consejo Educativo, desde una minga de pensamiento de tres
días de luna llena, y en el espacio de la tulpa, se delineó el nuevo proceso
para la pervivencia y la enseñanza de la nasa yuwe en el territorio. Su resultado
fue la propuesta de los nidos lingüísticos del plan de vida Cxha Cxha Wala.
Para la implementación de los nidos
lingüísticos, se planteó la caracterización de 40 familias del territorio (20
de la Institución Educativa Carmencita Cardona de Gutiérrez y 20 de la
Institución Educativa Agropecuaria Carrizales) y se propuso el trabajo conjunto
de niños, niñas y familias (madres, padres, abuelos, hermanos). Algunos de los
miembros de la familia debían ser hablantes del idioma propio; así se
garantizaría que los espacios de asentamiento de la lengua fueran
lugares donde, de forma natural, continua y permanente, se vivenciara la lengua
propia, y no necesariamente desde los ámbitos escolares y con los maestros y
maestras bilingües.
Esto, a su vez, implicó que las orientaciones para el caminar de este proceso
estuviesen íntimamente relacionadas con el aspecto espiritual desde los Nej`Wesx (espíritus mayores), los cuales en su momento hacen
una Dxi
Phande (abierta de camino), con Phawhecxa (ofrenda) a los espíritus del territorio asentados en
el páramo de Pizno y la laguna mayor del río Páez, en Tierradentro, Cauca.
Vivenciando los nidos lingüísticos
Esta apuesta pedagógica tiene como
promesa de valor el cultivo de la educación, considerada como eje fundante para
la transmisión de la cultura a partir de narrativas armoniosas en familia. En
ella se nominan y describen los colores, olores, sabores, dioses, espantos,
encantos y desencantos, asonancias y disonancias de su entorno natural y
cultural. Es en la lengua propia desde los lugares sagrados, de siembra y de
habitancia, colmados de saberes y simbologías, donde es viable la creación de
puentes vinculantes para salvaguardar y conservar las riquezas culturales, así como plantear la resistencia
para la re-existencia (Alba, 2010); esto es, para la protección de lo
intangible, como lo son las narrativas de historias de vidas, cuentos,
anécdotas, vivencias construidas, mitos, leyendas, experiencias y avatares en
tiempos infinitos, donde se valora contundentemente la riqueza del pasado y el presente para ensanchar el
futuro (Santos, 2009b); narrativas que
fungen como nichos de afecto y como urdimbres en las prácticas instituyentes.
Los
nidos lingüísticos: (ofrenda) a los espíritus del territorio asentados en el
páramo de Pizno y en la laguna mayor del río Páez en Tierradentro, Cauca
Seguidamente, en 2020, y después de
desarrollar la planificación pedagógica y metodológica, se propuso incorporar nasa tull (huerta tradicional indígena) y Ipx Kwet (tulpa) al trabajo de los nidos lingüísticos como
garantes del cultivo de los dones y habilidades de los niños y niñas. Así
mismo, se incorporó la música desde el uso de tambores, flautas, quenas,
charrascos y otros instrumentos musicales, así como el telar de tejidos con
materiales —propios o externos—, como expresión artística inspiradora de los
espíritus de Uma
Kiwe (Madre
Tierra).
Es
importante anotar que la enseñanza de la lengua nasa yuwe
desde el diario acontecer, desde el nasa tull y la tulpa, se realiza por fuera
de edades cronológicas, de tiempos y espacios limitados, y en plena conexión
con el compromiso con la tierra y la raíz. Esto desde la premisa que la lengua no solo identifica la etnia sino que es el vínculo
de relacionamiento y canal de comunicación con los seres espirituales y con la
naturaleza:
Es
gracias a que en los nidos lingüísticos hablamos
todos los días el nasa yuwe que hoy mis hijos
lo hablan. Yo también lo hablo, pero a mis primeros hijos no les enseñé desde
pequeños (…), no sé, por miedo, porque no estaba convencida. Acá ellos y mis últimos
hijos, que nacieron y han crecido en los nidos,
lo hablan. Si seguimos en este camino, tengo la esperanza que cuando yo haya partido de aquí, también mis nietos estén hablando, y eso es
gracias a los nidos. Sé que los que vengan
también lo hablarán. (Entrevista/conversación mamá y compañera Leonilde
Guetocue, 2020)
Así,
los nidos lingüísticos, como espacios de formación integral para las semillas
de vida, se originaron desde las tulpas de pensamiento por los Nej’Wesx como una forma
de garantizar la pervivencia y la permanencia en el tiempo como pueblos
indígenas. En un nido lingüístico, por ejemplo, desde el momento en que el maestro o maestra bilingüe llega, saluda y
comienza a establecer una conversación casi siempre en el fogón o en la cocina
donde están los niños, las niñas, las personas adultas y los abuelos y abuelas
como hablantes de la nasa yuwe. Allí, en el fogón, seguidamente se inicia la
enseñanza de la lenguacon un tema orientador, previamente coordinado con los
mayores. A través de contar historias y con la siembra de valores culturales
tradicionales se provoca el interés y la motivación para el aprendizaje desde
la nasa yuwe.
El
eje fundante consiste en que los nidos lingüísticos se originen a
partir del entorno familiar, como un espacio no escolar y natural para
practicar y aprender, desde las vivencias en el territorio y en los entornos
cercanos de los niños y las familias.
Kapiyasa
(maestra) Elvira sabe que va dispuesta también a participar de
las labores de campo que están relacionadas con el sistema de
producción tradicional nasa tull. Los diálogos que se realizan
en estas actividades —y que se hacen en nasa yuwe— son el producto
de la jornada y, a su vez, fortalecen los procesos de formación de otros campos
de conocimiento, particularmente las ciencias naturales. Esto ya que la Kapiyasa Elvira convierte
al mismo tiempo la huerta en un laboratorio de conocimientos: enseña a los
niños y niñas, con ayuda de los individuos adultos de la familia, a identificar los reinos vegetales y la clasificación de las
plantas desde la botánica occidental, pero también desde lo propio. Por
ejemplo, ayuda a identificar las plantas calientes, las plantas frías, las
plantas bravas, las plantas medicinales. De igual forma, respecto a los
animales, los recursos naturales y todos los espacios de vida que tenemos alrededor del territorio y que nos permiten vivir en equilibrio y armonía con Uma Kiwe. Todo ello, claro está, se hace y orienta en nasa
yuwe.
Como último momento pedagógico del día,
en el nido lingüístico se trabaja con la familia sobre los materiales
pedagógicos del Consejo Regional Indígena del Cauca y la Asociación de Cabildos
Indígenas del Norte de Cauca. Al finalizar la jornada se plasman las memorias
sobre la experiencia del día y se proyecta el próximo encuentro con el nido
lingüístico.
Discusión
La información recopilada de diversas
fuentes ha permitido identificar cómo los nidos
lingüísticos en el territorio ancestral nasa de Corinto, representan una práctica
educativa fundamental para revitalizar el idioma materno nasa yuwe. Los
hallazgos, respaldados por varios autores citados, como Santos (2009a), Laval y
Dardot (2020) y Mejía (2013), destacan cómo la educación propia se basa en la
preservación y protección de la comunidad y la naturaleza. Estos estudios
evidencian cómo se establecen líneas de acción en concordancia con las
epistemes de la comunidad, la interacción de los niños y niñas con su entorno,
el bienestar colectivo y la armonía ambiental. Estos aspectos se ven reflejados
en las movilizaciones sociales y en las relaciones estrechas entre los saberes
provenientes de la familia y la escuela.
Para este propósito, la educación propia
(Levalle & Lenin, 2011; González, 2018) se configura desde la transmisión
de la cosmogonía, estableciéndose interpretaciones no lineales de la realidad.
Esta experiencia abarca tiempos y ambientes no parametrizados, englobando no
solo el cronos, sino también el aión y
el kairós
(Skliar, 2012).
Aprendizajes como el nacimiento, la
participación ciudadana, el cogobierno, la siembra y las tradiciones culturales
y espirituales se viven y comparten con la comunidad. Esta transmisión no
adhiere a discursos predefinidos (Díaz, 1985); más bien, se arraiga en el
territorio, permitiendo trascender la noción de anclar conocimientos
espirituales y físicos
en grupos etarios. Los saberes son habitados y vividos desde una realidad
diversa, natural, cultural, compleja, emergente e instituyente, que no se encuentra uniformemente establecida en el
territorio.
Frente
a la singularidad de las prácticas de la educación propia planteada por
Maldonado- Torres (2017), evidenciamos en esta investigación que los pueblos originarios han establecido un tejido
a modo de re-existencia ante la invisibilización de la cultura dominante, por
la comprensión de los diversos matices (tonos de sí, del otro y lo otro);
matices que van del rojo al amarillo, del verde al
gris, a partir de lo cual la comunidad indígena nasa de Corinto, se distancia
de las formas de vida de la etiquetación
(Frigerio, 2020), la exclusión y la adjetivación negativa. Esto es, una
educación que le apuesta a un sueño común: tender
lazos para el tejido humano desde el pensamiento propio, desde sentimientos y
acciones comunitarias en un territorio geopolíticamente diverso y con un
pluralismo tanto ecológico como cultural, étnico y humano de saberes otros (Quijano, 2004) que acunan la
vida.
Los
estudios de Pardo (2021), Montaño (2015) y Taborda (2020), así como las
opiniones de las personas participantes, coinciden en resaltar el vínculo
activo que existe entre la familia, la escuela y
la comunidad para la revitalización tanto de la cultura como de la lengua. En
el contexto de la educación nasa, los propósitos de enseñanza brotan de los
espacios de la familia, la escuela, la comunidad y la naturaleza, impulsados
por la participación de los miembros de la comunidad y la integración de la
vida cotidiana con la educación formal.
Este
enfoque permite la ruptura de las fronteras
tradicionales de la escuela, al incorporar sucesos de la vida diaria, significados
propios y sentidos individuales. A través de la oralidad se posibilitan
acciones, experiencias y espacios que abarcan la
geografía corporal, espiritual, física y los mundos simbólicos. Este proceso de
participación comunitaria se convierte en una respuesta a las incertidumbres
generadas por la influencia de la cultura occidentalizada y las manifestaciones
de racismo, entendido como acciones discriminatorias basadas en marcadores
culturales y lingüísticos (Castillo-Castillo, 2022).
Esta
participación y tríada de elementos en los territorios se convierten en el
medio primordial para el desarrollo de habilidades comunicativas en la vida de
niños, niñas y comunidad en general (Jaimes & Rodríguez, 1996). Estas
capacidades permiten la coexistencia e interacción en los territorios desde sus
deseos y conocimientos, contribuyendo a resolver dilemas, tensiones,
contradicciones y armonías. Tal interacción colaborativa posibilita la
expresión tanto del otro como de uno mismo y de la relación entre ambos. Por ende, los espacios educativos no se limitan a ser
simplemente lugares físicos de encuentro, sino que son itinerantes; se encuentran en los hogares, los
ríos, los sitios sagrados y los lugares de reunión comunitaria, entre otros. En
estos lugares se tejen oportunidades para redefinir objetivos compartidos y dar
nuevos significados a propuestas comunes.
En consonancia con autores como Mignolo
(2009, como es citado en Montaño, 2015), se denota la existencia del
pensamiento de frontera desde la práctica educativa de los nidos. El encuentro
con la palabra en familia y en comunidad permite la emergencia de saberes otros en clave de la geopolítica y de las apuestas vitales
para la vida en comunidad. Los hallazgos en la literatura y los manifiestos de
los individuos participantes coinciden en expresar que los nidos lingüísticos hacen posible el cuidado de
las semillas de vida y, por ende, la pervivencia como pueblo nasa. Así, se
plantea que esta práctica educativa es indispensable para que las futuras generaciones aprendan la esencia de su
etnia. Piensan también que las huellas de los mayores son indispensables para
conectar la existencia con las raíces culturales y como parte del desarrollo
integral del ser nasa y con el wêt wêt fxi’zenxi —buen vivir— (Farah & Vasapollo, 2011).
Tiene la misma incidencia el trabajo con
las familias desde el sistema de producción tradicional nasa tull (huerta
indígena), como garante de una alimentación propia y adecuada para cada momento
de maduración de las semillas de vida. Igual como sucede con las plantas
medicinales para el cuidado del cuerpo, la salud y el espíritu, así como
también con las prácticas culturales y espirituales del manteywesx, utilizadas en rituales de armonización frente a
situaciones difíciles de salud física o
espiritual o para potencializar sus capacidades.
Tanto en la revisión bibliográfica como
por las intervenciones de las personas participantes, constatamos que las autoridades ancestrales y espirituales, desde
sus saberes y epistemes otras, buscan hacer de la familia la principal
organización del territorio para la siembra del legado, el cultivo de la
cultura y la protección para las desarmonías. Las prácticas educativas propias
contribuyen al cultivo de las prácticas culturales y forjan su espiritualidad como
nasas alrededor de los guías espirituales.
La pervivencia de la cultura, la
espiritualidad y la riqueza histórica, marcan el caminar de las comunidades
indígenas desde tiempos milenarios y se convierten en los soportes para el
cuidado de las niñas y niños y para la formación. La educación propia es,
entonces, la fuerza de lo espiritual, de la medicina tradicional, de la
ritualidad ancestral y de las demás prácticas culturales ancestrales que vivifican la etnia nasa ante los planes de
exterminio implantados por la cultura dominante.
Conclusiones
El
diario vivir en el resguardo indígena nasa de Corinto se llena de vivencias que dejan los
nidos lingüísticos, tales como prender el fogón, cocinar, cantar, conversar y,
en general, participar en los procesos comunitarios. Estos espacios se
convierten en nichos para el diálogo de saberes; para hacer de estos, además,
verdaderas experiencias orgánicas, auténticas fuentes de hallazgos y pretextos
para aprender la lengua propia, la cultura y la vida.
En
su interior se generan narrativas que educan en el cultivo de los
imaginarios en clave de su pervivencia e identificando aquellos saberes, no saberes, saberes
desiguales, silencios, problemas o temas que deben comprender e interpretar, tanto
desde su cosmovisión como desde la lógica occidental, de cara a su protección
cultural. En especial, para el cultivo de las semillas de vida y de la mano de
las personas adultas. Esto, a partir de conversaciones y manifestaciones
literarias que incorporan
temas relevantes con setidos y significados propios. Temas y aconteceres que germinan en
la comunidad, en tiempos y espacios flexibles que, desde las fuentes de conocimiento
sociales y culturales, hacen de la escuela indígena un lugar pluriespacial que vive en toda
la comunidad; una escuela donde el proceso de aprendizaje y enseñanza se
encuentra en línea directa con los planes de vida, en concordancia con las
condiciones sociales y familiares.
Frente
al cultivo de su lengua propia, es preciso anotar que el arraigo al
uso de la lengua castellana es muy fuerte en el territorio indígena nasa de
Corinto, principalmente porque es una práctica aún vigente que se enmarca en
el proceso de colonización y es atravesada por la discriminación (Walsh, 2011).
Muchos de los individuos mayores que eran castigados por hablar el nasa
yuwe, optaron por no usarla como mecanismo de protección para que sus hijos e
hijas no fueran discriminados. De ahí que la enseñanza de la lengua propia
ocurre desde sus componentes y funciones y desde el uso en la cotidianidad, con
un propósito común de vivirla con valentía y fuerza en todo tiempo y espacio.
Este
es un proceso de doble mirada: una hacia atrás, a través de las palabras de los
mayores, maestros, maestras, sabios y sabedoras para retomar su sabiduría; y
otra hacia adelante, desde la promoción de la nasa yuwe en las generaciones
jóvenes, para que per-viva en
los hijos, hijas, nietas y nietos, y puedan desde esta fuerza convocar a la Uma Kiwe.
Para
hablar la nasa yuwe es indispensable sentirla y pensarla a partir del
relacionamiento espiritual y como la posibilidad de una conexión profunda con
los espíritus de la tierra y con la raíz. Es el reflejo de la
memoria, del sistema de pensamiento y de la comprensión del mundo indígena.
Los sentidos y significados de la lengua propia son singulares, por lo que es difícil
expresar en otra lengua aquello a lo que la
comunidad indígena denomina «expresar lo que el
corazón siente»; esto es, no existen palabras en otra lengua que expresen estos sentidos profundos. Si no se habla
la lengua, se pierde, y con ella se pierden expresiones como aquella. ¿De qué
manera se podría expresar aquello que se siente o piensa? Por ejemplo, cxakwesamee es una palabra que no
tiene traducción literal al español; haciendo un esfuerzo, sería algo como
«alguien que no es cualquiera»;
pero este significado pierde toda profundidad. Se necesitarían muchas palabras
para lograr el significado y el sentido de la misma, la cual corresponde a
alguien espiritualmente especial, un ser con una fuerza y un poder
indescriptible, un individuo muy especial.
Por todo lo anterior, consideramos
trascendental en el caminar por los procesos de la educación propia que las familias y la comunidad sean el eje central
para la formación —más allá de la escuela— y para el cuidado y maduración de
las semillas y el acompañamiento del camino hacia el jechar (madurar), hacia el dar origen a nuevas semillas y
encaminarlas en la ruta con destino al wêt wêt fxi’zenxi.
Percibimos en las voces de los mayores que esta apuesta del cuidado de las semillas y de la
pervivencia de la lengua propia se centra en la práctica de la espiritualidad,
en el aprender a escuchar las orientaciones de los espíritus. El cumplimiento
de estas orientaciones permite la permanencia en el tiempo, y un vivir en la
tierra con alegría, lucidez y en armonía con Uma Kiwe (y todos los espíritus que la
habitan).
Los procesos de formación cultural para
el cuidado y maduración de las semillas de vida son la garantía de continuidad
en el camino trazado por los ancestros, ya que
consideran que sin la cultura, la lengua y la identidad del
pueblo Nasa, se corre el grave peligro de desaparecer por la amenaza y los
intereses particulares de la clase hegemónica. El camino a seguir se visibiliza
solo a través de la vivencia desde el cuidado y el respeto por el andar del
tiempo que tiene la naturaleza; garantía absoluta de un
tránsito coherente con las sabidurías ancestrales.
Agradecimientos
Agradecemos a cada uno de los miembros de la
comunidad nasa de Corinto, Cauca, que participaron desde
sus narrativas y experiencias vividas, en especial a: Ana Julia Guegia Secue,
docente etnoeducadora indígena de la Institución Educativa Agropecuaria
Carrizales, Coordinadora del Núcleo Problematizador Comunidad y Participación
de la Institución; Daniel Liz Sambrano, Manteywesx
(guía
espiritual, médico tradicional) quien acompaña las
autoridades Sa’t Wesx del resguardo
indígena de Corinto; Elvira Trompeta Tumbo, kapiyasa, idioma materno nasa yuwe;
Isaud Pascue Vanas, manteywesx (guía espiritual,
médico tradicional) quien acompaña la ya’ja de Educación del Resguardo Indígena de
Corinto; Edna Piedad Prieto García, docente etnoeducadora indígena de la
Institución Educativa Agropecuaria Carrizales, Coordinadora del Núcleo
Problematizador de Comunicación Comunitaria de la institución; Leonilde
Guetocue, mamá y compañera.
Notas
*Este artículo de investigación es
producto del proyecto titulado «Revitalización de la lengua materna nasa yuwe:
para salvaguardar la cultura del pueblo nasa en Corinto, Cauca». Fecha de
inicio: 20 de mayo del 2022. Fecha de finalización: 20 de mayo de 2025. Área: ciencias sociales. Subárea: educación.
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Para citar este artículo: Cocha, V. &
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