Pedro Daniel Martínez-Sierra, Ph. D.¹

¹ Profesor Universidad Nacional Autónoma de México. Trabajador Social. Maestría en Trabajo Social, Universidad Nacional Autónoma de México. Doctor en Pedagogía, Universidad Nacional Autónoma de México. Profesor de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la Unam. 0000-0002-0643-2205. H: 5: 3. Correo electrónico: ms.pedrodaniel@comunidad.unam.mx       

Recibido: 31.07.2023 Aceptado: 18.03.2024 Publicado: 03.07.2024

Resumen (analítico)

Se analizan los significados de familia para niñas y niños en orfandad, problemática social altamente invisivilizada, cuyas causas son múltiples: abandono, violencias, homicidios, feminicidios, desapariciones, trata de personas, desastres naturales, enfermedades u otras; estas vulneran los derechos humanos de dicha población, al trasgredir uno de sus derechos fundamentales: vivir en familia. En el estudio de carácter cualitativo, participaron tres niñas y tres niños de 8 a 11 años de edad, carentes de cuidados parentales y que esperan la resolución de su situación familiar o ser adoptados por una nueva familia, según su caso. Las técnicas del dibujo y la entrevista se utilizaron para recuperar sus opiniones sobre lo que esperaban de vivir en familia. Dichas opiniones están apegadas al modelo de familia nuclear, manifestando anhelos y deseos a cumplir al formar parte de ella.

Palabras clave: Sin cuidados parentales; familias; niñeces.

Abstract (analytical)

The meanings of family for orphaned girls and boys, a highly invisible social issue, are analyzed. The causes are multifaceted: abandonment, violence, homicides, femicides, disappearances, human trafficking, natural disasters, diseases, and others. These factors violate the human rights of this population by transgressing one of their fundamental rights: living in a family. In this qualitative study, three girls and three boys aged 8 to 11 years, who lack parental care and are awaiting the resolution of their family situation or adoption by a new family, participated. Drawing and interview techniques were employed to gather their opinions on what they expected from living in a family. These opinions are closely aligned with the nuclear family model, expressing aspirations and desires to be fulfilled as part of it.

Keywords: Without parental care; families; childhood.

Resumo (analítico)

Analisam-se os significados de família para meninas e meninos órfãos, uma problemática social altamente invisibilizada, cujas causas são múltiplas: abandono, violência, homicídios, feminicídios, desaparecimentos, tráfico de pessoas, desastres naturais, doenças e outras. Esses fatores violam os direitos humanos dessa população ao transgredir um dos seus direitos fundamentais: viver em família. Neste estudo qualitativo, participaram três meninas e três meninos de 8 a 11 anos, carentes de cuidados parentais e que aguardam a resolução de sua situação familiar ou adoção por uma nova família. As técnicas de desenho e entrevista foram empregadas para coletar suas opiniões sobre o que esperavam de viver em família. Essas opiniões estão estreitamente alinhadas com o modelo de família nuclear, expressando aspirações e desejos a serem realizados ao fazer parte dela.

Palavras-chave: Sem cuidado parental; famílias; infância.

Introducción

La presente investigación se desarrolló con niñas y niños pertenecientes a un Centro de Asistencia Social (la Fundación Unnido IAP), institución de asistencia privada ubicada al sur de la Ciudad de México, la cual atendió a una población total de 33 personas a principios de 2023. Es un centro de acogimiento residencial de tiempo completo, el cual brinda asistencia a niñas y niños de 0 a 11 años de edad, sin cuidados parentales o familiares.

Dicha fundación es un espacio de cuidados alternativos para niñas y niños, y es la última instancia a la que se recurre cuando la Procuraduría Federal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (del Sistema Nacional de Desarrollo Integral de la Familia de México) comprueba una situación de abandono. Se les ofrece la satisfacción de necesidades básicas como alimentación, vivienda, educación y otras, además de proporcionarles asistencia integral y protección. En especial, procesos de reintegración familiar, casas de acogida y adopciones. Según Macías (2022), en esta etapa se analizan una serie de aspectos técnicos donde intervienen un grupo de profesionales como psicólogos y trabajadores sociales, cuya responsabilidad es actuar de manera técnica, antes, durante y después de cada aspecto.

En la mayoría de las historias de vida de niñas, niños y adolescentes atendidos por la fundación existen antecedentes de haber pertenecido a una familia; sin embargo, están marcadas por la vulneración de sus derechos humanos, debido a acciones como el abandono, la violencia familiar, la pérdida de la patria potestad, la incapacidad de los padres para cumplir con sus obligaciones económicas o el fallecimiento de los mismos.

Crecer en centros de adopción con otros niños en las mismas condiciones no es la mejor opción para su desarrollo integral, dado que sus necesidades no se particularizan como sucede en los entornos familiares. Según Da Silva et al. (2022), la creatividad de niñas y niños en la primera infancia se da principalmente en el seno familiar, donde se promueve directa e indirectamente la participación e interacción en las actividades cotidianas, por ejemplo, en la preparación de alimentos y las actividades del hogar.

Ibarra y Romero (2017) señalan que se reconoce que, aunque la casa hogar subsidia necesidades básicas, no cumple con las condiciones para lograr un pleno desarrollo de niñas, niños y adolescentes. Incluso, estas tienden a complejizar la vida de sus internos, al identificarse en su egreso conductas de aislamiento, hiperactividad, retrasos en el desarrollo, dificultad en la regulación emocional o ansiedad, en comparación con los niños no institucionalizados.

Estos centros buscan garantizar el derecho del niño a vivir en familia. En principio, priorizan si existen o no las condiciones para una reintegración familiar, si se encuentran en una situación grave que vulnere sus derechos humanos por parte de sus padres. Si no cuentan con cuidados parentales y redes de apoyo familiar, se inician los trámites jurídico-administrativos que liberen al niño, niña o adolescente de su anterior familia, con el objetivo de pensar en la adopción como la última alternativa (Cedeño & Proaño, 2022).

En México, según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia ([Unicef], 2020) hay 33 000 niñas, niños y adolescentes que viven en algún Centro de Asistencia Social. Con la llegada de la pandemia por covid-19, el número de casos de niñas, niños y adolescentes en condición de orfandad aumentó. De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública en México (2021), hasta octubre de 2021 hubo más de 300 mil muertes causadas por este virus, que dejaron a más de 996 mil en alguna situación de orfandad. De estos 33 342 perdieron a su madre, 97 951 a su padre, 32 mil a ambos progenitores, 4429 a su abuela, 5342 a su abuelo, 36 mil a ambos abuelos y 141 132 a su cuidador primario, circunstancia que vulneró su derecho a vivir en familia.

Jurídicamente, la familia es un derecho humano para niñas, niños y adolescentes, pero el Estado tiene una injerencia auxiliar cuando se transgreden los derechos derivados de las relaciones familiares. Una vía social se lleva a cabo mediante los Centros de Asistencia Social, creados para dar cumplimiento a los acuerdos firmados en la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989 (Unicef, 2006). Allí se refieren las obligaciones jurídicas y administrativas que los Estados deben tomar para proporcionar asistencia y protección especial a quienes se encuentran en condición de orfandad, sobre todo porque este grupo primario es un referente fundamental para el desarrollo integral de la niña y el niño; entre sus funciones no solo está la económica, sino también la de cuidado y protección, la socializadora, la recreativa y otras.

La vulneración del derecho a vivir en familia ante la ausencia de la madre o el padre tiene efectos negativos en niñas y niños, debido a su importancia no solo como proveedores económicos, sino por constituirse en figuras de protección y la influencia que ejercen en su desarrollo físico, emocional, en la construcción de confianza, en su sentido de autoestima y habilidades sociales.

La ausencia de cuidados parentales afecta otros derechos humanos de niñas, niños y adolescentes por su carácter interdependiente. Entre ellos, el educativo es el que primero se sacrifica por dificultades económicas ante la ausencia de alguno o ambos padres; así, dejan de ir a las escuelas y empiezan a trabajar. Por otra parte, si no cuentan con redes de apoyo familiar sólidas, algunos paulatinamente empiezan a pernoctar en las calles o se incorporan al trabajo infantil.

Tras revisar la literatura sobre la construcción del significado de familia en niñas, niños y adolescentes, se encontraron pocos estudios relacionados con el tema. Estos proceden de países como Colombia, Brasil, Argentina y México, publicados en el periodo del 2006 al 2024. Los trabajos de Arismendi (2017), Avilés (2016), Durán y Vayoles (2009), Estupiñán (2020), Estupiñán y Manrique (2019), Ferrandiz et al. (2022), Giraldo et al. (2006), Gómez (2021), Müller (2009), Rosas (2021), Sánchez y Lombardo (2017) y Veloza Morales et al. (2023), tienen una orientación cualitativa narrativa, y se interesaron en recuperar los significados y las experiencias sobre familias, con la participación de niñas y niños y otros integrantes de las familias.

En los trabajos de Arismendi (2017), Avilés (2016), Giraldo et al. (2006), Müller (2009) y Sánchez y Lombardo (2017) se presenta la agencia de niñas, niños y adolescentes, de 4 a 14 años de edad, quienes develan una valoración positiva de la familia, basada en palabras como amor, protección y cuidado. Así, sus significaciones se dirigen hacia dos orientaciones: el apoyo emocional y el económico. En el primero, niñas y niños destacan el vínculo afectivo, la unidad familiar, el cariño y el respeto, mientras en el segundo, manifiestan su importancia a partir de la satisfacción de necesidades básicas como una vivienda, comida, vestido y calzado.

En las investigaciones de Arismendi (2017) y Giraldo et al. (2006) se destacan los significados en torno a los roles de los integrantes de la familia, basados en la cultura y estereotipos de género. Por ejemplo, a la mamá se le asignan las tareas de cuidado y la satisfacción de necesidades, mientras que el papá funge como proveedor, al responsabilizarse del dinero y del establecimiento de las normas. Por tanto, los significados de la familia dependen del género del cuidador y están delimitados por estereotipos que culturalmente se han determinado la función de los integrantes de las familias nucleares, lo cual es interiorizado por los niños y las niñas desde edades tempranas.

En la construcción del significado de familia se destacan también los anhelos que niñas y niños tienen alrededor de ella. Ello se muestra, por ejemplo, en la investigación de Giraldo et al. (2006), en la cual se analiza el sentido que guardan el hogar y la familia para niños en condición de calle, pues muchos de ellos viven en esta situación debido a la falta de afecto, malos tratos y violencia intrafamiliar; sin embargo, pese a estas experiencias, les gustaría una familia que les ofrezca afecto y libertad.

En el caso de los trabajos de Estupiñán (2020), Estupiñán y Manrique (2019), Ferrandiz et al. (2022), Gómez (2021), Rodríguez (2016) y Rosas (2021), la mayoría se sitúan en el contexto de la pandemia por covid-19, y analizan la orfandad como consecuencia de esta enfermedad. Los trabajos de Rodríguez (2016) y Rosas (2021) coinciden en que existe una falta de información sobre niñas, niños y adolescentes que viven en instituciones residenciales, lo que contribuye a la violación de los derechos humanos, así como en la falta de alternativas y acciones por parte del Estado para promover su bienestar.

En la investigación de Estupiñán (2020) se entrevista a niñas y niños en condición de calle y de instituciones residenciales, quienes, al externar su significado de familia, relatan dolorosas experiencias marcadas por la violencia, la negligencia y el descuido. No obstante, algunos asumen posturas justificadoras en cuanto a las acciones de abandono por parte de sus padres e idealizan el modelo de familia nuclear, al considerar la importancia que tienen los roles familiares en la vida de un niño, niña y adolescente.

En definitiva, los estudios dan cuenta de los significados que tiene la familia para niñas, niños y adolescentes de distintos contextos. En su mayoría reflejan anhelos que culturalmente se han instaurado sobre el modelo de familia nuclear. Incluso los roles de las madres y los padres responden a este tipo de categorías ya interiorizadas en el pensamiento colectivo, lo que los lleva a silenciar y justificar acciones de maltrato, negligencia y abandono.

Tras el análisis expuesto, surge la pregunta que orientó el desarrollo de este artículo: ¿cuáles son los significados sobre familia para niñas y niños sin cuidados parentales? Esta interrogante permitió una aproximación a sus expectativas, así como a los roles y funciones que le asignan a los integrantes de la familia e, incluso, identificar con sus narrativas, el modelo de familia al que aspiran formar parte. Para darle respuesta se analizaron los significantes a los cuales recurren para hablar del objeto de estudio; por ende, se exploran sus ideas, deseos y aspiraciones, las cuales deberían ser escuchadas antes del proceso de adopción y consideradas como una base esencial en la toma de decisiones del juez.

Método

Perspectiva de la investigación

Para el desarrollo de esta investigación se eligió la posición epistemológica interpretativa, en tanto se concibe a la realidad como una construcción social de niñas y niños, quienes son vistos como portadores de saberes, experiencias, sentidos y significados. Esta delimitación determinó la manera de aproximarse al objeto de estudio, es decir, con acercamientos inductivos para el análisis de la subjetividad y la comprensión del contexto; ello desde una dimensión simbólica que permitió develar cuáles son los significados sobre familia para niñas y niños sin cuidados parentales. El contestar la interrogante de investigación requirió de la construcción de un modo de acercamiento que permitiera abordar e interpretar la realidad a partir de una descripción detallada de hechos y contextos. En ese sentido, se realizó un trabajo con orientación cualitativa, la cual posibilitó una aproximación profunda y detallada a sus ideas, opiniones, experiencias y creencias desde un sentido más naturalista. Así, se recuperaron sus voces con un encuentro presencial que facilitó el diálogo para recuperar su sentir y comprender sus formas de conceptualizar el objeto de estudio.

Escenario de estudio

El estudio se realizó en la Fundación Unnido, una casa hogar de asistencia privada de la Ciudad de México, que brinda atención integral a niñas y niños de 0 a 11 años, sin cuidados parentales o en situación de abandono. Su objetivo es restituirles el derecho a vivir en familia, mediante procesos de reintegración familiar o adopción.

Participantes

La integración del número de participantes no fue a priori, sino a través del juicio de expertos; es decir, su elección fue determinada por las características del objeto de estudio, el tipo de metodología y la problemática. Una estrategia importante fueron los contactos institucionales que facilitaron el ingreso al escenario de estudio, integrados por el equipo de profesionales que laboraban en la institución. Con aquellos se sostuvieron conversaciones sobre el proyecto, el contexto y las características de las niñas y los niños, información que sirvió para el proceso de interpretación. La solicitud de acceso a la población se formalizó a través de un oficio donde se describían las finalidades y el tipo de investigación a desarrollar.

Al ser un estudio cualitativo, la elección de los participantes se hizo de forma inductiva al considerar tres criterios de inclusión: niñas y niños de 8 a 11 años de edad (porque si ya cursaban la primaria ya habrían empezado establecer un diálogo más fluido y aprendido a leer, escribir y perfeccionar sus trazos en dibujos); pertenecientes a la Fundación Unnido por la ausencia de cuidados parentales; y, con interés en participar de forma voluntaria a través del consentimiento y el asentimiento informado.

Técnicas e instrumentos de estudio

Técnica de dibujo: se integró un grupo con tres niñas y tres niños interesados en participar de forma voluntaria, con quienes se buscó romper el hielo para que la actividad fuera de su agrado. Tras explicársela, se desarrolló en un tiempo de 10 a 15 minutos, con técnica libre y bajo el tópico «para mí, la familia es…». Se les entregó una hoja blanca tamaño carta con datos generales como: sexo y edad; el título y una explicación sobre su dibujo. Esta tarea se realizó en grupo, después de sus actividades escolares y en un salón de la fundación.

Entrevista: concluido el dibujo, se procedió a una entrevista individual de tipo semiestructurada, cuyo objetivo radicó en ampliar la información sobre el dibujo y, de esta manera, obtener las primeras reflexiones desde su propia voz. Las entrevistas duraron de 5 a 10 minutos; se grabaron en audio con su autorización y fueron desarrolladas bajo tres ejes:

·         Primero, se presentó el entrevistador; luego, se formularon preguntas sobre sus actividades escolares para romper el hielo y generar un ambiente de seguridad y tranquilidad para la niña y el niño.

·         En segundo lugar, se tuvo una pregunta eje basada en el objetivo de la investigación: «¿Qué representa para ti el dibujo que realizaste?». Esta dio pauta para generar otras interrogantes como: «¿por qué titulas tu dibujo de esta forma?, ¿quiénes son los personajes que aparecen en tu dibujo?, ¿qué significa para ti la familia?, ¿qué papel tiene la mamá, los papás y los hermanos en la familia?, así como otras producto de sus respuestas y con base en los objetivos de la investigación.

·         Tercero, en la fase de cierre se les preguntó si querían agregar algo más y, por último, se les agradeció su participación.

Tratamiento de la información

La técnica de dibujo es una representación simbólica o social. Detrás de ella hay experiencias, visiones del mundo y situaciones emocionales que no se pueden interpretar a simple vista. Por ello, fue necesario definir una ruta crítica sobre cómo interpretar el dibujo y los testimonios de las entrevistas.

En primer lugar, los dibujos realizados por las niñas y los niños fueron escaneados para su presentación y análisis. Se le dio prioridad a la explicación escrita del dibujo, así como a las entrevistas transcritas de forma textual en Microsoft Word™.

El dibujo no se analizó de manera aislada a la interpretación brindada por el niño o la niña. Por ello, fue primordial establecer una conversación con ellas y ellos para no generar un sesgo analítico y una variación de significado real, pues son sus mejores intérpretes, aun cuando su discurso oral pudiera cambiar un poco respecto a la idea original con la que construyeron su dibujo. Producto de las respuestas, se identificaron categorías como cuidado, roles tradicionales y adversidades, las cuales fueron trabajadas de forma inductiva; es decir, se identificaron conceptos clave de las narrativas de las niñas y los niños para organizar sus testimonios y establecer relaciones entre lo expresado. Así mismo, se realizó un análisis de contenido basado en el significado que los sujetos atribuyeron al dibujo con su explicación. En cuanto a la imagen diseñada, se tomaron en cuenta los trazos, los personajes, las acciones, los gestos, el lugar y los colores utilizados, inda-ando con ellas y ellos el significado atribuido a las gesticulaciones y acciones, el uso de determinados colores, los lugares, los objetos y otros elementos constitutivos para tener mayores elementos hacia los procesos interpretativos.

Consideraciones éticas

Por más simple que parezca la implementación de la técnica del dibujo, deben considerarse distintos elementos éticos previos a su ejercicio, sobre todo por las características especiales de la población en estudio: la edad, la imagen, los usos de su obra y los testimonios, así como las secuelas que puede provocar una negativa conducción ética en la investigación; lo anterior, sobre todo ante un tema tan sensible como la familia, ya que el dibujo desencadena reflexividad, mueve experiencias y vivencias que no necesariamente son gratificantes para las niñas y los niños.

Para la conducción ética de la investigación, se solicitó la autorización de la directora de la fundación para acceder a la institución mediante oficios institucionales. Una vez aprobado, se facilitó el acceso a un grupo de 10 niñas y niños, quienes conocieron las particularidades del estudio gracias a una cápsula animada diseñada bajo el título «Participa dibujando», la cual fue el mecanismo para lograr un entendimiento reflexivo, con un lenguaje amigable, sencillo e incluyente para su fácil compresión. Con una duración de dos minutos, dicha cápsula abordó temas como: el objetivo de la investigación, las características de su participación, la publicación de sus dibujos, el uso de los datos personales, la confidencialidad y la privacidad de las y los participantes (figura 1).

Nota. Las imágenes presentadas en la cápsula fueron recuperadas del programa Canva y Filmora donde fue diseñado el video.

Figura 1 Escenas de la cápsula «Participa dibujando»

Finalizada la proyección, se buscó el asentimiento informado con un acuerdo manifiesto, donde las niñas y los niños decidieron si participaban de forma voluntaria. Se consideró el interés de la niña y el niño al tener derecho a decidir de forma libre y sin presiones. Así, se logró conformar el grupo de nueve integrantes.

Una vez obtenido el asentimiento, se buscó el consentimiento informado de las autoridades de la institución mediante un documento escrito (Autorización para el uso de dibujos y testimonios de niñas, niños o adolescentes), en el cual se explicó en qué consistía la actividad, se comunicaron los beneficios, el tipo de participación esperada, así como el uso que se le daría a los datos personales y a la información recolectada. Se solicitó el nombre completo del niño y la firma de la directora de la fundación, como aval de que la investigación se desarrolló sin afectar la dignidad de los participantes con estricto respeto a los derechos humanos de niñas, niños y adolescentes, en cumplimiento de las reglas de confidencialidad y privacidad al colocar nombres diferentes y no hacer uso de su imagen física por ser menores de edad.

Resultados

Perfil de las y los participantes

El perfil de las niñas y los niños que accedieron a participar en la investigación fue el siguiente: en total colaboraron nueve; seis niñas y tres niños de 8 a 11 años de edad, institucionalizados en la Fundación Unnido. Las causas por las cuales no viven con su familia de origen están vinculadas con distintas expresiones de maltrato y abandono. Se encuentran de manera provisional bajo la tutela del Estado, el cual les brinda cuidados especiales de asistencia y protección mientras se restituye su derecho a vivir en familia. Estos centros actúan bajo un marco jurídico que los obliga a garantizar los derechos humanos de las niñas, niños y adolescentes mediante servicios asistenciales como: alimentación, vestido, atención psicológica, salud física, recreación, educación y otros.

El tiempo de institucionalización de las niñas y los niños participantes va de los seis meses a los cuatro años, aunque depende de las características de cada caso y de la resolución del juez de lo familiar; este último es quien determina la conclusión del vínculo con la familia de origen para el proceso de adopción (si bien esta es una medida excepcional luego de agotar todas las posibilidades de reintegrarlos a su familia consanguínea).

Figueroa (2017) recomienda que el tiempo de institucionalización sea el menor posible, dado que puede existir mayor riesgo en la vulneración de sus derechos humanos al sufrir algún tipo de violencia dentro de los centros o al producirse efectos adversos de índole psicológica, física y social (al no ofrecer cuidados estables como los que sí proporcionaría una familia).

Los motivos de la separación familiar de las niñas y los niños son diversos. En los casos estudiados, algunos tienen mamá, papá o ambos; por tanto, no se encuentran en estado de orfandad, pero sí de abandono. Otros provienen de ambientes familiares altamente disfuncionales donde han sido víctimas y testigos de violencias familiares. Además, sus padres consumían alcohol o drogas, había ausencia de cuidados parentales, extrema pobreza, rechazo y encierro, entre otras problemáticas; estas reflejan profundas negligencias y vulneraciones a sus derechos humanos que los colocan en un estado de alta vulnerabilidad, por lo que requiere un nuevo proceso de asignación familiar.

El perfil de las niñas y los niños ingresados a la institución refleja las diversas problemáticas vividas en sus entornos familiares, entre las que destacan: bajo control de impulsos, estrés, agresividad, intolerancia, irritabilidad, sexualización, dificultades en procesos de socialización y desarrollo emocional, comportamientos ambivalentes e inconvenientes en la construcción de un vínculo afectivo, problemas de salud o desnutrición.

Respecto al derecho a la educación, las niñas y los niños participantes son alumnos de segundo a sexto grado de primaria. La mayoría presentan problemas de rezago educativo, el cual se manifiesta en dificultades de aprendizaje, producto del contexto familiar de origen, donde factores como la pobreza, las violencias familiares y el bajo nivel educativo de los padres tiene alta influencia.

Las niñas y los niños acuden a una escuela del sistema Montessori, el cual promueve la autonomía, al brindarles libertades basadas en la espontaneidad y la creatividad para la construcción de sus aprendizajes. Asisten de forma presencial en el turno matutino, y regresan a la fundación que ha instaurado una rutina de vida, en busca de ser lo más apegada a los modelos familiares tradicionales, con horarios de desayuno, comida y cena, tiempos específicos para el desarrollo de tareas escolares, actividades de ocio y juego, entre otras.

El significado de niñas y niños respecto a la familia

Los significados que tienen niñas y niños sobre la familia se recuperaron con la frase detonadora «para mí la familia es…». El comportamiento observado durante la actividad es descrito a continuación: actitudes ansiosas, falta de concentración, apatía, incertidumbre y nerviosismo en su desarrollo, así como dificultades para expresar en palabras el significado de su trabajo. Algunos no pudieron abordar el tema de forma directa y desarrollaron un dibujo que aparentemente no guardaba relación con el tema central; no obstante, es una representación metafórica de sus emociones o de la forma en cómo esperan superar las adversidades y vivir en familia, apoyándose de diversos recursos explicados a continuación.

Hubo niños que hicieron uso de personajes animados para simbolizar sus emociones e, incluso, representar mecanismos de afrontamiento ante la institucionalización; son utilizados como un ejemplo de resiliencia ante las adversidades. Ello se muestra en el siguiente testimonio: «Mi princesa favorita es Elsa, porque siento que es fuerte. Cuando sale de su casa vive más cosas y yo siempre me sentía así de cuando estaba en mi casa encerrada. Ahora siento que estoy viviendo» (Nadia, 11 años). Elsa, de la película Frozen, es una heroína distinta a los estereotipos tradicionales, pues busca su libertad a través de la solidaridad y el apoyo de su familia; para Nadia, este personaje es un símbolo de fuerza, liderazgo y resistencia que refleja los valores con los que se identifica. Al no ser un personaje secundario y con estereotipos de género tan marcados, algunas niñas de la generación alfa lo han tomado como un estandarte respecto a la dirección que les gustaría darle a sus vidas.

La adversidad es otra categoría que aparece en los dibujos y simboliza el desorden y el caos; refleja también interrupciones en su dinámica familiar, al representarse personajes que interrumpen intempestivamente su cotidianidad. Así lo expresa David: «Mi papá y yo estábamos viendo peces y, de repente, nos apareció un ovni y nos interrumpió todo y ya no volvió a ser igual y ahora estoy aquí» (figura 2) Esta frase refleja el recuerdo de la figura paterna, los cambios repentinos en la vida cotidiana por un hecho inesperado, así como la sensación de ya no estar en familia.

Figura 2 Mi papá y los peces (David, 9 años)

Al hablar de este grupo social, algunas niñas y niños construyen historias donde los protagonistas centrales no son los integrantes de su familia; incluso, hacen una alusión mínima a la madre, padre o hermanos, quienes ocupan un rol secundario que se pierde en el escenario. Ciertos niños, como Jairo, manifestaron no tener experiencias en familia; para otros, no son figuras representativas, sino un recuerdo bloqueado del que no quieren hablar o por el que no hay añoranza. Así, Jairo representó a integrantes de la familia, a la madre y los hermanos por separado, en un mundo imaginario denominado «selva tierna», donde hay muchos árboles, pero también animales feroces que, si se descuidaban, se los pueden «comer» (figura 3).

Figura 3 La selva tierna (Jairo, 8 años)

Los dibujos de los niños expresan sus emociones, aspiraciones e idealizaciones de lo que esperan encontrar en una familia, las cuales están muy apegadas al modelo nuclear, instaurado social y culturalmente como el ideal. De allí que asocian su dinámica con valores como el afecto, el cuidado y la protección. Por tanto, es natural que exista esta representación social ante la influencia de factores externos como la cultura, la escuela y los medios de comunicación, los cuales proyectan modelos de familia ideales mediante imágenes que tienen impacto en sus creencias y comportamientos. Así, se identifica una actitud positiva hacia este grupo, al valorarlo como un entorno de crianza favorable para su desarrollo, pese a que sus experiencias no son gratificantes y están marcadas por la ausencia de cuidados.

En el proceso de restitución del derecho a vivir en familia, pocos niños mantienen vínculos con su familia extensa, ante el reducido número de familiares interesados en su proceso de adopción. Ello se debe a causas vinculadas con la extrema pobreza, la no aprobación de pruebas psicológicas que garanticen que el niño tendrá los cuidados necesarios o porque simplemente abandonan el proceso. Solo dos niñas —que son hermanas— manifestaron tener una red de apoyo familiar integrada por sus tíos, con quienes, durante la etapa de la institucionalización, han construido un lazo familiar que les genera tranquilidad. De tal forma, asocian su rol con protección y cuidado e, incluso, en sus dibujos los refieren como héroes que los liberaron de dinámicas de poder y violencia que experimentaban.

En las figuras 4 y 5, estas hermanas coinciden en las relaciones de apoyo y solidaridad ante las experiencias traumáticas que vivieron con sus padres, así como reflejan sus deseos y aspiraciones de que sean ellos quienes asuman las tareas de cuidado, por existir ese vínculo afectivo y natural que les permite conservar su identidad: «Mis tíos son los héroes de mi familia, porque ellos me ayudaron a que mis padres ya no me siguieran pegando » (Livia, 9 años). Por su parte, su hermana expresa:

Para mí, la familia significa un equipo. Pensé que mi tío no nos iba a querer y, a pesar de todo lo que pasó, sí nos quisieron, y por eso estamos en convivencia con ellos. Vemos como sí nos quisieron y no nos rechazaron. Las familias son muy importantes para los niños, porque si no hubiera papás, los niños no sabrían que hacer.» (Nadia, 11 años).

Figura 4 Los héroes de mi familia (Livia, 9 años)

Figura 5 Mi familia es un equipo (Nadia, 11 años)

Como se aprecia en los testimonios, pese a los cambios experimentados por las sociedades, en el siglo XXI las familias aún son valoradas como su núcleo y lo más importante que tiene el ser humano. Niños sin cuidados parentales la consideran esencial en su desarrollo y un pilar fundamental en la estructura social. por tanto, no es extraño que proyecten en ella valores tradicionales vinculados con el bienestar, el cuidado, la protección, el desarrollo afectivo y la supervivencia.

El modelo de familia ideal lo integran con mamá, papá, hermanos e, incluso, mascotas que habitan dentro de una casa; también incorporan a la familia extensa integrada por tías, tíos y primos como vínculos importantes. A los integrantes agregan funciones positivas relacionadas con estereotipos tradicionales de género; hacen referencia principalmente a las madres y padres, donde las primeras se dedican principalmente a actividades de cuidado y, los segundos, al sostenimiento económico:

Esta es una familia, y esta es la mamá, y este es el papá y estos son los hijos. Una familia está formada por un grupo de personas. Una familia es grupo de personas que se quieren. La mamá tiene a sus hijos en la panza por nueve meses, les cambia el pañal, les enseña a ir al baño, los lleva a la escuela. El papá les enseña sobre negocios y, a veces, los recoge de la escuela, a veces los consiente, los lleva a comprarse ropa y zapatos» (Ana, 11 años).

Según el estudio de Solbes et al. (2020), desde los cuatro años de edad, niñas y niños incorporan los roles de género tradicionales, a partir de lo que observan en el comportamiento de sus familias, especialmente los relacionados con el ejercicio de la masculinidad (figura 6).

Figura 6 Blanco y negro (Ana de 11 años)

En definitiva, los dibujos de los niños reflejan los deseos de estar en una familia, donde el cuidado, la protección y la seguridad sean parte de la dinámica cotidiana. En el imaginario sobre familia, aparecen los valores y roles tradicionales que son socialmente aceptados. Este grupo es valorado con alta importancia, pese a las adversidades vividas, y destacan la relevancia de la unidad entre sus integrantes con símbolos de unión. Sus historias pasadas están en proceso de sanación y de resignificación, lo que les permite plantear deseos y anhelos que desean cumplir cuando se integren con una nueva familia.

Discusión

De acuerdo con los resultados obtenidos, basados en el objetivo de analizar los significados que niñas y niños sin cuidados parentales tienen sobre la familia, se concluye que estos son diversos por los distintos comportamientos negligentes de padres y madres que derivaron en su institucionalización y en la ruptura familiar. La ausencia de un grupo que brinde a las niñas y los niños los cuidados necesarios para su desarrollo integral significa una de las mayores vulneraciones hacia sus derechos humanos. Sobre todo en una sociedad tradicional donde existen arraigadas creencias respecto a la familia como la base de la sociedad y un especie de «salvavidas» de todos los malestares que los sujetos pueden experimentar a lo largo de su vida. Por tanto, no resulta extraño que las emociones expresadas en los dibujos reflejen valores culturalmente aceptados como el amor y la protección. Sin embargo, al ser niños con vacíos afectivos este imaginario se tensa ante experiencias basadas en omisiones y rupturas en las tareas de cuidado, lo que cuestiona las percepciones idealizadas en torno al rol de las familias con base en este tipo de atribuciones.

El hecho de no vivir en familia limita otros derechos humanos, y dicho incumplimiento se refleja en sus comportamientos (por ejemplo, en la socialización) al existir vacíos afectivos. Si bien en la fundación niñas y niños reciben atención para mitigar los efectos de la ausencia de cuidados paternos, muchos manifiestan dificultades para establecer vínculos afectivos con otras personas, como consecuencia de los sentimientos de abandono que experimentaron. Otros aún piensan en alguno de sus padres, a pesar de las adversidades y al sublimar sus experiencias las transforman en deseos y anhelos en torno a la nueva etapa que les gustaría vivir, lo que los lleva a un enfrentamiento de sus sueños con las realidades complejas que viven.

La omisión de cuidados parentales lleva a un proceso de institucionalización, donde el Estado asume las obligaciones familiares mediante los Sistemas Nacionales de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. Los motivos del ingreso a la institución de las y los participantes en el estudio son diversos, multicausales y muy complejos. Por tal razón, su permanencia dentro de la fundación suele ser más larga, pero solo sucede así en casos excepcionales, debido a los efectos adversos que podría provocar en su desarrollo biológico, psicológico y social.

Es de suma importancia que, ante la ausencia de cuidados parentales por distintas causas, las opiniones de niñas y niños sean tomadas en cuenta y se consideren las formas en cómo construyen sus perspectivas al analizar su realidad. Así mismo, que se generen propuestas para transformarlas, reconociendo como valiosos sus puntos de vista desde su particularidad y no en la generalidad, como parte del ejercicio de respeto y garantía de sus derechos humanos, pues es esencial que sean escuchados en los temas que los inmiscuye.

Respecto al tipo de familia que les gustaría tener, una buena estrategia metodológica para iniciar el diálogo fue la técnica de dibujo, la cual permitió que plasmaran sus significados sobre dicho tema, develando sus intereses e inquietudes. En los dibujos de niñas y niños se identificaron anhelos y emociones que sienten cuando hablan de la familia, por lo que tienen una representación social positiva al considerarla como un pilar esencial en sus vidas. A pesar de las violencias físicas, psicológicas, sexuales y experiencias de abandono, hay un reconocimiento como un grupo indispensable para su desarrollo, por la protección y los cuidados que ofrecen las figuras paternas y maternas, al ser identificados bajo los tradicionales roles de género en el desarrollo de dichas tareas.

En conclusión, la ausencia de cuidados parentales que viven las niñas y los niños es una problemática invisibilizada y probablemente un tema poco estudiado en México y otros países de Latinoamérica, sobre todo desde la perspectiva de niñas y niños. Esto plantea importantes retos y desafíos para la academia, el Estado y la sociedad, dado que se carece de bases de datos nacionales precisos. En estas se debería establecer con exactitud la cantidad de niñas y niños que se encuentran bajo cuidados alternativos por parte del Estado, los efectos adversos que provoca la institucionalización, así como la importancia de saber el significado de familia para niñas y niños antes de una resolución definitiva del juez. Esta situación los coloca como un grupo altamente vulnerable y estigmatizado. Por ende, es necesario el desarrollo de acciones de incidencia en el diseño de políticas públicas sobre crianza positiva, mitigar los efectos de la pobreza y la desigualdad, las cuales constituyen algunas de las posibles causas que provocan la ausencia de cuidados parentales.

Por último, esta investigación abre otras líneas de estudio que pueden ser de interés para comprender este objeto de forma integral. Si bien, se priorizó la recuperación de las voces de las niñas y los niños (lo cual es esencial), solo ofrece una mirada al problema, lo que se establece como su mayor limitación. Por tanto, es necesario analizar la perspectiva de las familias postulantes y develar sus ideas, intereses y anhelos en la configuración de las familias a partir de un proceso de adopción, y cómo se relacionan con los significantes de este grupo de la población. Ello permitirá tener una visión más amplia del fenómeno y brindará mayores elementos para garantizar el derecho a vivir en familia.

Agradecimientos

A las niñas y niños participantes en la investigación, así como a la Fundación Unnido IAP, por las facilidades brindadas para el desarrollo del estudio.

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^*El artículo presenta una síntesis de los resultados de la investigación aprobada por el Consejo Técnico de la Escuela Nacional de Trabajo Social, Universidad Nacional Autónoma de México, en enero de 2023, desarrollado en el marco de las actividades de investigación como Profesor de Carrera de Tiempo Completo, bajo la línea de investigación en grupos de atención prioritaria: niñas, niños y adolescentes. El estudio se realizó del 1° abril del 2022 al 5 de mayo de 2023. Área: trabajo social. Subárea: trabajo social en educación.

Para citar este artículo: Martínez-Sierra, P. D. (2024). Los significados de familias para niñas y niños sin cuidados parentales. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 22(3), 1-21. https://doi.org/10.11600/rlcsnj.22.3.6100