Estudios e investigaciones
DOI: 10.11600/rlcsnj.21.3.5698
Evolución del riesgo y protección en la infancia y la adolescencia*
Evolution of risk and vulnerability in childhood and adolescence
Evolução do risco e da negligência na infância e na adolescencia
José M. TomásPh. D.1, Irene Fernández Ph. D.2 José-Javier Navarro-Pérez Ph. D.3 ,Ángela Carbonell Ph. D.4
1 Universitat
de València, España. Doctor en Psicología. Catedrático del Departamento de
Metodología de las Ciencias del Comportamiento, Universitat
de València. 0000-0002-3424-1668. H5: 45. Correo
electrónico: jose.M.Tomas@uv.es
2 Universitat
de València, España. Doctora. Investigadora del Departamento de Metodología de
las Ciencias del Comportamiento, Universitat de
València. 0000-0001-7333-3015. H5: 7. Correo
electrónico: irene.Fernandez@uv.es
3 Universitat
de València, España. Doctor en Desarrollo Local. Profesor titular del
Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales, Universitat
de València. 0000-0001-6363-7154. H5: 10. Correo
electrónico: j.javier.navarro@uv.es
4 Universitat
de València, España. Doctora en Ciencias
Sociales. Profesora e investigadora del Departamento de Trabajo Social y
Servicios Sociales, Universitat de València. 0000-0003-2180-4123. H5: 7. Correo electrónico: angela.Carbonell@uv.es
Recibido: 30.09.2022 Aceptado: 01.03.2023 Publicado: 31.08.2023
Resumen (analítico)
Los factores de riesgo y protección pueden ser utilizados para evaluar,
prevenir e intervenir en el maltrato infantil. El objetivo de este estudio es
analizar longitudinalmente el riesgo en la infancia y la adolescencia, para
determinar qué factores pueden ser empleados como indicadores de evolución. Se
empleó una muestra de 102 niños, niñas y adolescentes que participaban en el
sistema de bienestar infantil español, en tres momentos temporales. Los
resultados indicaron que existe una evolución del riesgo, con una tendencia
general de disminución de riesgos e incremento de elementos protectores.
Nuestros hallazgos identificaron la existencia de factores dinámicos y
estáticos. Este estudio pone de manifiesto la relevancia de la atención e
intervención continuada y a largo plazo para fortalecer los factores de
protección y disminuir los de riesgo en niños, niñas y adolescentes.
Palabras clave: Maltrato infantil; adolescencia; bienestar de la infancia; factores de
riesgo; factores de protección. Tesauro de Ciencias Sociales de la Unesco.
Abstract (analytical)
Risk and
protective factors can be used for risk and needs assessments, prevention, and
intervention in cases involving mistreatment of children. The aim of this study
is to provide a longitudinal analysis of risks and vulnerabilities in childhood
and adolescence, with the goal of determining which factors can be used as
indicators for progress with cases. A sample of 102 children and adolescents
supported by the child welfare system in Spain was used along with measurements
based on three different points in time. The study’s results indicated that
there is a change in risk levels, with a general trend of decreasing risk and
increasing protective elements. The study’s findings identified the existence
of a group of dynamic factors and another group of static factors. This study
highlighted the relevance of continuous and long-term care and intervention in
order to strengthen protection and decrease risks for children.
Keywords: Child
abuse; adolescence; child welfare; risk factors; protective factors.
Resumo (analítico)
Os factores de risco e protecção podem ser utilizados para avaliar, prevenir e intervir em casos de maustratos a
crianças. O objectivo deste estudo é analisar o risco na infância e adolescência
longitudinalmente, a fim de determinar que factores podem ser utilizados
como indicadores de evolução. Uma
amostra de 102 crianças e
adolescentes participantes no sistema espanhol de bem-estar infantil foi utilizada
em três pontos no tempo. Os resultados indicaram que existe uma evolução do risco, com uma tendência geral
de diminuição do risco e aumento dos elementos
protectores. Os nossos resultados identificaram
a existência de factores dinâmicos
e estáticos. Este estudo destaca a relevância dos cuidados e intervenções
contínuos e a longo prazo
para reforçar os factores de protecção
e diminuir os factores de risco nas
crianças.
Palavras-chave: Maltrato infantil; adolescência; bem-estar infantil; factores de risco; factores de protecção.
Introducción
La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2022) define el
maltrato a la infancia y la adolescencia como toda forma de abuso sexual,
abandono, maltrato físico o emocional, trato negligente y explotación
comercial o de otro tipo, que tenga como resultado un daño real o potencial para la
salud, la supervivencia, el desarrollo o la dignidad de niño, niña o
adolescente (en adelante, NNA), en el contexto de una relación de
responsabilidad, confianza o poder. La exposición a la violencia de género
también se incluye como una forma potencial de maltrato a la infancia y la
adolescencia (Brown et al., 2021; Spearman et al., 2022).
En la actualidad, una de cada cuatro personas adultas manifiesta haber
sido maltratada físicamente en edades tempranas (OMS, 2022). El estudio de
Hillis et al. (2016)
estimó que aproximadamente mil millones (o la mitad de NNA de 0 a
17 años en todo el mundo) habrían sufrido maltrato físico,
emocional, sexual o múltiple en el último año, con cifras que
oscilaban en función del territorio. Más concretamente, el porcentaje de NNA
maltratados/as fue del 64% en Asia, 56% en América del Norte, 50% en África,
34% en América Latina y el 12% en Europa. En España, más del 25% de NNA han
sido víctimas de maltrato por parte de sus progenitores/as o cuidadores/as
principales (en adelante, cuidador/a principal; Save the Children, 2018). Sin embargo,
dada la naturaleza reservada del maltrato, así como los desacuerdos sobre las
definiciones y medidas, se calcula que
únicamente el 10% de los casos son notificados (Save
the Children, 2018), por lo
que se desconoce la verdadera prevalencia del maltrato a
la infancia y a la adolescencia (Font & Kennedy, 2022; Poole et al., 2014; Stoltenborgh et al., 2015).
Estos datos muestran que este debe considerarse como una importante y compleja
preocupación para las políticas públicas y para los organismos e instituciones que trabajan
por los derechos y el bienestar de la infancia y la adolescencia (Eddy & Sneddon, 2020; Norman et al., 2012; Yoon et al., 2022).
La literatura ha demostrado que la exposición temprana al maltrato tiene graves
consecuencias para la salud, bienestar y desarrollo de NNA que pueden
durar toda la vida (Clemens et al., 2018; Font & Berger, 2015; Kisely
et al., 2018; Murray et al., 2022; Ozawa & Hirata,
2020; Pfaff & Schlarb, 2022; Wekerle et al., 2017).
Para evitar su impacto significativo, la literatura ha tratado de identificar las causas que lo promueven. El modelo
ecológico (Belsky, 1980, 1993;
Bronfenbrenner, 1979) surge como marco de respuesta ante la complejidad y
heterogeneidad que
caracteriza la etiología del maltrato y lo define como un fenómeno multicausal en el que intervienen e interaccionan factores de riesgo que operan a través de cuatro niveles: individual,
interpersonal, comunitario y social. Estos factores incluyen desde las
características de NNA, las relaciones y conductas parentales y familiares, así
como otros factores presentes en la comunidad y en el sistema social que pueden aumentar la vulnerabilidad (Lakhdir
et al., 2021; OMS,
2022; Zhang & Topitzes, 2022). Para Belsky (1993) las influencias más próximas al NNA y su entorno inmediato tendrán un mayor impacto
en su salud y desarrollo, mientras que los factores más distantes supondrán efectos indirectos o menos graves.
De manera complementaria, el modelo
ecológico incluye factores de protección para eliminar o mitigar la aparición
del riesgo o, en algunos casos, pueden formar parte de las intervenciones
dirigidas a reducirlo (Counts et al., 2010; Ridings et al., 2017). Entre estos factores, la revisión sistemática
desarrollada por Younas y Gutman (2022) mostró que la estabilidad familiar, el apoyo social y emocional,
la crianza positiva y la participación familiar en la comunidad actúan como
variables protectoras que amortiguan
múltiples riesgos en los NNA. En este sentido, y siguiendo a Austin et al. (2020), el modelo ecológico proporciona información sobre
los factores de riesgo y protección existentes en múltiples niveles de influencia que pueden
ser utilizados para la evaluación de los riesgos y necesidades, así como para
definir estrategias
de prevención e intervención.
Como afirman Boatswain-Kyte (2019) y Muller et al. (1995),
el maltrato a la infancia y la adolescencia también debe ser considerado como
una realidad dinámica y multifacética, expuesta a contantes influencias de una gran variedad de áreas o sistemas. Por
ello, como sostienen De Ruiter et al. (2020), la evaluación debe ir más allá de proporcionar
una suma de factores de riesgo individuales, midiendo e integrando factores de
riesgo estáticos y dinámicos, así como factores de protección. En este aspecto,
la literatura (Eisenberg et al., 2019; Oshri et al., 2018) ha definido los factores estáticos como los eventos inalterables que forman parte de la historia de vida de NNA u otras
características que no
están sujetos a cambios, tales como los antecedentes de abuso y negligencia.
Los factores dinámicos, por su parte, hacen referencia a aquellos aspectos modificables que
acompañan la socialización y permiten la evolución de NNA a través de una
intervención o tratamiento (Bender, 2010; Navarro-Pérez & Pastor-Seller, 2017), como la madurez emocional o la capacidad
para la resolución de conflictos,
entre otros.
A pesar de que los factores dinámicos y estáticos han sido
mayoritariamente utilizados para evaluar la reincidencia delictiva (Andrews
& Bonta, 2010), también han sido incluido en los
modelos de evaluación de riesgos de maltrato a la infancia y la adolescencia
(De Ruiter et al., 2020; van der Put et al., 2017).
El informe desarrollado por Assink et al. (2016) sugiere que los factores de riesgo dinámicos deben identificarse para implementar intervenciones que respondan a realidades en constante cambio y evolución
y, por tanto, satisfagan las necesidades específicas y actuales de los NNA. En esta línea, los resultados
de la investigación de Jolley (2012) señalan que, para garantizar el desarrollo efectivo de NNA y su
bienestar futuro, las actuaciones y decisiones profesionales deben establecer
el abordaje de los factores de riesgo dinámicos como objetivos prioritarios de
intervención, así como la reducción de los efectos negativos de los factores de
riesgo estáticos, incorporando elementos de protección.
En los últimos años se ha reconocido
cada vez más que los
estudios sobre maltrato deben desarrollarse y evaluarse de manera longitudinal
para comprender el impacto del maltrato a largo plazo, así como la evolución de
la situación en la que se
encuentran los NNA (Petersen et al., 2014).
Sin embargo, el campo del maltrato a la infancia y la adolescencia cuenta con
dificultades para
abarcar la complejidad de esta realidad. Putnam Hornstein
et al. (2013) señalan que la literatura científica en este ámbito está dominada por estudios que evalúan la existencia de riesgos a corto plazo, sin
prestar atención a aquellos
factores dinámicos que pueden
ser utilizados como indicadores de éxito o fracaso del sistema o la prestación
de servicios.
El estudio desarrollado por Hurren et al. (2017)
concluyó que
todavía existe la necesidad de realizar estudios longitudinales que permitan identificar la evolución de los riesgos y, con ello, mejorar los procedimientos y
políticas de protección, así como los resultados de los NNA y sus familias. Por
ello, el objetivo del presente estudio es analizar la evolución del riesgo y
protección en la infancia y la adolescencia en una región de España. Para ello,
se examinaron ambos factores, con la finalidad de guiar los esfuerzos de la intervención.
Método
Participantes y procedimiento
Se dispone de datos de 102 niños, niñas y adolescentes atendidos/as por el
sistema de bienestar infantil de la Comunidad Valenciana (España). Fueron
evaluados durante un año, en tres momentos temporales, con una separación de
seis meses entre cada uno de ellos. En el primer momento temporal, la edad de
los menores osciló entre los 0 y 18 años (M = 13.29, DT= 4.57). El 45.1% se
encontraba en ese periodo en acogimiento residencial, el 7.8% en acogimiento
familiar y el 47.1% restante en la vivienda familiar. Respecto al género, el
36.3% eran mujeres y el 63.7% restante hombres.
Los datos fueron recogidos por 56 profesionales seleccionados
aleatoriamente, procedentes de distintos servicios dentro del sistema de
bienestar infantil. Los servicios de los que procedían eran: asistencia
técnica en acogimiento familiar en familia ajena (3.6%), centros de día de
apoyo educativo/inserción sociolaboral (8.9%), hogares de emancipación (5.4%),
centros de recepción (1.8%), centros de acogida (26.8%), centros de medidas
judiciales (19.6%), servicios sociales/equipos específicos de
intervención con la infancia y la adolescencia (32.1%) y otros servicios (1.8%).
El 83.9 % eran mujeres y el 16.1% hombres. En promedio, estos/as profesionales
tenían 9.13 años de experiencia en protección a la infancia (DT = 7.99) y, de
estos, una media de 7.39 años (DT = 7.78) habían sido desempeñados en el puesto
actual. Finalmente, el rol predominante de los y las profesionales era
psicólogo/a (41.1%), seguido de trabajador/a social (28.6%) y de educador/a
(23.2%).
Esta investigación cumplió con los estándares éticos de la APA y fue
aprobada por la Comisión Ética de la Generalitat Valenciana (Ref. HYH5NVSA-Y85ZSB11-RML6ZC
YX). Los datos de los NNA fueron todos anónimos y todos los y las profesionales
firmaron consentimientos informados.
Instrumentos
Para este estudio se emplearon tres escalas procedentes de un proyecto de
mayor envergadura, el proyecto DAP 360º (Determinantes de atención temprana;
Carbonell et al., 2023), cuyo objetivo es la evaluación integral del
riesgo y desprotección en la infancia y la adolescencia. Todas las escalas
desarrolladas en el marco de este proyecto son de carácter heteroadministrado,
es decir, los y las profesionales evalúan los diversos ítems que componen
la escala a partir de la información recogida acerca de los NNA. Con este fin se han
desarrollado, entre otras, las siguientes escalas:
Adolescents and Children Risk of
Abuse and Maltreatment-Parental Scale (Acram-PS; Navarro- Pérez et al., 2023): esta herramienta se compone de 92 ítems
repartidos en 12 factores que miden todos los ámbitos de riesgo asociados a las
conductas del cuidador o cuidadora principal que afectan
al/la NNA: variables parentales (12 ítems), negligencia de necesidades físicas (8
ítems), negligencia de necesidades de seguridad (8 ítems), negligencia de
necesidades formativas (2 ítems), negligencia de necesidades psíquicas (6
ítems), maltrato físico (7 ítems), maltrato emocional (7 ítems),
instrumentalización y abandono (4 ítems), abuso sexual (22 ítems),
maltrato/riesgo prenatal (8 ítems), explotación laboral y mendicidad (2 ítems)
e inhabilidad parental para controlar la conducta de NNA (6 ítems). En laTabla 1 se muestra un ítem ejemplo de cada factor de riesgo parental.
Tabla 1 Ítems ejemplo de los factores de la escala Acram-PS
Adolescents and Children Risk of
Abuse and Maltreatment-Community Scale
(Acram-CS;
Samper et al., 2023):
esta escala se compone de 20 ítems que miden los riesgos relativos
al entorno en el que se encuentra el NNA, incluyendo indicadores sobre el
entorno socioeconómico y familiar, el escolar, la intervención
técnico-política, las administraciones, el entorno de salud y el maltrato
institucional. Ítems de ejemplo son: «El/la NNA es víctima o agresor en
situaciones de acoso escolar» y «En el entorno sanitario no existen los
recursos adecuados para atender a las necesidades de NNA, afectando
negativamente al/ la NNA (por ejemplo, ausencia de unidad de salud mental,
ausencia de tratamientos de enfermedades raras…)».
Adolescents and Children Risk of
Abuse and Maltreatment-Protective Factors
Scale (Acram PFS; García-Mollá
et al., 2023):
este instrumento contiene 18 ítems que miden la presencia de
factores protectores procedentes del propio NNA, de la familia-cuidador/a y del
entorno. Por ejemplo, algunos indicadores de esta escala son: «El/la NNA se
desenvuelve de forma acorde a su etapa evolutiva» y «El/la NNA tiene diferentes
grupos de relación o iguales con comportamientos ajustados socialmente con los que realiza
actividades de ocio o comunitarias».
Cada una de las circunstancias planteadas se evalúan en una escala de tres
puntos: 0 (existen evidencias de que no ocurre), 1 (existen indicios de que ocurre,
pero no se puede confirmar) y 2 (existen evidencias de que ocurre).
Análisis estadísticos
A fin de estudiar la evolución del riesgo y protección de los
NNA intervenidos por el sistema de bienestar infantil, se empleó el análisis de
varianza (Anova) de medidas repetidas para observar
el cambio en cada uno de los factores de riesgo relativos a los cuidadores/ as
principales y del entorno que afectan al/la NNA, así como para analizar el cambio en
los factores protectores.
Previamente al análisis longitudinal del riesgo, se comprobó el supuesto de
normalidad de las variables dependientes mediante la prueba de Shapiro-Wilk. En
caso de no cumplirse el supuesto, se utilizaron pruebas no paramétricas en
lugar de Anova de medidas repetidas. Concretamente,
se calculó el test de Friedman para más de dos muestras relacionadas y, en caso
de un resultado estadísticamente significativo (p < .05), se estudiaron las diferencias dos a dos entre
los momentos temporales mediante la prueba de Wilcoxon. En caso del Anova de medidas repetidas, se compararon los efectos
principales empleando el ajuste de Sidak para los
intervalos de confianza. En todos los casos, se calcularon medidas de tamaño
del efecto. En el caso no paramétrico se empleó la W de Kendall, mientras en el
caso de Anova de medidas repetidas se calculó eta
cuadrado parcial. Todos los análisis se llevaron a cabo con SPSS (v. 26) y R
1.4 (R Core Team, 2021).
Resultados
Evolución de los riesgos para los/as NNA relativos al cuidador o cuidadora
principal
En la Tabla 2 se muestran los resultados de las pruebas de normalidad de
Shapiro Wilk para cada dimensión de riesgo
relacionado con el/la cuidador/a principal en cada momento temporal. Como se
puede observar, todas las pruebas resultaron estadísticamente significativas (p < .05),
indicando la violación del supuesto de normalidad de la variable dependiente.
Tabla 2 Pruebas de normalidad de Shapiro-Wilk de
las variables de riesgo relacionadas con el/la cuidador/a principal
Por tanto, se calcularon los test de
Friedman correspondientes a cada una de estas dimensiones del riesgo, cuyos
resultados se muestran en la Tabla 3. De las 12 dimensiones de riesgo contempladas,
se hallaron diferencias estadísticamente significativas (p < .05)
a través del tiempo en seis de ellas: variables parentales, negligencia de
necesidades físicas,
negligencia de necesidades de seguridad, negligencia de necesidades formativas,
maltrato físico e
inhabilidad parental para controlar la conducta de NNA.
Tabla 3 Resultados del test de Friedman para cada una
de las dimensiones de riesgo relativo al cuidador o cuidadora principal
La figura 1 muestra las puntuaciones en estas dimensiones a lo
largo del tiempo, a fin de
examinar la direccionalidad de la evolución.
Figura 1 Representación gráfica del cambio en las
dimensiones de riesgo relativas al cuidador o cuidadora principal que resultaron estadísticamente significativas (p< .05)
En la figura se intuye un ligero descenso en cada una de las
dimensiones en las que el
cambio en las puntuaciones de las mismas a lo largo del tiempo fue
estadísticamente significativo (p < .05). A nivel analítico, este hecho se ve más
claramente al examinar las medias de las puntuaciones en cada momento temporal.
En la tabla 4 se muestran las medias
y desviaciones típicas de las dimensiones de riesgo relativas al cuidador o
cuidadora principal. Se aprecia que aquellas dimensiones cuyo cambio no fue estadísticamente
significativo se
mantienen constantes en el tiempo. En el caso concreto del abuso sexual y la
explotación laboral y mendicidad se observa una media muy próxima al valor
mínimo de la escala y desviaciones típicas muy reducidas, en los tres momentos
temporales.
Tabla 4 Medias y desviaciones típicas de las
dimensiones de riesgo relativas al cuidador o cuidadora principal a lo largo
del tiempo
Por último, se calcularon las
pruebas de Wilcoxon en las dimensiones de riesgo relativo al cuidador o
cuidadora principal en las que hubo
un cambio estadísticamente significativo (p < .05) a lo largo del tiempo, a fin de estudiar entre qué momentos temporales existían diferencias (tabla 5).
Tabla 5 Pruebas de Wilcoxon entre pares de
variables
Los resultados muestran que se observa cambio entre los momentos temporales 1 y 3
en todas las dimensiones. En el caso de la negligencia de necesidades físicas, el cambio se da, adicionalmente, entre los
momentos 2 y 3, mientras que en el
caso de la negligencia de necesidades formativas y del maltrato físico, el cambio ya es notable entre los momentos
temporales 1 y 2. Por último, la inhabilidad parental para controlar la
conducta de NNA muestra cambios entre todos los momentos temporales.
Evolución de los riesgos relativos al
entorno
La prueba de normalidad de
Shapiro-Wilk mostró que la
variable de riesgo relativo al entorno no cumplió el supuesto de normalidad en
ninguno de los momentos temporales: W(95) = .856, p < .001 en el tiempo 1; W(95) = .780, p < .001 en el tiempo 2; y W(95) = .652, p < .001 en el tiempo 3.
Por su parte, el test de Friedman
mostró diferencias estadísticamente significativas en las puntuaciones del riesgo relativo al entorno a través del
tiempo: χ2 (2) = 13.39, p < .001. En la figura 2 puede apreciarse un descenso en las puntuaciones del riesgo relativo
al entorno, que se
aprecia analíticamente al examinar la puntuación media en el tiempo 1 (M =
1.30, D. E. = 0.30), en el tiempo 2 (M = 1.18, D. E. = 0.23) y en el tiempo 3
(M = 1.18, D.E. = 0.29). Las pruebas de Wilcoxon mostraron un cambio estadísticamente
significativo entre los
momentos temporales 1 y 2 (Z = -3.64, p < .001), así como entre los momentos temporales 1 y 3
(Z = -4.08, p <
.001). Sin embargo, no se aprecia cambio de los riesgos relativos al entorno
entre los momentos temporales 2 y 3 (Z = -0.30, p = .766).
Fifura 2Representación gráfica del cambio en las
puntuaciones de riesgo relativo al entorno
Evolución de los factores protectores
Por último, respecto a los factores protectores, existe evidencia a favor
de la normalidad de las variables en los tres momentos temporales: W(83) = .974, p = .091, en
el tiempo 1; W(83) = .979, p = .196, en el tiempo 2; y W(83) = .980, p = .217, en
el tiempo 3. La prueba Anova de medidas repetidas
mostró que existen diferencias estadísticamente significativas en
la puntuación media de factores protectores a lo largo del tiempo: F (2, 164) =
5.91, p = .003, η2 = .067.
Concretamente, se hallaron diferencias estadísticamente significativas (p = .004)
entre el momento temporal 1 (M = 1.88, D. E. = 0.48) y el momento temporal 3 (M
= 2.07, D. E. = 0.50). Sin embargo, no se detectaron diferencias
estadísticamente significativas entre ninguno de estos dos momentos temporales y
el momento temporal 2 (M = 2.00, D. E. = 0.50). Estos resultados indican que hubo un
aumento de las puntuaciones en factores protectores a lo largo del tiempo. La figura 3
muestra gráfficamente
este cambio al alza en los factores protectores.
Figura 3Cambio en las puntuaciones de factores protectores a lo largo del
tiempo
Discusión
El presente estudio analiza la evolución del riesgo y protección en la
infancia y la adolescencia en NNA atendidos por profesionales de distintos
servicios de prevención y protección de la Comunidad Valenciana (España). Los
resultados mostraron que existe una evolución del riesgo, con una tendencia
generalizada en clave positiva de disminución de riesgos e incremento de
elementos de protección. En este sentido, los esfuerzos de los mecanismos
del sistema de prevención y las intervenciones profesionales que se desarrollan desde los diferentes recursos parecen
estar encaminados a reducir los factores de riesgo y aumentar los factores de
protección de NNA para prevenir el maltrato futuro, así como las consecuencias
adversas o acumulativas del mismo, tal y como sostienen Shanahan
et al. (2022) o Silovsky et al. (2022).
Cabe destacar que la
mayor parte de los factores analizados evolucionaron de manera significativa entre el primer y el último momento temporal. Esto
puede deberse a que entre
cada momento temporal únicamente transcurrieron seis meses. Por tanto, este
estudio pone de manifiesto la
relevancia de la atención e intervención continuada y a largo plazo para
incentivar la mejora de los resultados y la disminución del riesgo en NNA (Ranasinghe & Wickramasinghe,
2016).
Asimismo, y en concordancia con los
resultados de Vial et al. (2020),
nuestros hallazgos identificaron la
existencia de dos grupos de factores: por un lado, factores que no mostraron cambios sustanciales en el tiempo y, por
otro, factores que
mostraron evolución. Por tanto, como ya señalaron De Ruiter
et al. (2020) o van der Put et al. (2017), podríamos considerar la existencia de factores
estáticos y dinámicos en la evaluación del riesgo y protección en la infancia y
la adolescencia. Los factores dinámicos identificados, es decir, aquellos que
mostraron evolución en el tiempo, fueron algunos ámbitos del riesgo asociados a
las conductas del cuidador o cuidadora principal que afectan a los NNA (variables parentales, negligencia
de necesidades físicas,
negligencia de necesidades de seguridad, negligencia de necesidades formativas,
maltrato físico e
inhabilidad parental para controlar la conducta de NNA), riesgo relativo al
entorno y factores protectores. Por su parte, los factores estáticos que no mostraron cambios sustanciales en el tiempo fueron
el resto de ámbitos del riesgo asociados a las conductas del cuidador o
cuidadora principal que
afectan a los NNA: negligencia de necesidades psíquicas, instrumentalización y abandono, abuso sexual,
maltrato/riesgo prenatal, y explotación laboral y mendicidad. Sin embargo, la
posible casuística de la evolución debe analizarse detenidamente en cada caso.
Respecto a los factores de riesgo
para los NNA relativos al cuidador o cuidadora principal, se observó una
reducción de las puntuaciones en seis de los 12 factores: variables parentales,
negligencia de necesidades físicas,
negligencia de necesidades de seguridad, negligencia de necesidades formativas,
maltrato físico e
inhabilidad parental para controlar la conducta de NNA. Esto concuerda los
aportes de Holden et al. (2014) y Lätsch et al. (2021), quienes
señalan que
algunos factores de riesgo, como el maltrato o negligencia física, están abiertos al cambio y la intervención
mediante actividades socio-educativas o terapéuticas.
Por otro lado, respecto a los
factores que no
mostraron cambio, estos fueron: negligencia de necesidades psíquicas, maltrato emocional, instrumentalización y
abandono, abuso sexual, maltrato/riesgo prenatal, y explotación laboral y
mendicidad. En el caso de los factores de abuso sexual y explotación laboral y
mendicidad, debido a la escasez de la nuestra en la que ocurren estas circunstancias, se produce una
disminución drástica de la potencia estadística y no es posible valorar su
evolución. No obstante, el abuso sexual y otras variables como el maltrato
prenatal o el abandono deben ser consideradas como factores estáticos que perduran en el tiempo y son invariables en el tránsito
de la infancia a la vida adulta (Borum et al., 2020; Erens et al., 2022). Por ello, como muestran investigaciones previas
(Jankovic et al., 2022; Ravindran et al., 2012), las intervenciones deberán orientarse hacia la
reducción de los efectos adversos, especialmente a reducir el riesgo y la
vulnerabilidad, mediante el aumento de los factores protectores que promuevan la resiliencia y la autonomía, así como que permitan catalizar el crecimiento postraumático.
Uno de los resultados de mayor
impacto de esta investigación fue el estatismo de las dimensiones de
negligencia de necesidades psíquicas y
maltrato emocional. Según Naidoo (2014), del mismo
modo que el maltrato físico o la negligencia de necesidades físicas, el maltrato y la negligencia emocional y
psicológica deben ser consideradas variables dinámicas que permiten evolución. Sin embargo, las investigaciones
de Chamberland et al. (2012) y Taillieu et al. (2016) señalan que, dentro del sistema de bienestar infantil, los casos de maltrato
emocional (especialmente si no hay presencia de otros tipos de maltrato o
negligencia) son más invisibilizados, menos priorizados y, por ende, están
menos sujetos a la intervención y mejora de resultados. En este sentido, los
resultados muestran la necesidad de prestar atención a los aspectos
psicológicos o emocionales del maltrato para garantizar que se reduzcan los riesgos.
Respecto a los factores de riesgo
relativos al entorno y la comunidad de NNA, los resultados mostraron una
disminución de las puntuaciones a lo largo del tiempo. Tal y como indican
autores como Finch et al. (2021) o Hunter y Flores (2021), los factores presentes
en la comunidad y el sistema social pueden contribuir de manera significativa a las situaciones de riesgo y protección de los
NNA. Los resultados del presente estudio muestran que la inclusión de los NNA en el sistema de prevención y
protección a la infancia y la adolescencia contribuye a la reducción de las
adversidades presentes en el entorno de los mismos. Como señala Molnar et al. (2022), la detección y evaluación de los factores de
riesgo del entorno comunitario es esencial para favorecer el apoyo social y
mejorar las infraestructuras y recursos de atención disponibles que permitan luchar contra el maltrato en NNA.
Por último, los factores de
protección procedentes de los NNA, sus familias o el entorno evolucionaron
positivamente a lo largo del tiempo, observándose un aumento de las
puntuaciones en los mismos. Por tanto, los riesgos vinculados a los NNA pueden
estar siendo equilibrados
por incremento de los factores de protección, mitigando la aparición del riesgo
o reduciendo el ya existente (Burnette, 2018;
McKinley et al., 2021).
En este sentido, los hallazgos de este estudio insisten en que las características positivas individuales, familiares
y de la sociedad deben formar parte de las políticas públicas de tratamiento o
de las intervenciones, ya que se ha
confirmado
sistemáticamente que
protegen (Meng et al., 2018; Panisch et al., 2020). Para Yule et al. (2019), la implementación de intervenciones basadas en
amortiguar los efectos negativos permite favorecer la resiliencia y potenciar
la autonomía y el desarrollo positivo de NNA frente a la adversidad.
En definitiva, este estudio pone una vez más de manifiesto la necesidad de evaluar el riesgo y protección en la
infancia y la adolescencia (Ajilian et al., 2015; Cuccaro-Alamin et al., 2017). Dada la ausencia de investigaciones que analicen el impacto del maltrato de manera
longitudinal, este estudio ha permitido identificar la evolución de los diferentes riesgos que componen la etiología del maltrato y considerar
respuestas para la planificación de
las políticas públicas en bienestar infantil.
Este estudio tuvo varias
limitaciones. En primer lugar, los análisis estadísticos se han realizado sobre
una muestra de 102 NNA seleccionados mediante muestreo no probabilístico de una
región de España, por lo que la
generalización de los resultados a otras poblaciones de NNA en riesgo se ve
limitada. Por otro lado, la ausencia de estudios longitudinales que abarquen esta
temática concreta dificulta la
comparación de resultados e impide establecer comparativas y posibles
asociaciones analíticas. Del mismo modo, cabe destacar que este estudio no analiza directamente la eficacia de las intervenciones profesionales, por lo que los cambios señalados podrían deberse a otras
circunstancias ajenas a la atención desde los servicios de protección. Por
tanto, y siguiendo a Lo y Cho (2021), los esfuerzos de la investigación deben
orientarse hacia la evaluación del efecto de las intervenciones en la vida de
los NNA en riesgo y su traslación a la planificación de los sistemas de bienestar infantil. Esto
contribuirá, a su vez, a la identificación de
intervenciones efectivas que
permitan prevenir consecuencias adversas, tratar las experiencias traumáticas y
crear NNA resilientes (Sánchez-Reyes et al., 2019; Vegard et al., 2022).
En conclusión, el maltrato infantil
es un proceso complejo y dinámico en el que intervienen múltiples factores. Este estudio proporciona evidencia de la
existencia de cambios estadísticamente significativos en el riesgo y protección en la infancia y la
adolescencia, donde a mayor transcurso de tiempo, mayor es el incremento de los
factores protectores y la reducción de los riesgos. Los hallazgos de esta
investigación apuntan a que las
intervenciones desarrolladas en distintos servicios de prevención y protección
de España atienden de manera exitosa la reducción de factores de riesgo y el
incremento de factores de protección.
Este estudio pone de manifiesto la necesidad de implementar de intervenciones
prolongadas y estables, orientadas a reducir los factores de riesgo dinámicos y
amortiguar los efectos negativos de los riesgos estáticos, utilizando los
elementos de protección para favorecer el proceso y mejorar el desarrollo y
potenciación de las capacidades de los NNA y sus cuidadores/as. Asimismo, se
señala la importancia de prestar atención a los factores más invisibilizados
del maltrato, como es la negligencia psíquica o el maltrato emocional, legitimando así la obligación del sistema de
protección de prevenir y luchar contra toda forma de maltrato a la infancia y
la adolescencia.
Agradecimientos
Este trabajo forma parte de un proyecto titulado DAP Software 360º (DAPware) en el marco del Programa Valoritza
i Transfereix (Exp.
INV21-01-22) financiado por el Vicerectorat d’Innovació i Transferència de la
Universitat de València. Los investigadores e
investigadoras del manuscrito forman parte del grupo consolidado de innovación
docente Cides-CR Competencias e innovación docente en educación superior con
colectivos de riesgo (Ref. GCID23_2577102) de la Universitat
de València. Irene Fernández es beneficiaria de la ayuda PRE2019-089021 financiada
por MCIN/AEI/10.13039/501100011033 y por FSE Invierte en tu futuro.
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Para citar este artículo: Tomás, J. M., Fernández, I.,
Navarro-Pérez, J.-J., & Carbonell, Á. (2023). Evolución del riesgo y
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