Estudios e investigaciones
DOI: 10.11600/rlcsnj.21.3.5298
Sentido de comunidad de adolescentes en escuelas y barrios durante el covid-19*
Sense of community among adolescents in schools and neighborhoods during COVID-19
O senso de comunidade dos adolescentes nas escolas e bairros durante a Covid-19
Denise Oyarzún-GómezPh. D.1, Cristóbal Dauvin-Herrera Ph. D.2
1 Universidad Central de Chile. Doctora en Psicología, Salud y Calidad de
Vida, Universidad de Girona, España y Doctora en Psicología, Pontificia Universidad
Católica de Valparaíso, Chile. Magíster en Psicología Social, Universidad de
Valparaíso, Chile. Psicóloga y Licenciada en Psicología, Universidad Mayor,
Chile. Profesora Investigadora de la Universidad Central de Chile. 0000-0003-2398-4666. H5: 10. Correo
electrónico: denise.oyarzun@ucentral.cl
2 Universidad de Girona, España. Doctor
en Psicología, Salud y Calidad de Vida, Universidad de Girona, España. Magíster en
Planificación y Gestión de Políticas Públicas para las Sociedades Complejas,
Universidad Central de Chile. Asistente Social Universidad de Valparaíso,
Chile. 0000-0003-4304-6925. H5: 2. Correo electrónico: cristobal.dauvin@gmail.com
Recibido:
05.09.2022 Aceptado:
13.03.2023 Publicado:
31.08.2023
Resumen (analítico)
El sentido de comunidad de jóvenes es
la sensación de pertenencia de este grupo en relación con la escuela o el
barrio. Es un tema estudiado en las ciencias sociales, aunque sus
transformaciones no han sido suficientemente visibilizadas. El propósito del
estudio es describir las percepciones del sentido de comunidad en la escuela y
el barrio durante el covid-19 en estudiantes de 14 a 18 años de escuelas
públicas, subvencionadas y privadas en la Región Metropolitana de Chile. Con
metodología cualitativa, descriptiva y transversal, desde la fotoprovocación virtual, se analizan temáticamente las
perspectivas juveniles. Los resultados muestran que el sentido de comunidad
escolar está tensionando el relacionamiento interpersonal, emergiendo afectos
negativos y destacando la pertenencia al espacio físico. El sentido de
comunidad en el barrio es incipiente durante la pandemia.
Palabras clave: Escuela secundaria; comunidad; jóvenes; virus; Chile.
Tesauro de Ciencias Sociales de la Unesco.
Abstract (analytical)
Sense of community for young people
is a feeling of belonging in relation to school or the neighborhood. It is a
topic that has been extensively studied in the social sciences, even though
transformations of this knowledge have not been sufficiently visible. The
purpose of this research was to describe perceptions of the sense of community
at school and in the neighborhood during COVID-19 among students aged 14 to 18
from public, semi-public and private schools in the Metropolitan Region of
Santiago. Using a qualitative, descriptive, and cross-sectional methodology
that involved digital photo-stimuli, youth perspectives were analyzed
thematically. The results show that young people’s sense of community in
schools during the pandemic involved strained interpersonal relationships with
negative affects emerging. The participating young people highlighted the
importance of physical space in relation to their sense of belonging. The young
people’s sense of community in the neighborhood was incipient during the pandemic.
Keywords: Secondary school; community; youth;
virus; Chile.
Resumo (analítico)
O senso de comunidade dos jovens é o sentimento de pertencimento desse grupo em relação à escola ou ao
bairro. É um tema estudado nas Ciências
Sociais, embora suas transformações não tenham sido suficientemente visíveis. O objetivo do estudo é descrever as percepções do senso de comunidade na escola e no bairro durante o Covid-19 em alunos
de 14 a 18 anos de escolas
públicas, subsidiadas e privadas da Região
Metropolitana do Chile. Com metodologia
qualitativa, descritiva e
transversal, a partir da fotoprovocação virtual, as
perspectivas juvenis são analisadas tematicamente. Os
resultados mostram que o sentido de comunidade escolar é acentuar o relacionamento
interpessoal, emergindo afetos negativos e destacando o pertencimento
ao espaço físico. O senso de comunidade no bairro é incipiente durante a pandemia.
Palavras-chave: Escola secundaria; comunidade; jovens; virus; Chile.
Introducción
Los barrios y las escuelas son
entornos relevantes en las vidas de los jóvenes, en los que es
posible desarrollar diferentes tipos de comunidad. Una comprensión holística
respecto a las comunidades debe considerar la dimensión ecológica (espacio,
tiempo), estructural-social (redes de instituciones e interacción) y
simbólica-cultural (identidad, normas y valores), en cuanto a sus complejidades
entrelazadas (Hunter, 2018). El sentido de comunidad refiere a la
sensación de pertenencia de las personas, de la importancia que se
otorgan unos a otros y al grupo y de que las
necesidades se cumplirán mediante el compromiso de estar juntos. Esta
conceptualización se basa en McMillan y Chavis
(1986), quienes fueron precursores del concepto aplicado al lugar
o territorio.
Por su parte, Sánchez (2001)
señala que el sentido de comunidad se refiere a la
percepción de una persona sobre su comunidad (barrio o zona donde vive) y los
vínculos que posee con otras personas de su entorno residencial. El
constructo opera de forma unidimensional o multidimensional, incluyendo las
dimensiones de interacción del vecindario, pertenencia territorial e
interdependencia.
El sentido de comunidad se ha
estudiado durante décadas en jóvenes que viven en
el mismo barrio (Albanesi et al., 2007; Elvas & Moniz, 2010; Prezza
& Costantini, 1998; Sarriera et al., 2016) y,
en Chile, que asisten a la misma escuela (Guzmán et al., 2018; Oyarzún Gómez & Loaiza, 2019; Rojas-Andrade et al., 2019).
Los jóvenes están vinculados y dependen de sus comunidades escolares y, como
tal, su calidad de vida está relacionada con el tipo de actividades disponibles
en este lugar, orientaciones de objetivos y valores, además de la forma en que escuelas
se integran al entorno (Milofsky, 2018).
Según Hombrados-Mendieta
y López-Espigares (2014) las interrelaciones entre los componentes del sentido
de comunidad hay que explicarlas atendiendo al contexto que se
estudie: ciudad, barrio, escuela, entre otros. En la misma línea, Talò et al. (2014) señalaron —en una revisión meta-analítica— que el
sentido de comunidad se considera dependiente del contexto, cuya
transferibilidad a poblaciones y mediciones es inherente. El sentido de
comunidad es un concepto dependiente del contexto en la medida en que se dirige a características como edad, nacionalidad,
entre otras, las cuales se incluyen en la definición del contexto.
El sentido de comunidad puede adaptarse al sentido de comunidad en la
escuela; es decir, el sentimiento de pertenencia a la escuela como comunidad,
percepción de conexión emocional o vínculos con otras personas y sensación de que las necesidades personales se satisfacen a través de
su membresía (Prati et al., 2017). El sentido de comunidad en la escuela es un
constructo multidimensional que incluye el
sentimiento de pertenencia (identificación
con la escuela, percepción de seguridad emocional y membresía), la conexión
emocional (vínculos emocionales con otros miembros de la comunidad escolar) y
las oportunidades (percepción de disfrutar oportunidades para satisfacer
necesidades y tener influencia
a través de la membresía; Prati & Cicognani, 2018; Prati et al., 2017).
Las escuelas tienen un impacto en el crecimiento social y emocional, en los
conocimientos académicos y en lo que los estudiantes
son en la vida. Para crear un entorno que potencie el sentido de comunidad, una escuela debe ser
segura, debe ser percibida como justa, fomentar la participación de los
estudiantes, promover relaciones positivas entre compañeros y con el personal
de la escuela, así como ser un lugar en el que se desea estar (Grover et al., 2015).
La revisión de la literatura mostró que se ha explorado escasamente cómo el sentido de
comunidad en la escuela y el barrio pueden ser una oportunidad de desarrollo
socio-comunitario, considerando las percepciones de los estudiantes durante la
pandemia por covid-19. Además, aún no se ha investigado con cualitativamente el
sentido de comunidad en el barrio y en la escuela en el marco de las
experiencias individuales y grupales de jóvenes que asisten a la misma escuela, pero que viven en barrios diferentes, y menos en países en vías
de desarrollo como Chile.
Con base en estas evidencias, tanto internacionales como nacionales, es
posible señalar que el sentido de
comunidad en el barrio y en la escuela se consideran como fenómenos de interés
para realizar investigaciones; así mismo, para orientar políticas educativas en
organismos gubernamentales y no gubernamentales, pensando en cómo construir espacios
de convivencia entre todas las personas que forman parte de una comunidad. Así, el propósito de
este estudio es describir las percepciones del sentido de comunidad en la
escuela y en el barrio durante el covid-19 en estudiantes de 14 a 18 años de
escuelas públicas, subvencionadas y privadas en la Región Metropolitana de
Chile.
A nivel mundial, la crisis por la pandemia por covid-19 ha generado cambios
también en la vida cotidiana de los estudiantes y llevó a suspender las
actividades presenciales de las escuelas en todos los países. En el contexto de
pandemia por covid-19, los entornos físicos y
presenciales de los barrios y las escuelas se han traspasado a los virtuales
desde el hogar con la familia. En plena pandemia se rediseñaron las políticas y
prácticas educativas para dar continuidad a la actividad escolar, pero con poco
tiempo para pensar en lo que esto suponía
para cada centro educativo (Maggio, 2021). En Chile a
partir del 16 de marzo de 2020 se decretó la suspensión de clases presenciales
en todas las escuelas (Ministerio de Educación, 2020). El Ministerio de
Educación y las propias instituciones se encargaron de reforzar el sistema
educativo a distancia o continuidad de estudios a través de plataformas
virtuales o híbridas. En dicho contexto se priorizó el uso de tecnologías
digitales para continuar el proceso de enseñanza (Sepúlveda-Escobar &
Morrison, 2020; United Nations
Educational, Scientific and
Cultural Organization, 2020).
Así, las investigaciones con estudiantes se han situado en la virtualidad,
cual combina lenguajes visuales, verbales y textuales (Bryman
et al., 2021). Las técnicas
visuales operan dentro de parámetros creativos que se ocupan de enfoques menos centrados en los adultos, para construir las
percepciones o los puntos de vista de los jóvenes a través de una interesante
conversación que integra
elementos visuales (Shaw, 2021).
La Organization for Economic Co-operation and Development (OECD, 2020) plantea que es clave mantener un enfoque holístico de la educación, desde el cual se aborden
las necesidades de aprendizaje emocional y social de los estudiantes en tiempos
de crisis. Los niños, niñas y adolescentes pasan más tiempo en la escuela que en cualquier otro lugar
(fuera del hogar) una vez que alcanzan la edad
escolar (Grover et al.,
2015).
Por otra parte, las escuelas secundarias chilenas presentan distintos perfiles socio-económicos e institucionales, los cuales se
basan en políticas educativas neoliberales. Con la crisis sociosanitaria por el
covid-19, las escuelas han afrontado la continuidad de estudios de los jóvenes
evidenciando sus desigualdades sociales, económicas y tecnológicas (Osorio-Saez et al.,
2021).
Método
Diseño
Se empleó un enfoque
cualitativo basado en un paradigma constructivista e interpretativo, en el que las
percepciones se construyen socialmente (Bryman et al., 2021).
Además, se propone alcanzar conclusiones generales partiendo de premisas
individuales, es decir, se fundamenta en la lógica y proceso inductivo. Por
otra parte, es descriptiva porque apunta a un fenómeno particular y transversal al estar
acotada a un período de tiempo particular en el que se
producen los datos (Flick, 2019). Su diseño fue de estudios
de casos múltiples referido al estudio intensivo y en profundidad de aquellos
(Yin, 2015). Los casos fueron ocho escuelas secundarias o de enseñanza media
(tres públicas, cuatro subvencionadas y una privada) que se
ubicaron en la Región Metropolitana en Chile.
Contexto
En Chile el sistema educativo
está centralizado en términos de currículo, pero se adhiere a un modelo de
mercado que incluye el derecho de las familias a elegir la escuela
a la que asistirán sus hijos y el derecho del sector privado a ofrecer servicios
educativos (Inzunza et al., 2011). En el país los tipos de escuelas son: públicas
del Estado, subvencionadas por el Estado, de administración delegada y privadas
de pago (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, 2020).
La Ley General
de Educación n.º 20 370 establece que la educación básica y media es obligatoria en el país.
La educación media o secundaria tiene una duración de cuatro años, período en que los
estudiantes tienen entre 14 y 18 años y cursan los niveles de primero a cuarto
medio. Chile es uno de los países con mayor número de horas en comparación con
otros países de la OECD, contando con un promedio de 913 horas en educación
secundaria (OECD, 2017).
Participantes
Los participantes fueron 180
estudiantes secundarios (80 mujeres y 100 hombres) quienes
conformaron una muestra no probabilística y de conveniencia (Flick, 2019). Los criterios de inclusión fueron:
estudiantes de 14 a 18 años, de los cursos de 1º a 4º medio enseñanza
secundaria de las escuelas participantes del proyecto (públicas, subvencionadas
y privada) y residentes en la Región Metropolitana en Chile. Los criterios de
exclusión fueron: estudiantes con un diagnóstico psicológico o psiquiátrico de
problemas de salud o necesidades
educativas especiales que dificultaran su participación virtual en la investigación. En
la tabla 1 se presentan las características de los participantes.
Tabla 1 Características de la
muestra (n=180)
Instrumento
La técnica fotoprovocación,
basada en lenguajes visuales y verbales, se utilizó en esta investigación
cualitativa. La fotoprovocación emplea una o más
fotos para provocar una discusión verbal entre los participantes durante el
desarrollo de entrevistas (Harper, 2002; Hurworth et al., 2005). En
este estudio, las fotos fueron recogidas de la web por el equipo de
investigación, siguiendo las orientaciones de Shaw (2021) y estas fueron el
centro de atención (Hall et al., 2007).
Un total de 16 fotos fueron
recogidas por el equipo de investigación desde la página oficial y
redes sociales de cada escuela. El orden en que fueron
presentadas fue: primero, lugares de actividad escolar, como la
fachada/entrada, el patio, los pasillos y espacios abiertos de la escuela;
posteriormente, las salas de clases, las salas virtuales y las actividades
grupales e individuales; y, por último, fotografías de
lugares (calles, metro, personas) en la comuna donde estaba ubicada cada
escuela. Se utilizaron fotos que representaran a estudiantes, profesores/as y
directivos masculinos y femeninos.
La fotoprovocación
se aplicó en una plataforma virtual de forma sincrónica entre 45 a 60 minutos
durante el horario de clases, en grupos de cuatro o cinco estudiantes
secundarios. La investigadora mantenía una foto proyectada en pantalla por un
minuto y preguntaba: ¿de qué forma te sientes parte de tu escuela y tu barrio?, ¿qué significa para ti
el sentido de comunidad en la escuela?, ¿qué significa para ti
el sentido de comunidad en el barrio? Se realizaron 38 fotoprovocaciones,
las que fueron grabadas en audio, asociadas a fotos presentadas a los
estudiantes y luego transcritas de forma textual.
Procedimiento de contacto y ética
La investigadora responsable
estableció contacto con directores de escuelas para invitar a participar en el
estudio. Una vez que se obtuvo la autorización de directores, se organizó
una reunión entre los investigadores y el equipo de
convivencia escolar para discutir lo que
implicaría la participación de los estudiantes. Posteriormente, desde cada
escuela se envió por correo electrónico el consentimiento informado a
progenitores o tutores para su revisión y firma. El
asentimiento informado fue aceptado por los estudiantes en un formulario
virtual donde quedaron registrados sus datos sociodemográficos,
asegurando la confidencialidad, voluntariedad, riesgos y beneficios de
participar en la investigación.
Los protocolos éticos de
investigación fueron aprobados por el Comité Ético Científico de la Universidad
Central de Chile. También se siguieron las normas éticas chilenas dispuestas
por el Reglamento de la Ley n.º 20 120 sobre investigación
científica en seres humanos, su genoma y prohíbe la clonación
humana (Congreso Nacional, 2006) la Ley n.º 19
628 sobre protección de datos de carácter personal en materia de investigación
para la salud (Congreso Nacional, 1999) y la Ley n.º 20
584 sobre derechos y deberes que tienen las personas en relación con acciones
vinculadas a su atención en salud (Congreso Nacional, 2012).
Análisis
Los datos verbales se estudiaron
mediante análisis temático (Braun et al., 2019;
Braun & Clarke, 2006); este fue un proceso interpretativo, estructurado y
sistemático que se desarrolló en seis fases: 1) familiarizarse con
datos a través de lecturas y relecturas de las transcripciones; 2) crear
códigos iniciales de forma libre; 3) identificar temas a
partir de códigos iniciales; 4) redefinir códigos en función de temas centrales; 5) nombrar o
renombrar temas centrales; y 6) escribir resultados (con el apoyo del software NVivo 12 Plus).
El análisis temático estaba
relacionado con el marco teórico de los investigadores o su interés analítico,
así como también estaba alineado con el objetivo investigación (Braun &
Clarke, 2006). El análisis de datos de esta investigación fue realizado por un
equipo de dos investigadores. En el proceso analítico de interpretación de
datos verbales se mantuvo la flexibilidad para adopción de orientaciones temáticas
emergentes y logrando la saturación de los datos (Hennink
et al., 2017).
Resultados
El sentido de comunidad escolar
de estudiantes secundarios se encontró en transformación durante el covid-19.
Los estudiantes de los tres tipos de escuelas perciben un cambio en la configuración de
la comunidad y su forma de relacionarse con ella, pasando de un entorno físico a uno
virtual:
Ha cambiado
la forma de socializar, de desenvolverse cada persona dentro del ámbito
escolar; cómo han cambiado las cosas… Ha cambiado el entorno. (Estudiante
primero medio, escuela privada)
Yo me
empecé a sentir parte mucho después. Cuando empecé a tener amigos me sentí
parte. Tomaban en cuenta mi existencia, por parte de profesores, inspectores;
no todos, pero me hacían sentir más parte del colegio, integrándome en
actividades. (Estudiante tercero medio, escuela subvencionada)
A mí me
gustaba eso y extraño mucho eso. En base a [sic] la
pregunta, encuentro que la comunidad es buena comunidad. (Estudiante cuarto
medio, escuela pública)
Los estudiantes establecen que el
sentido de pertenencia a la comunidad escolar se encuentra en las interacciones
sociales que se generan al interior de las escuelas. La mayoría de
los estudiantes describe su sentido de pertenencia antes de la pandemia. Otros
señalan que durante aquella estas interacciones no se han podido ejercer; por
tanto, existe nostalgia por las experiencias pasadas vividas al interior de sus
escuelas:
Yo creo que todo porque, por
ejemplo, mis compañeros, mi amigo, o sea, es una gente con los que se pasa
más tiempo que incluso que tu propia familia, porque en el
colegio nos podíamos pasar desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde
(…). Y los profesores que son gente que te va a ayudar, que te
enseñan cosas que te van a servir para la vida, incluso gente que no es
profesor, o sea, puede ser personal del aseo (…). Yo encuentro que
principalmente lo que me hace sentir parte en este colegio son las
relaciones que uno tiene con la gente. (Estudiante primero medio,
escuela subvencionada)
De pronto
me sentí mucho más especial en el liceo porque acá
estudió mi papá junto a mi padrino. Y, aparte, me sentí especial aquí en el
liceo porque logré llevarme bien con mis compañeros. (Estudiante
cuarto medio, escuela pública)
Yo igual me
siento parte del colegio porque por el taller de fútbol (…), por mis amigos también. Y
por el apoyo de los profes que me ayuden con ellos. (Estudiante
tercero medio, escuela privada)
El sentido de comunidad escolar se encuentra vinculado a las conexiones
emocionales que los jóvenes
desarrollan al interior de los tres tipos de escuelas. Estas se encuentran
vinculadas, principalmente, a las relaciones de amistad con sus compañeros, quienes luego son considerados sus amigos.
Yo me sentí parte del colegio con el compañerismo cuando
empecé como a hacer amigos. Ahí me empecé a sentir parte del colegio. Fue clave
eso, los amigos. (Estudiante tercero medio, escuela subvencionada)
Yo diría que el colegio; y
más que el colegio, mis compañeros, porque, o sea, ya no los veo como compañeros, sino como ese
primo hermano que está ahí porque ya no está el área justo ya de hecho. (Estudiante
cuarto medio, escuela privada)
Yo no me llevo mal con nadie. Puedo tener una
conversación con cualquier persona, y con
los profes tengo una muy buena conexión, sobre todo con los profes. Entonces,
esa conexión me hace sentir parte del liceo. (Estudiante cuarto medio, escuela
pública)
En el relato de los jóvenes aparece la figura del profesor como otro actor importante para el
sentido de comunidad. Con ellos generan conexiones emocionales que van más allá de la relación académica formal. Se
enfatiza que en tiempos de
pandemia los profesores han significado un
apoyo social importante para los estudiantes de los tres tipos de escuelas
chilenas.
Bueno en mi caso siempre he sentido esa cercanía con los
profes. No sé si todos, pero en la gran mayoría sí; sobre todo con esos
profesores que llevan hartos
años en el colegio y que a uno lo conocen
desde que es pequeño. (Estudiante primero medio, escuela pública)
A mí en particular me parece como cercana porque igual a uno le dan la confianza de preguntar las cosas y, además, iguales más
cercanos. (Estudiante tercero medio, escuela subvencionada)
Recalcar la relación de profesores con los alumnos porque no es como que sea únicamente
un profesor. Ya de por sí ellos están como más dispuestos a relacionarse con
uno y son agradables con varios. (Estudiante cuarto medio, escuela privada)
Las oportunidades de participación en actividades extraescolares
presenciales es otra forma que los jóvenes manifiestan y crean sentido de comunidad en los tres tipos de
escuelas antes de la pandemia. El desarrollo de actividades presenciales
grupales fuera del recinto educacional se ha visto mermado producto de la
pandemia, principalmente, para estudiantes de escuelas subvencionadas.
Cuando no había pandemia, yo todavía no era parte del
colegio, así que me he sentido
bien. No tengo, no he tenido muchas instancias de conocer el Liceo ni las
actividades extraprogramáticas, pero mi experiencia hasta ahora ha sido buena.
(Estudiante segundo medio, escuela pública)
Que regresen las actividades sociales con las alianzas,
cosas que hacen que todo el colegio estuviera metido en una actividad
gigante; asambleas, cosas así. Que algún día
vuelvan a hacer esas cosas. (Estudiante primero medio, escuela privada)
En el 2019 íbamos a jugar a la pelota, al parque Palenque, que queda aquí cerca de Pedro Aguirre Cerda, e íbamos con los de
primero cuando estábamos en segundo (…); íbamos con nuestros compañeros y del
otro segundo. Entonces, la verdad, tenemos buena relación entre todos los
compañeros. Todos nos conocemos. Igual hay personas que no hablan, todo eso…, pero mayormente todos se tienen
buena o no se tienen buena, pero no hay mayor conflicto. (Estudiante cuarto medio, escuela subvencionada)
El distanciamiento social derivado del covid-19 ha sido un factor que ha atentado contra el sentido de comunidad escolar. Lo
anterior se ha vinculado a una desarticulación en las interacciones sociales y
una desconexión emocional de los estudiantes con distintos actores como
profesores, asistentes de educación y directivos.
Yo me llevo más que nada con mi grupo más cercano de amigas y siento que igual se ha dado el tema de alejarse mucho entre
nosotros por el tema de la pandemia, porque es difícil verse y a mí
no me motiva mucho nada que tenga que ver con el Zoom. Con el curso yo al menos he sentido
ese como desapego entre todos. Igual, como es el último año, es como los perdí
en segundo medio y ya nunca más nos vimos el año pasado. (Estudiante cuarto
medio, escuela subvencionada)
O sea, últimamente me he sentido más «conectado» porque, por ejemplo, en la pandemia, yo creo que al menos todos perdieron algo. Por ejemplo, yo antes
entraba al colegio a las 8 de la mañana y salía del colegio a las 5 de la
tarde. Entonces llegaba a mi casa a comer, estudiar y a dormir; y durante la
pandemia comenzamos las clases a las 8 y terminamos a las 12 o a las 2 y el
resto del día no tenía nada que hacer porque no teníamos talleres con nuestros amigos o no teníamos
amigos con quienes conversar.
(Estudiante tercero medio, escuela privada)
Analizando antes de la pandemia mi curso era bien
distinto, teníamos nuestras juntas y podíamos hacer equipos, pero ahora no se siente la calidez de los profes.
Antes te podían explicar a ti no más y ahora todos en un mismo lugar. A veces
costaba mucho aprender en sala virtual. (Estudiante tercero medio, escuela
pública)
En cuanto al sentido de comunidad con el barrio, los jóvenes que viven en diferentes comunas urbanas de la Región
Metropolitana en Chile no sienten pertenencia territorial con sus barrios o
sectores de residencia. Por lo general, reconocen que son sus padres o madres los que mantienen los lazos con sus vecinos:
Yo no tengo nada con mi barrio. La mayoría a mí me
conocen por ser el hijo de mi mamá, porque a mi mamá la conocen por muchas partes, pero nada más que eso. Tampoco tengo ninguna relación con un vecino o
algo así. (Estudiante tercero medio, escuela subvencionada)
Quiero hablar de mi sector, porque vivo en Peñaflor, pero en Miraflores, que es una calle, y
lo malo de vivir ahí que no es un barrio,
no existe mucha comunicación de vecino; entonces, no podemos colocar en la mesa
los problemas. (Estudiante tercero medio, escuela pública)
Yo vivo en Santiago y, no sé, igual es que no se no tengo mucha participación como con mi barrio;
(…) o sea, con los vecinos de mi edificio sí,
pero no como con el barrio externo a mi edificio no. (Estudiante segundo medio, escuela privada)
La interacción de los jóvenes con su barrio es baja. Existen múltiples
razones para ello, desde que los barrios son
pasivos (no se desarrollan actividades de su interés) hasta que son peligrosos (se generan acciones delictivas
asociadas al tráfico de
drogas), principalmente para quienes asisten a
escuelas públicas. A pesar de eso, señalan que mantienen buenas relaciones con la mayoría de los
actores vecinales:
Yo la verdad no sé, me siento indiferente. Pero tampoco
es como que me sienta así
mal dentro de donde vivo y haya mala onda. Pero, del uno al diez, yo diría que tenemos de relación un dos. No hay muchas actividades
entretenidas ni nada. Recién empezamos a hacer eventos justo antes de la
pandemia, pero con esto de la pandemia se cortaron. (Estudiante primero medio,
escuela subvencionada)
Yo también vivo en Ñuñoa, pero como que no me relaciono con personas, como que no sean de mi edificio y tampoco tengo mucha participación dentro de mi edificio. O sea como con los que son más cercanos a mi familia no más. (Estudiante
segundo medio, escuela privada)
Yo eso de disparos lo veo más común, ya en todos lados se
escuchan disparos. Yo donde vivo hay más abuelitos, adultos mayores, pero todas
las noches se escuchan disparos y hay narcos que llegan ahí. Ahora ya es costumbre, y hay que aguantarlo porque no se puede hacer otra cosa. (Estudiante tercero medio, escuela pública)
Los jóvenes de escuelas subvencionadas señalan que la principal característica de la vida de barrio es el
individualismo, que ha vuelto laxas
las relaciones interpersonales entre vecinos y, a su vez, que dificulta
el desarrollo del sentido de comunidad:
La verdad muy poco… No, no hay como un apoyo. Todos se
guían por su propio camino. Mucho individualismo y no se presta la atención
necesaria para ver a los que están
necesitando ayuda. De recaudación para fondos, por ejemplo, o si algún vecino
necesita apoyo para asistir al colegio entre otras cosas. Hay un pequeño grupo que sí se apoyan
entre ellos y se preocupan de más personas. (Estudiante segundo medio, escuela subvencionada)
A pesar de lo anterior, los estudiantes secundarios reconocen que las transformaciones socioculturales y económicas
(producto del estallido social y de la pandemia) mejoraron la organización
vecinal en Santiago de Chile. Se generaron acciones de cooperativismo e
interdependencia entre todos los vecinos en los diferentes barrios,
particularmente aquellos donde la
pobreza multidimensional y las desigualdades socioeconómicas son más evidentes
para quienes asisten a escuelas públicas y
subvencionadas.
Yo me siento bien aquí, en parte… Más que nada en la población en sí, todo esto con el estallido
social la población ha sido súper organizada. Entonces todos los vecinos son
bien unidos, como que todos tiramos pa’l mismo lado. Existe mucha participación, sobre todo
esto con el estallido, ollas comunes… ¿Me entiende? Son súper bien organizados
la población. (Estudiante cuarto medio, escuela pública)
Yo nací y me crie acá en la población, así que tengo muchos conocidos, amigos. ¿Me entiende? Todo
esto con el estallido social la población han sido
súper organizados. Incluso tienen un canal de televisión, donde ahí se informa.
(Estudiante cuarto
medio, escuela subvencionada)
Por último, el sentido de comunidad barrial que poseen los jóvenes de escuelas públicas y
subvencionadas también se desarrolla en espacios geográficos más amplios que el correspondiente a sus barrios, esto es, a nivel
comunal e, incluso, fuera de allí. En algunas comunas se destaca que los jóvenes son guiados por el desarrollo de
actividades artísticas, deportivas o ecológicas, las cuales son promovidas por
las autoridades locales.
A nivel de comuna siento que hay apoyo. Yo sentí más apoyo cultural porque yo pertenecí a la orquesta de la comuna y me acostumbré a siempre ir a la casa
de la cultura y la municipalidad, y conociendo más cómo era la organización porque yo nunca había visto a las personas encargadas de
mantener la comuna. Y ahora con el cambio de alcalde he visto que se están
haciendo algunos cambios. Siento que se
preocupa más por el tema de las áreas verdes. (Estudiante primero medio,
escuela subvencionada)
Con
respecto al arte, la muni[cipalidad] sí están dando
espacio deseado por los artistas. Me refiero a escritores, músicos o pueden ser diferentes también, como las ferias que están las pymes con sus productos naturales. Creo que el alcalde ha hecho cosas buenas para la comuna, pero
en mi barrio más o menos. (Estudiante tercero medio, escuela pública)
Los resultados de este estudio cualitativo se pueden representar gráficamente con las siguientes figuras que resumen las
principales categorías y códigos derivados del análisis temático, y que con anterioridad cuentan con citas o extractos
directos de lo relatado por los estudiantes secundarios en la fotoprovocación.
Figura 1Síntesis
sentido de comunidad con la escuela
Figura 2 Síntesis sentido de
comunidad con el barrio
Discusión
Esta investigación brindó a los jóvenes una oportunidad interactiva,
virtual y grupal de expresar sus puntos de vista con respecto a su sentido de
comunidad escolar y barrial; ello a través de la fotoprovocación
aplicada en escuelas públicas, subvencionadas y privadas de la Región
Metropolitana en Chile. La pandemia ha generado múltiples efectos nocivos en la
salud mental de las personas, pero también ha ofrecido oportunidades de
desarrollo socioescolar y comunitario a los jóvenes (Sher et al., 2021).
En términos generales, los resultados de este estudio muestran que la
pandemia ha generado efectos en la configuración del sentido de
comunidad en la escuela. Si bien se mantienen las percepciones sobre el sentido
de pertenencia, la conexión emocional y la satisfacción de necesidades, para
los estudiantes chilenos el cambio del espacio físico
escolar al familiar y la falta de relaciones interpersonales presenciales con
sus compañeros y profesores han influido en su vida cotidiana; de ello emergen afectos negativos
en contraposición con los positivos de la vida escolar ligada a la pertenencia
del espacio físico.
El sentido de comunidad en la escuela para los estudiantes se percibe desde el sentimiento de pertenencia, la conexión emocional o los vínculos con estudiantes, profesores y otros miembros de la comunidad educativa, así como desde la sensación de que sus necesidades personales se satisfacen en su comunidad. Lo anterior coincide con la propuesta teórica y empírica del sentido de comunidad en la escuela desarrollada por Prati et al. (2017) como un constructo multidimensional. Los resultados también permiten concluir que pocos estudiantes manifestaron un sentido de no pertenencia a la escuela, lo que se encuentra en la misma línea del estudio cualitativo de Oyarzún-Gómez & Loaiza (2019) realizado con estudiantes chilenos antes de la pandemia.
ELos resultados de este estudio van más allá de lo referido por Prati y Cicognani (2018) y Prati et al. (2017), quienes realizaron sus investigaciones de sentido de
comunidad en la escuela con estudiantes italianos. La investigación mostró que los
adolescentes han cambiado sus límites en espacio y tiempo producto de la crisis
sociosanitaria del covid-19, ya que un determinado espacio físico en su
hogar se ha transformado en su escuela. Se señala que el
tiempo de jornada escolar completa de ocho horas diarias de clases (OECD, 2017)
se ha reducido a cinco horas diarias; estas, según los estudiantes, se han
focalizado en el aprendizaje de contenidos de las asignaturas, que fueron
priorizadas en el currículo escolar por el Ministerio de Educación (2020). Si
bien las clases virtuales han permitido continuar con el rol académico de las
escuelas (que, principalmente, se refiere al
transmitir contenidos), se ha evidenciado el costo de disminuir las
interacciones sociales que
ocurren en espacios físicos
como las salas de clases, patios, oficinas, talleres en las escuelas.
Las escuelas en Chile reflejan desigualdades existentes en la sociedad, y con la
crisis sociosanitaria por el covid-19 se han evidenciado aquellas sociales, económicas y tecnológicas que han enfrentado los estudiantes secundarios y sus
familias (Osorio-Saez et al., 2021). Lo anterior, en tanto que los estudiantes de menor nivel socioeconómico
(escuelas públicas) que
continuaron sus estudios desde sus casas enfrentaron mayores dificultades de espacio físico donde estudiar; a ello se le suman las
preocupaciones por los ingresos de sus progenitores que continuaron trabajando de forma presencial con mayor
riesgo de contagio. Sin embargo, tal como sostienen Oyarzún-Gómez
y Loaiza (2019), cada co-munidad escolar puede
reducir el impacto de estas desigualdades en las vidas de estudiantes al crear
un entorno escolar cálido, estimulante e inclusivo para estudiantes,
profesores, asistentes de educación y directivos. En este sentido, los
hallazgos de este estudio destacan las percepciones positivas de las escuelas
como contexto relacional y socio-organizacional al que pertenecen los estudiantes tanto de forma presencial
como virtual.
Para los estudiantes secundarios el
hacer comunidad se encuentra mediado por el espacio físico y por las interacciones sociales que en ese espacio se generan. La pandemia ha tensionado
la forma de relacionarse de los jóvenes, particularmente, en los barrios que habitan en diferentes comunas de la Región
Metropolitana en Chile. Este resultado reafirma lo señalado por Lindón (2012) en relación a que las personas, en ciertos lugares, entran en una
dinámica que
permite actuar y asignar un significado
especial a dicho espacio, creando lazos de afectividad con otras personas.
En este estudio, el sentido de
comunidad en el barrio para los participantes, si bien incluye las
interacciones del vecindario, la pertenencia territorial y la interdependencia
entre unos y otros (en línea con lo planteado por Sánchez, 2001), se destaca la
escasa interacción con las personas que viven en sus barrios, independientemente de las edades que tengan sus vecinos. La interdependencia se visualiza
entre sus padres o madres y los vecinos del barrio, quienes, como adultos que residen en el mismo espacio geográfico, mantienen más interacciones sociales. Probablemente
el escaso sentido de comunidad de los jóvenes con sus barrios encuentra asidero
en lo planteado por Hunter (2018) en cuanto a la dimensión ecológica,
estructura social y simbólica cultural de las comunidades. Los jóvenes no
tienen muchos puntos de encuentro con sus vecinos, pasan la mayor parte de su
tiempo en actividades escolares y no se sienten representados por la identidad,
las normas y valores que configuran sus barrios. Este hallazgo resalta lo referido por Talò et al. (2014), en relación a que el sentido de comunidad es dependiente del contexto.
Los jóvenes, en términos de edad e intereses, no comparten un mismo contexto
con los demás integrantes de sus barrios. Así, la percepción de pertenencia
territorial al barrio de residencia se percibe disminuida en los jóvenes.
Al igual que el sentido de comunidad en la escuela incluye la
percepción de gozar de oportunidades para satisfacer sus necesidades (Prati & Cicognani, 2018; Prati et al., 2017),
los jóvenes habitantes de la Región Metropolitana buscan en espacios geográficos más amplios, así como oportunidades de desarrollo
integral (talleres deportivos, artísticos, culturales, entre otros). En este
sentido, la estructura social de los barrios no se expresa como un espacio de
desarrollo para los jóvenes, sino que, por
el contrario, dependiendo del nivel socioeconómico de las familias, los barrios
se presentan como espacios de amenazas al óptimo desarrollo de las juventudes,
expresadas en situaciones de delincuencia y narcotráfico.
Uno de los hallazgos más novedosos
de este estudio fue que no se
observaron diferencias importantes en las percepciones del sentido de comunidad
en la escuela según su tipo (públicas, subvencionadas por el Estado y
privadas). Mientras que los
resultados del sentido de comunidad en el barrio sí mostraron diferencias para
los jóvenes que
asisten a escuelas públicas y que
residen en comunidad con altos índices de pobreza multidimensional. En estos
contextos de barrios vulnerables, durante la crisis sociosanitaria se generaron
acciones de interdependencia entre los vecinos, incluyendo a los jóvenes. Esta
crisis fue una oportunidad para generar una nueva comprensión de comunidad
sumando a los jóvenes en este proceso de resignificación. Lo anterior, según McMillan
y Chavis (1986), permitió la satisfacción de las necesidades comunitarias
mediante el compromiso de las personas de estar juntas. Para Hunter (2018), la
dimensión estructural social fue modificada: los barrios más vulnerables durante la pandemia generaron nuevas
formas de organización (ollas comunes) para satisfacer sus necesidades. También
se reconfiguró la
dimensión simbólica cultural, rompiendo con el individualismo característico de
estos espacios, permitiendo el desarrollo de una identidad de cooperativismo y
solidaridad en algunos de los barrios habitados por los participantes de este
estudio. En otras palabras, el contexto barrial cambió. Por ende, el sentido de
comunidad con el barrio en los sectores más vulnerables debe ser analizado,
según lo aportado por Hombrados-Mendieta y
López-Espigares (2014) desde este nuevo contexto de crisis sociosanitaria.
Entre las fortalezas de este estudio
se encuentran el utilizar la fotoprovocación como una
técnica visual y verbal recomendada en el contexto investigativo con
estudiantes secundarios, ya que
fomentó la interacción virtual. El uso de fotos permitió el acceso a los
diferentes puntos de vista de los jóvenes. Asimismo, promovió el diálogo al
desafiar las jerarquías sociales impuestas frecuentemente por el mundo
adulto y promovió la reflexión,
análisis y planteamiento de las perspectivas pasadas y presentes del sentido de
comunidad en la escuela y en el barrio de los estudiantes secundarios durante
la pandemia en Chile.
En cuanto a las limitaciones, es
posible señalar que
durante la aplicación de la foto-provocación se produjeron abandonos de
estudiantes debido a su acceso a internet, el cual no les permitió mantenerse
en la sesión. Otra limitación fue el contexto virtual, ya que en la mayoría de las aplicaciones de la fotoprovocación no se mantuvo contacto cara a cara entre
los estudiantes y las investigadoras.
La implicancia práctica de esta
investigación radica en sus resultados como insumo para que las escuelas evalúen sus prácticas; particularmente,
las interacciones sociales en las aulas virtuales y presenciales con el fin de incorporar acciones tendientes a que los estudiantes experimenten un mejor sentido de
comunidad y, así, aumentar su bienestar emocional, social y académico (Grover et al., 2015). De igual manera, las escuelas pueden potenciar
los lazos (externos), las colaboraciones con el territorio o barrio y la
capacidad de construir redes; aspectos importantes, según Albanesi
et al. (2010), para que la escuela sea una comunidad abierta capaz de
intercambiar recursos con otras comunidades, territorios y barrios.
Finalmente, las futuras líneas de
investigación se vinculan a profundizar los hallazgos de este estudio; de
manera particular, a abordar las diferencias socioeconómicas en la construcción
del sentido de comunidad de los jóvenes, ahondando en la importancia de los
espacios físicos y,
con ello, incorporando la variable territorial en estos estudios. También será
importante explorar los nuevos significados que para
los jóvenes ha tomado el sentido de comunidad con la escuela y el barrio como
resultado de la nueva presencialidad derivada de los mejores escenarios
epidemiológicos que vive
el país en el contexto del covid-19.
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*Este artículo es resultado del Proyecto de Investigación y Desarrollo (CIP219013) denominado «Escuela-barrio y sus influencias en el bienestar de adolescentes: investigación e intervención aplicada», realizado entre julio de 2020 y noviembre de 2021. Este estudio formó parte del Proyecto de Investigación y Desarrollo CIP 2019013 patrocinado por la Universidad Central de Chile. Área: ciencias sociales. Subárea: psicología.
Para citar este artículo: Oyarzún-Gómez, D., & Dauvin-Herrera, C. (2023). Sentido de comunidad de
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